Un síntoma de la epidemia global de coronavirus ya se siente en Mendoza. Cinco medicamentos para enfermos graves de Covid ya son insufucientes como ocurre en todo el país. La inicidencia del AMBA.
La escasez de drogas en las UTI y las peripecias de los médicos mendocinos
La pandemia de coronavirus en esta nueva versión llamada "segunda ola" es un fenómeno que carcome las políticas de salud de los países y cuando los contagios se multiplican geométricamente, entonces cualquier estantería sanitaria empieza a rechinar. Este es el caso que se está dando en las unidades de terapias intensivas (UTI) de Mendoza.
Comenzó la escasez de medicamentos destinados a la sedación, analgesia y relajación muscular para pacientes graves con asistencia respiratoria mecánica. Es una de las tres patas donde se asienta una planificación de asistencia persistente para casos de suma gravedad de Covid 19. Los otros dos aspectos basales para la atención intensiva son: la disponibilidad y capacidad del recurso humano y la infraestructura disponible o sea, espacios, camas y aparatos.
Los medicamentos ocupados en las UTI y ahora escasos son: atracurio, bromuro de pancuronio, fentanilo, midazolam y propofol. "Hay una altísima demanda en todo el sistema sanitario. Y es cierto que cuesta conseguir estos medicamentos y entonces se alternan en el uso" admitió al POST el intensivista Gonzalo Álvarez Parma.
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Álvarez Parma, especialista en emergencias y cuidados persistentes.
El médico delegado de la región Cuyo de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva ajustó su lente profesional y remarcó que "es un problema en el país y es global, la sobredemanda de medicación es un efecto de la pandemia que obliga a atender a muchos pacientes que hay que conectarlos a un respirador".
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El profesional de la salud que trabaja en el estatal Servicio de Emergencia Coordinado precisó aún más su descripción que observa a diario llevando a pacientes graves a los hospitales. "No hay faltante total sino que se van alternando estos medicamentos de acuerdo a la llegada", remarcó Álvarez Parma.
Las terapias intensivas están ocupadas al 94%.
Efecto AMBA
Estas drogas necesarias para el tratamiento pacientes agravados fueron incluidas en noviembre del año pasado en una resolución nacional para congelar sus precios hasta abril de este año y eso les permitió a los hospitales públicos mendocinos, que tienen sus propios presupuestos, stockearse para enfrentar la segunda ola de contagios de SARS-CoV-2.
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La explosión de personas infectadas en este segundo período pandémico en Argentina y en especial en el AMBA produjo el incremento del uso de estos insumos y "exprimió" la existencia y dejó a otras plazas sanitarias como Mendoza sin la provisión suficiente para la atención de la demanda creciente.
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El punto es que el adelantamiento del rebrote de contagios generó una demanda que impactó en todo el sistema en un corto plazo y eso afectó a la provisión de todos los insumos pero se notó más en estos medicamentos inyectables para las personas enfermas gravemente de Covid que terminan intubadas y que ocupan el 94 por ciento de las camas de cuidados intensivos en el Gran Mendoza según aseguró la ministra de Salud Ana Nadal el lunes 10.
