Milei, el presidente "jumper" y Mendoza

"Milei es hoy lo que hubiera sido un golpe de Estado hasta la restauración democrática. Es la irrupción de lo que viene de afuera de la política con pretensiones de resolver lo que la política no pudo. Entonces, Milei es responsable de su discurso, pero es producto de nuestro fracaso" 

Alejandro Katz, analista político el jueves 23 en el programa radial Jornada #6a7.  

La crítica de Katz sonó fuerte en la mañana temprano de la radio. Sonó fuerte, pero sin eco. Sonó seco como un hachazo. El ensayista que estuvo ese día en Mendoza para conferenciar sobre Democracia en Godoy Cruz, expresó su pensamiento con un tono solemne. Su definición de lo que pasó hace una semana, pareció un intento de epitafio para la política argentina, tal como la conocemos.

Mientras tanto, los días después del resonante 55,69 por ciento a 44,30 por ciento a favor de Javier Milei, transcurrieron con vértigo y fue bajando la espuma y la imagen de Mauricio Macri se hizo más nítida en armado del escenario nuevo de la "obra política" que se viene a partir del domingo 10 de diciembre cuando el libertario asuma la presidencia.

Ver: Quincho: la "rosca" por Milei, el acuerdo del PJ mendocino ¿y el ajuste?

Ese día el ex presidente Macri estará sentando viendo la puesta en escena basada en su libreto escrito con paciencia desde las definiciones de las PASO de Juntos por el Cambio, el domingo 13 de agosto, donde también, pero por fuera del bipartidismo impuesto desde 2008, avaló a Milei quien sorprendió siendo el más votado con el 30,04 por ciento de los sufragios, por encima de JXC y UXP. 

Aquel plan terminó de ejecutarse velozmente desde el mismo domingo 22 de octubre en las generales cuando el más votado fue el oficialista Sergio Massa. En realidad fue un proceso de 70 días entre las primarias y el balotaje. Desde hace una semana comenzó otro capítulo de la serie Milei, el presidente "Jumper", inspirada en el personaje teletransportador, un saltador instantáneo de distancias físicas y espacios temporales que, en este caso suele atravesar los portales de la política y pretende hacerlo con la economía, o sea, una metáfora de lo que dijo Katz hace unos días, o una potencial salida hacia delante de la crisis económica social actual, o una vuelta a los '90 con un neomenemismo.  

Así es este Jumper argento, "un salto de fe" diría el consultor mendocino Nicolás González Perejamo, o "un salto al vacío", como afirma la socióloga Graciela Cousinet. 

Hay que dejar en claro que Milei tiene mérito propio porque su núcleo duro de votantes lo elevó a esa categoría, por su discurso ultra y por sus propuestas excéntricas como la dolarización y el cierre del Banco Central (ahora puestas en duda). Con su impronta logró el primer objetivo: el resto que aspiraba llegar a la Casa Rosada tuvo que derechizar su mensaje. Pero también hay que reconocer que sin Macri difícilmente Milei podría haber ganado la segunda vuelta frente a un candidato profesional como Massa.  

El apoyo "irrestricto" del empresario y ex presidente lo consolidó al libertario como la opción para lograr el objetivo último del mismo Macri: sacar de pista al kirchnerismo (no al peronismo). El kirchnerismo es la expresión peronista que más adhesión popular produjo desde la debacle de 2001, pero a la vez, la que más resistencia generó en la otra parte de la sociedad (del centro a la derecha) desde aquel tiempo de crisis terminal socioeconómica de inicio de siglo.

Un asterisco en este repaso. El aval, sin condiciones de Macri ahora es puesto en duda por la macrización del futuro gabinete de Milei con las inserciones de Toto Caputo en Economía y Bullrich en Seguridad, áreas sensibles del futuro gobierno nacional. A propósito de la ex candidata a presidenta que quedó fuera del balotaje, he dicho que formalmente no aceptará ser ministra si antes el mismo Milei la confirma como integrante del gabinete de gobierno.

Punto de quiebre

Por los hechos ocurridos desde el mismo momento en que Massa reconoció su pérdida ante Milei, dimos cuenta que acertamos al postular el lunes 14 de agosto que desde ese tiempo se hablaba ya de "un clima de quiebre, de inflexión en este segmento del desarrollo político argentino, donde esta derecha encarnada por Milei es un emergente de una realidad pintada como una fase terminal de la economía nacional".  

En Mendoza Milei sigue siendo la representación del expectorante que descongestiona a la sociedad mendocina de la política clásica, tal como se la conoce desde hace 40 años. Un cuadro crónico de mala praxis política. Es un diagnóstico que produce impresión al leerlo, pero como dice Serrat: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". 

