Por qué hace un mes que no se debate en la Legislatura de Mendoza

Tengamos en cuenta este dato histórico de contexto. En abril se cumplieron 22 años del escandaloso caso de sobornos en el Senado de la Nación mientras se debatía una reforma laboral que nunca fue. Aquel episodio vergonzante dejó desnudo al Poder Legislativo ante la ciudadana, exponiéndolo como el más poroso a la corrupción. Aquel suceso dejó una imagen negativa difícil de revertir para las legislaturas y quiénes las componen. Esa percepción subyace como símbolo de la mala praxis política, por eso el Legislativo es el poder del Estado más desprestigiado del esquema republicano.

Ahora pensemos cómo se traslada en Mendoza ese "sentimiento". Por ejemplo: repudio, desazón y hasta desdén se perciben cada vez que se conocen casos como los "dietazos" parlamentarios. Eso nos lleva a pensar que estamos desperdiciando fondos públicos en la Legislatura. 

Por eso el gobernador Rodolfo Suarez -defendiendo su reforma constitucional- sostiene que la eliminación de una cámara legislativa es una acción empática con la población que pide la reducción del costo de la política. Aunque este argumento usado como arma discursiva en una pelea con la oposición no parece oportuno porque se licúa y corre el riesgo de transformarse en "spam" mediático para la ciudadanía,

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Qué pasa

Hoy, sábado 25, se cumplen 30 días desde que se rompió "la relación institucional" en el Poder Legislativo local, según el peronismo. Esta definición es esgrimida por el jefe del bloque del PJ, Lucas Ilardo desde que pidieron que el ministro de Gobierno Víctor Ibañez se presente en la Casa de las leyes, para explicar el frustrado subsidio de 18 millones de pesos a la fundación del pastor Héctor Bonarrico, ex senador aliado del oficialismo. 

Mientras desde el radicalismo se preguntan: "¿Cuándo será el momento adecuado para que el FDT-PJ se ocupe y entienda que su responsabilidad es debatir y discutir las problemáticas que realmente importan y afectan a la gente y no ausentarse?"

La reforma de Suarez

El nudo a desatar son las justificaciones que hacen mantener las posiciones críticas cruzadas. El último acto visible y notable del peronismo a favor de legislar fue hace 40 días (martes 17 de mayo) cuando se aprobó en una sola jornada la ley de emergencia en el servicio de anestesiología de la provincia. 

Desde ese día el peronismo endureció su posición, advirtiendo que sólo discutiría problemas coyunturales como la crisis en Salud que incluía el desfinanciamiento de la OSEP y el crecimiento de la inseguridad. Hasta que el jueves 26 de mayo apareció Bonarrico diciendo por radio que recibiría un subsidio por un acuerdo político con el gobernador. Esa fue la situación oportuna para el peronismo, de mostrarse más rígido y exigente y dispuesto a obligar al ministro de Gobierno a que de cuenta de ese pacto revelado por el apóstol evangélico. 

Si somos estrictos con los roles institucionales un ministro es un secretario del gobernador (de hecho el cargo es "secretario ministro", según la Constitución Provincial) y debe actuar como defensor de las políticas aplicadas. Por lo cual Ibañez debería concurrir a la Legislatura ante un llamado  institucional, aunque se da por entendido que la ansiedad electoral imperante impregna cualquier espacio institucional y desvirtúa cualquier acción política sana. Es lo que la consultora Martha Reale llama "clima de época". 

El radicalismo resistió los embates peronista. Legisladores del PJ abandonaron el recinto sistemáticamente en ambas cámaras cuando el oficialismo rechazó discutir las prioridades de la facción opositora. Y para contraatacar los radicales retomaron el análisis del proyecto de la reforma constitucional por mandato de Suarez, y eso hizo notar más aún la tirantez porque el PJ ya había dicho que ese proyecto no tendrá lo votos que necesita para declarar la necesidad de la modificación de la Carta Magna mendocina. 

Suarez sobre Bonarrico: "Este señor no entendió nada"

El oficialismo denunció el ninguneo peronista en la exposición de la jueza y experta en Derecho Constitucional, Gabriela Ábalos, que se presentó en el Senado para apoyar el proyecto confeccionado por su colega Víctor Ibañez y actual ministro político (y requerido por el PJ por el caso Bonarrico).

El consejo de Martha 

Hay una advertencia que la encuestadora Reale hace sobre la estrategia del peronismo en este último tramo de la gestión de postpandemia. Lean con atención.

"Creo que el peronismo con esta estrategia temeraria en este último tiempo -y no es opinión-, es dato, no está recogiendo nada positivo para su carrera electoral hacia 2023. Esto ocurrirá si no empatizan en algo con la ciudadanía. No es que se piense en un peronismo nacional que le complica la vida a la gente y en otro peronismo local blanco y bueno. Todo se asocia y no se hace una distinción entre lo nacional y provincial. Así es que si tienen la mochila del gobierno nacional con sus políticas económicas tan erráticas, por lo menos que tengan el gesto hacia lo que se demanda y el clima de época tiene que ver con eso, no solo con que se gaste menos, sino que se gaste bien", recomendó la la estudiosa del comportamiento del electorado quien con sus sondeos avaló el impulso reformador de Suarez.

Calle cerrada y en reparación

Ilardo y Martín Kerchner, jefe del bloque de Cambia Mendoza en el Senado, no parecen haber perdido el diálogo interpersonal. En los ambientes legislativos circundantes saben que más tarde que temprano el ministro Ibañez tendrá que volver a la Legislatura y será para defender la reforma constitucional y de algún modo tendrá que responder las preguntas opositoras, pero no será por la presión peronista. 

Por lo que se ve las tensiones se acentuarán públicamente pero todo tiene un límite en un espacio donde el diálogo, el debate, no solo hay que hacerlo por  Twitter, sino que hay que dejar plasmadas las ideas en las versiones escritas de las sesiones legislativas. 

Justamente el cornejista Kerchner se tomó el trabajo de revisar el archivo de la presidenta del Partido Justicialista en Mendoza, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, quien se desarrolla en el Derecho Constitucional y ha afirmado que es reformista, y en campaña aseguró que impulsaría y/o apoyaría un proyecto de reforma constitucional. Aunque claramente dijo que no apoyará el proyecto que ha enviado el oficialismo.

Un fallo de la Corte de Mendoza en contra del garantismo