El PD se fue del Frente Cambia Mendoza e irá solo a las legislativas

El partido centenario mendocino decidió salirle de la coalición gobernante y definir una estrategia propia como de opción electoral de centro derecha. Por eso la diputada Llano hará un bloque aparte.

El PD se fue del Frente Cambia Mendoza e irá solo a las legislativas

Por:Jorge Fernández Rojas
Periodista/Analista

El Partido Demócrata decidió separarse de Cambia Mendoza y ha pasado a ser oposición y eso se verá reflejado en la Legislatura con los dos diputados que ocupan sendas bancas en la Cámara baja cuando Mercedes Llano anuncie que se irá del bloque oficialista cumpliendo este mandato partidario y Guillermo Mosso decida quedarse dentro del frente gobernante.

"Es hora de salir a la cancha con camiseta propia", sintetiza el comunicado partidario la decisión de la Junta Central de Gobierno del PD que definió esta posición esta mañana con un a reunión virtual de los dirigentes gansos. El PD se va de la alianza gobernante recriminando la falta de participación dentro del esquema de poder político concentrado por el "gobernador anterior" en obvia alusión al actual diputado nacional Alfredo Cornejo.

"La alianza no pasó de ser un acuerdo meramente electoral. No obstante los reclamos, no se hicieron reuniones del frente ganador, ni se cumplió con el programa de gobierno y de transparencia institucional que habíamos firmado los partidos fundadores de la alianza", dice el comunicado que funda lo decidido por el organismo ejecutivo partidario. 

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También se quejan por la falta de consultas por las políticas que instrumentaba el Gobierno provincial ni tampoco respecto de las iniciativas que remitía a la Legislatura.

El diputado Mosso se quedará dentro del bloque oficialista.

El texto de lo resuelto por el PD

· En el año 2015, en Mendoza, celebramos con el radicalismo y el Pro la alianza electoral Cambia Mendoza obteniendo en los comicios de octubre de ese año el 46,46% de los votos mientras que el Frente para la Victoria solo arañaba el 40%. Los votos demócratas fueron decisivos: en la elección anterior a gobernador del año 2011, la cual ganó el justicialismo, el candidato demócrata logró el 15,97% y el radical el 34,56%.

· La alianza no pasó de ser un acuerdo meramente electoral. No obstante los reclamos, no se hicieron reuniones del frente ganador, ni se cumplió con el programa de gobierno y de transparencia institucional que habíamos firmado los partidos fundadores de la alianza, ni se nos consultó en absoluto para las políticas que instrumentaba el PE provincial ni tampoco respecto de las iniciativas que remitía a la Legislatura.

· Los acuerdos programáticos originarios de afianzar la república con iniciativas, como la del nepotismo, siguieron sin cumplirse y el gobierno provincial continuó haciendo en la Provincia lo que critica en la Nación al Kirchnerismo.

· En efecto, la tendencia a la concentración del poder en el Ejecutivo, a colocar en el más alto tribunal de justicia de la provincia a partidarios y en los órganos de contralor, como el Tribunal de Cuentas, a conmilitones, acerca a los dos últimos gobiernos al autoritarismo populista y los aleja de las mejores tradiciones del radicalismo y del espíritu republicano que tuvimos en cuenta al fundar la alianza.

· Las diferencias no solamente se manifiestan en el plano político de la división de poderes y de la defensa de la república y la austeridad, también se advierten en el de las ideas económicas. La carencia de un plan profundo de reforma administrativa, reorganización del estado y profesionalización verdadera del servicio civil, como la aspiración a crear un banco estatal o promover expropiaciones sin sustento o intervenir desacertadamente en materia vínica, dan cuenta de que una importante brecha ideológica que nos separa.

· El gobernador, sin debatirlo previamente en el seno de la alianza, ha remitido a la Legislatura un proyecto de reforma constitucional que, bajo el falso argumento de la disminución del costo legislativo (hay varias iniciativas nuestras que implican una drástica reducción del gasto político sin necesidad de una costosa asamblea constituyente), entraña y redunda en una mayor concentración de facultades en el poder ejecutivo, un debilitamiento de las minorías y la posible desaparición de las terceras fuerzas, como ha sucedido en las provincias donde se han aplicado reformas similares.

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