O sea, digámoslo como lo pretenderían los militantes de La Libertad Avanza aquí en Mendoza que lograron el 43,55 por ciento de los votos en octubre, y por ejemplo, convirtieron a  Lourdes Arrieta en una ignota tercera diputada nacional detrás de la demócrata Mercedes Llano y su colega ganso Facundo Correa Llano. Así sería un epílogo de fin de época para LLA en Mendoza, un argumento razonable y con mucho eco en el electorado: hace décadas que observamos y padecemos a un Estado fiscalizador que solo ha mejorado su eficacia para recaudar, pero que escasamente ha mejorado el cumplimiento de sus obligaciones básicas de servicios a la población para garantizar democráticamente su desarrollo y protección. 

Balter y los Suarez

Todo esta descripción es la plataforma para puntualizar algunas gestualidades que dan pistas certeras de cómo se irán acomodando las fichas en este tablero donde juega primero el Jumper como referencia obligada.

Está muy claro que además de los legisladores nacionales gansos-libertarios, también se encontrará muy cerca de Milei y a través de Guillermo Francos, el virtual ministro del Interior, el histórico dirigente demócrata Carlos Balter, señalado como viceministro de la cartera de relaciones con las provincias. Balter tiene una añosa relación con el presidente electo y él fue quien le abrió las puertas del PD en abril del año pasado cuando todavía era un posible candidato presidencial.

Hay otras distancias más lejanas con el Jumper en Mendoza. Detengamonos en las muchas repercusiones que se escucharon en los ámbitos oficiales y públicos como en San Martín tras la visita del gobernador Rodolfo Suarez quien luego del sábado 9 de diciembre, cuando le traspase el mando a su sucesor Alfredo Cornejo, asumirá como senador nacional para ocupar la banca que dejará el mismo Cornejo en el Congreso.

Concretamente el mandatario saliente se lo escuchó locuaz y planteando interrogantes que dejan ver su pensamiento crítico hacia el ideario del presidente electo. En especial sobre la decisión de paralizar la obra pública en curso y eliminar el sistema y reemplazarlo por un modo privado de gestión y ejecución. Algo que parece inaplicable para obras de infraestructura que no originan posteriores ganancias para quien las concreta como son las obras de agua potable y saneamiento, uno de los déficits más marcados en la provisión de servicios.

Ver: El "frente a la adversidad" del PJ mendocino ante el triunfo de Milei

Las críticas compartidas por Cornejo lo ubican a Suarez frente a Milei en ese sentido y anticipa cierta distancia política, más si se tiene en cuenta que los Suarez, tanto Rodolfo, como su sobrino el intendente de Capital, Ulpiano (Yayo en lo cotidiano) son muy cercanos de Horacio Rodríguez Larreta, el saliente jefe porteño y uno de los grandes derrotados en este trayecto electoral de 2023.  

El derrotero cobista de Petri

Estar cerca del poder político que se va configurando tiene sus complejidades para quienes necesitan de apalancamientos para llegar a esos espacios. El notable trayecto que viene trazando el radical Luis Petri es una prueba de esto.

El hombre está "sponsoreado" políticamente por el ex gobernador, ex vicepresidente, ex senador y actual diputado nacional Julio Cobos. Fue el mismo legislador nacional quien impulsó a Petri para que se presentara como precandidato de gobernador desafiando el poder interno de Cornejo. Aquella incursión lo ubicó como una sorpresa porque colectó el 40 por ciento de los votos en la primaria. Ese resultado lo puso en el olimpo radical local, pero a la vez lo dejó solo con su fundación Mendocinos por el Futuro.

Entonces fue el mismo Cobos, de acuerdo a las fuentes radicales, quien se encargó nuevamente de reimpulsar a Petri e instalarlo como un aspirante a lo que se convirtió: candidato a vicepresidente de Patricia Bullrich. El sanmartiniano y ex diputado nacional se transformó en el acompañante de la ex ministra de Seguridad de Macri. Ese devenir lo ubicó como militante aliado de Milei también con expectativas de integrar del gobierno naciente.

El último episodio es otro intento de reposicionar a Petri en las últimas horas, varias crónicas lo localizaron como posible ministro de Defensa, cuestión nunca confirmada. En realidad nunca hubo ofrecimiento ni posibilidad cierta de esto, más teniendo en cuenta que a la vicepresidente electa Victoria Villarruel se la señala como la responsable política en esa área, según lo expresado desde la mesa de decisiones de LLA.

Ver: ¿Dolariza? ¿Privatiza? Quiénes son los consejeros de Milei

El hilo conductor que sostiene a Petri sigue siendo el cobismo que cuenta con los aportes de Emilio Magnaghi el dirigente cooperativo eléctrico, estudioso y experto de los tema de Defensa (de ahí la vinculación de Petri con la temática) y actual parlamantario del Mercosur. 

A la vez la construcción de poder interno del cobismo también se ha ido fortaleciendo gracias a la perfomace de Petri que ha logrado que su hermana Griselda, ahora sea la vicepresidenta de la UCR provincial secundado al cornejista y diputado provincial Andrés Peti Lombardi.