Científicos argentinos buscan en gallinas y llamas la cura del coronavirus

Científicos argentinos podrían obtener anticuerpos de animales que curarían la enfermedad.

Científicos argentinos buscan en gallinas y llamas la cura del coronavirus

Por: Mendoza Post

 Un equipo de investigadores argentinos avanza en la obtención de nanoanticuerpos monoclonales derivados de la llama y anticuerpos policlonales derivados de la yema de huevo de gallinas para el diagnóstico y el tratamiento preventivo y terapéutico de la Covid-19, informó hoy el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a través de su página web.

Este equipo está integrado por profesionales del INTA, del Instituto de Ciencia y Tecnología "Dr. Cesar Milstein" y de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y es uno de los proyectos que será financiado por la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación.

"Trabajamos sin descanso para aportar un granito de arena que ayude a salvar la vida de las personas", afirmó Viviana Parreño, responsable del Laboratorio de Virus Gastroentéricos del Instituto de Virología y coordinadora científica de Incuinta del INTA.

Las yemas de huevo podrían ser útiles contra el virus.

Con una larga trayectoria en el ámbito de la investigación de virus, en 2005 Parreño y su equipo iniciaron en el INTA la línea de investigación en nanobodies, unas moléculas muy pequeñas derivadas de los anticuerpos de cadena pesada que poseen las diferentes clases de camélidos (camellos, llamas, alpacas, vicuñas y guanacos).

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Los nanobodies son las moléculas más pequeñas que existen en la naturaleza y que poseen la capacidad de reconocer a otra y de neutralizarla.

Los profesionales avanzan para obtener anticuerpos. 

Hasta ese momento, los estudios se centraban en seleccionar nanobodies que estén dirigidos a una parte externa de un virus, mientras que los desarrollados por el INTA se unieron a una proteína interna de Rotavirus y lograron neutralizar a todas las variantes que causan diarrea, tanto en niños como en animales.

"La capa superficial de un virus, contra la cual suelen generarse las vacunas, cambia constantemente y de especie a especie. Por ejemplo, las cepas de Rotavirus A detectadas hasta el momento poseen 35 variantes en su capa externa", señaló Parreño.

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Por su pequeñez y capacidad de escabullirse, los nanobodies reconocen la parte interna del virus. A esta característica extraordinaria se suma que, a diferencia de otras moléculas -que expuestas a altas temperaturas o a cambios en el pH suelen modificar su estructura-, los nanobodies mantienen sus propiedades funcionales en pH extremos y resisten altas temperaturas.

Además, pueden administrarse por vía oral, nasal y también humanizarse y administrarse por vías sistémicas. Así, se presentan como una opción rápida y confiable.

El equipo está integrado por grupo interdisciplinario.

"Estamos convencidos de que el tratamiento con anticuerpos es una de las grandes posibilidades y que los nanobodies, por sus cualidades, pueden ser una de las alternativas más prometedoras para enfrentar a la pandemia de coronavirus", expresó Parreño.

Para producirlos se inmuniza una llama y, cuando alcanza su máxima defensa contra el agente infeccioso, se le extrae sangre, se seleccionan los linfocitos circulantes y de allí el ARN -ácido ribonucleico- mensajero, que contiene los anticuerpos que elabora el camélido. Con el material se arma una biblioteca de genes que se emplea para seleccionar los VHH que están dirigidos contra la proteína o antígeno de interés.

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"Sabemos que se trata de una herramienta que tiene mucho potencial, por eso queremos aportar nuestro conocimiento y experiencia", aseguró Parreño.

El equipo que lidera Parreño también se enfoca en el desarrollo de inmunoglobulinas de yema de huevo de gallinas (IgY).

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Se trata de anticuerpos que se forman como respuesta a la inoculación de antígenos seleccionados, pueden ser bacterias, virus, parásitos o proteínas, y se producen en gallinas hiperinmunizadas que transfieren en forma activa las Ig séricas a las yemas de los huevos donde se acumulan en gran cantidad y son de fácil extracción y purificación.

"Las inmunoglobulinas de yema de huevo (IgY) son un desarrollo del INTA apto para numerosas aplicaciones incluyendo kits de diagnóstico y terapias específicas para enfermedades veterinarias e incluso humanas", detalló Parreño.

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