Los hijos e hijas de Malvinas

Descendientes de ex combatientes se transformaron en un pilar para sus padres y para mantener los recuerdos vivos de una página triste de la historia nacional.

Los hijos e hijas de Malvinas

Por:Matías Sosa
Periodista

 1982 marca sus vidas a pesar que nacieron años después. Ayudan a mantener vivas las experiencias de uno de los momentos más importantes de la historia argentina. Son el sostén de sus padres: son los hijos e hijas de Malvinas.

El 2 de Abril es el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Ese día de 1982 tropas argentinas desembarcaron en las Islas para recuperarlas de la administración británica (desde 1833) y comenzó el conflicto militar.

La guerra duró 74 días, hasta el 14 de junio. Participaron casi 23.500 combatientes argentinos, según datos del Ministerio de Defensa. Murieron 649 en combate, de los cuales 15 eran de Mendoza.

Descendientes del Belgrano

El 2 de mayo el submarino nuclear británico HMS Conqueror (S48) no respetó la zona de exclusión donde se encontraba el Crucero ARA General Belgrano y con dos torpedos hundió a la embarcación.

Hubo 323 fallecidos de los 1.093 tripulantes, lo que significó la mitad de las bajas argentinas en Malvinas. Uno de los que sobrevivió al naufragio fue Rodolfo Sevilla.

Su hijo Matías (34) afirmó que "siempre mi padre está predispuesto para hablar y contar todo lo que le quieras preguntar. Pero esta fecha, tan sensible para ellos, es de silencio y de mirada pérdida... quizás con muchos recuerdos de sus compañeros. Por eso nosotros con una mirada y un abrazo del alma nos decimos más que mil palabras".

Rodolfo (abajo a la izquierda), junto a su familia.

Para Matías, lo mejor de todo "es poder disfrutar a mi viejo todos los días. Por esas cosas de la vida Dios no quiso que se fuera con el crucero".  

Sueña con la soberanía pero sabe que es complicada, "dada la explotación petrolera y la depredación del Mar Argentino que están haciendo los ingleses, más si los gobiernos de turno no toman cartas en el asunto y se exige que nos devuelvan nuestro territorio".

Ver: Arrestaron en Malvinas a un ex combatiente por gritar "¡Viva la Patria!" 

Sobre la posibilidad de ir a conocer Malvinas, fue determinante: "Personalmente no me gustaría viajar porque no puedo creer que para entrar a un territorio de mí país tenga que presentar visa".

Una familia nacida de Malvinas

Renato Ruiz (56) nació en Capital Federal pero pasó más de la mitad de su vida en Mendoza. En Malvinas estuvo en el Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada y pisó una mina antipersonal que le arrancó el pie, parte de la pierna derecha y le dejó heridas en la pierna izquierda. 

Semanas después, ATC le hizo una entrevista en el Hospital Militar de Campo de Mayo, junto a otros heridos. Bibiana, de Godoy Cruz, mandó cartas para hacerles llegar su acompañamiento. Renato respondió. Así, través de correos, se conocieron, se casaron y tuvieron tres hijos.  

Ruiz en Ezeiza, antes de que iniciara la Guerra.

Renata (31) reconoce que "uno empieza a entender y a darle importancia a todo lo relacionado con Malvinas cuando va creciendo. De chica no entendía ni dimensionaba".

Cuando la gente se entera que es hija de un veterano de guerra, "te preguntan qué tanto sé, si es verdad que la pasaron mal con la comida y el frío. Está interesada en el tema".

Video: festejó un gol con una bandera de Malvinas y el árbitro lo expulsó 

"Recuerdo verlo parado participando del acto de mi escuela. Sabía que algo había pasado, que mi papá estuvo en Malvinas, pero no tomaba dimensión. Sabía que era un papá distinto porque los papás de mis compañeros no participaban", agregó Analía (30).

Con la inocencia de un chico, cuando Juan Manuel (23) estaba en jardín o en primer grado, "supe qué le pasó con su pierna y le decía que volviéramos a Malvinas a buscar la parte que se había quedado allá".

Analía, Renata y Juan Manuel. Joaquín ya nació.

Cada 2 de Abril "tratamos de pasarlo juntos. Hay años en los que mi papá está bien y en otros ha estado más decaído. Siempre pudimos preguntar y sacarnos la dudas, él no tiene problema de contar su experiencia", contó Renata.

"La compañía de la familia es fundamental para ellos que han pasado por esta situación traumática. Esta época remueve sentimientos, sensaciones y recuerdos. Es donde más hay que estar, acompañar y abrazar", detalló Analía.

Soldados argentinos en Malvinas.

"Uno no puede entender lo que pasó, sólo lo saben los que estuvieron allá. Si bien la Guerra no fue nada linda, sino no hubiese pasado nosotros no estaríamos acá. Tratamos de ver ese lado que trajo lo malo", reveló Juan Manuel.

Los hermanos coinciden en querer conocer Malvinas y poder llevar su padre. "Es parte de la historia de mi familia. Duele que para poder llegar haya que entrar con pasaporte", manifestó Renata.

Abril está cerca

La cara de Alejandro Rodríguez (56), quien estuvo en el Regimiento de Infantería 8 de Comodoro Rivadavia, aún luce una pequeña cicatriz. Un proyectil le ingresó durante la guerra y podría haber sido lo último de su vida: un milímetro más a la derecha y lo mataba.

Rodríguez con el uniforme histórico, en 1983.

Florencia, la más chica de tres hijas, expresó que en una vigilia (se hace los 1 de abril a la noche) tomó noción de Malvinas: "Proyectaron un documental con testimonios de familiares y entendí el dolor, lo sentí. Creo que me había mantenido 'ajena' porque yo tenía a mi papá. Nunca había pensado en quienes perdieron un hermano, un padre, un hijo".

"Mi comportamiento y mi sentir llegando a la fecha cambió completamente: comenzó a afectarme a tal punto que, a veces, me cuesta marzo porque sé que abril está cerca y que algo muy fuerte me golpea adentro. A fines de marzo mi papá empieza con pesadillas. Saber que esos recuerdos lo van a acompañar hasta su último día es duro", agregó.

Alejandro y Florencia, junto a familiares. 

Flor elige pensar que la soberanía de las Islas será devuelta a la Argentina: "No cabe lugar a otra opción, creo que esto nos pasa a todos y todas los hijos e hijas de veteranos. Creo que lo deseamos con fuerza por los que volvieron pero sobre todo por los que no regresaron. Cuando sos hijo o hija de veterano te das cuenta que en realidad lo que importa es eso: que hubo hombres de 18 años que dejaron la vida allá". 

"Con tantas familias destrozadas, sentís que tener la soberanía es decirles en cierta forma 'no fue en vano', aunque las guerras son un sinsentido. La soberanía no va a devolver a esas familias lo que perdieron ni a las de quienes se quitaron la vida acá presos detrás de los barrotes de una jaula invisible que una sociedad exitista les puso. Hubo más muertos en posguerra que en combate, deberíamos reflexionar sobre eso", compartió.

Los jóvenes argentinos en 1982.

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