La fuerza de la segunda ola afianza la idea de postergar las elecciones

Avanzan las negociaciones para estirar un mes el cronograma electoral. La iniciativa oficial provoca dudas en la oposición pero la pandemia es determinante. Qué implica para Mendoza.

La fuerza de la segunda ola afianza la idea de postergar las elecciones

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

Para iniciar este informe es conveniente recordar aunque suene a obviedad para qué fueron ideadas las elecciones PASO. Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias son para dirimir las internas de los partidos políticos con la participación de la ciudadanía e incidir más democráticamente en la elección de los candidatos de cada una de esas facciones y que finalmente competirían por los cargos electivos que establece la Constitución Nacional.

Con esa aclaración de antemano hay que ver quiénes van desarrollando este proceso de discusión sobre la iniciativa de Alberto Fernández de postergar por única vez, y por un mes, las elecciones PASO y Generales para elegir cargos legislativos. Rodolfo Suarez está atento a esta historia que tiene epicentro en el Congreso donde el propositor es el ministro del Interior Wado de Pedro

Estas posturas están dentro del pandémico escenario de la segunda ola de contagios del coronavirus SARS-CoV-2 que crece geométricamente entre la población argentina sacudida social, económica y sanitariamente. 

El Gobierno presentará un proyecto para posponer las PASO

Suarez saluda a Fernández, los observa Wado de Pedro.

Mendoza es una muestra acabada de esta actualidad. Los parámetros epidemiológicos se escaparon de cualquier control en las últimas dos semanas. La única previsión posible de los expertos es el cambio estacional para que la marea contagiosa mengüe. Es decir, proyectan que el 21 de septiembre es la fecha de referencia para el inicio de la baja de contagios mientras avanza a los tropiezos el plan de vacunación.

La demanda de testeos aumentó a la par del crecimiento de los contagios.

Toda esta descripción es la base de la acción del gobierno nacional para impulsar aplazar para septiembre la PASO y para noviembre las votaciones generales. Veamos los análisis que comparten los legisladores nacionales después de varias reuniones con el ministro del Interior De Pedro el emisario y gestor de esta misión encargada por el peronismo y motorizada por el kirchnerismo dentro del oficialismo.

Primer escenario

El plan es convencer a los jefes parlamentarios de Juntos por el Cambio y que apoyen este diferimiento electoral. Está plasmado en un borrador de un proyecto de ley que será estudiado en estos días hasta que el ministro político regrese al Congreso el próximo miércoles 14. A la liga opositora compuesta por el Pro, la UCR y la CC los observadores porteños la llaman una "federación de caciques" y que las opiniones fluyen mucho en ese río político.

Si hubiera consenso entonces hasta se podría acelerar todo con un DNU presidencial la disposición del estiramiento del plazo de acuerdo a las estimaciones epidemiológicas. Y el cronograma electoral quedaría ordenado.

Segundo escenario

La negociación está en curso y la salida está señalada por el acuerdo que podría ser a la vez una imagen de concordia en medio de la epidemia y como dice el presidente de la UCR de Mendoza Tadeo García Zalazar: "Hoy la preocupación más urgente de los ciudadanos no es cuándo ni cómo se vote, sino si la semana próxima tendremos vacunas, o si habrá algún plan económico que nos permita bajar la inflación y generar empleo. Lo demás no está en la agenda de la gente".

De todos modos la política corre por caminos paralelos a la de la ciudadanía y es una preocupación real de la dirigencia peronista que busca la mejor oportunidad para despegar el drama sanitario de los votos, por lo menos intenta ubicarse en un tablero más promisorio que es la coincidencia entre el efecto masivo de las vacunas y la baja "lógica" de los contagios por la llegada de las temperaturas primaverales.

"Las elecciones deben ser unificadas, es la mejor opción en pandemia"

Por eso el oficialismo no descarta la posibilidad de ir a las bancas y con los votos propios y sumando los aliados estratégicos, entre ellos el mendocino "protector" José Luis Ramón que conduce el interbloque de partidos provinciales.

Qué pasará

Las próximas semanas de abril serán cruciales para estos planes del peronismo y a la vez puede tener consecuencias en Mendoza ya que por ley el gobernador Rodolfo Suarez tiene tiempo hasta el 10 de mayo en que tiene que definir si Mendoza se une al cronograma electoral nacional o de otro modo las elecciones legislativas serán el año próximo en febrero las PASO y abril las Generales.

El oficialismo tiene sus propias agendas y ven un tratamiento veloz de la ley que se está gestando de estas conversaciones que mantiene con los referentes JXC. En este cuadro el titular de la UCR nacional, el mendocino y diputado nacional Alfredo Cornejo ha fijado una posición dura a la oferta peronista muy similar a la de su colega macrista el lujanino Omar De Marchi que esgrimen el argumento de que "las elecciones y sus fechas son sagradas".

Aún así hay que prestar atención a mirada analítica de la siempre presente Elisa Carrió que salió de su aislamiento sanitario y mediático y remarcó que "si es de agosto a septiembre es cuando estará bajando la pandemia, a mí me parece que es razonable". La dirigente de Coalición Cívica fundamentó esta postura pensando en los votantes cambistas que difícilmente se movilicen en medio de la ola viral a votar en las primarias, y en contrapartida, el kirchnerismo sí lo hará y sacará ventaja de esa situación. Un argumento que electoralmente es válido. 

Carrió, de acuerdo con Máximo en suspender o postergar las PASO

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