Vale omitió informes que hubiesen evitado la tragedia de Brumadinho en enero

La tragedia en la ciudad brasileña dejó un salgo de 270 muertos.

Vale omitió informes que hubiesen evitado la tragedia de Brumadinho en enero

Por: Mendoza Post

El pasado 25 de enero de 2019, una represa se derrumbó en la localidad brasileña de Brumadinho, en el estado de Minas Gerais, dejando un saldo de 270 muertos y pérdidas millonarias para la nación.

Ver también: Vale se derrumba: tragedia, bloqueo de capitales y posibles sanciones

Este martes se conoció que la empresa responsable de la construcción de la obra, la minera Vale, omitió comunicar informes que hubiesen podido evitar el colapso.

Fue la Agencia Nacional de Minería (ANM) quien analizó, a través de sus investigadores, documentos internos de la compañía que en algún momento supo trabajar en Mendoza en Potasio Río Colorado.

¿Qué decían los informes? El 10 de enero, dos semanas antes de la tragedia, dos máquinas que medían la presión líquida, marcaron el nivel de emergencia. "El aumento en la presión de los piezómetros comprometía la estabilidad del dique", explicaron los especialistas.

"Si la Agencia Nacional de Minería hubiese sido informada correctamente, podría haber tomado medidas cautelares y exigido acciones urgentes a la empresa, lo cual podría haber evitado el desastre", añadieron.

Lo cierto es que en septiembre la Policía del estadio dijo que tenía suficientes evidencias como para acusar a los empleados de Vale y de la auditora alemana TUV SUD por uso de informaciones falsas para certificar que el dique cumplía con las normas de seguridad.

Mensajes sobre el río en Brumadinho

Los fiscales serán quienes decidirán si presentan cargos contra siete trabajadores de la compañía y seis de la auditora. Una comisión legislativa aprobó una moción que proponía denunciarlos judicialmente.

En septiembre un juez ordenó que la compañía pague 11,87 millones de reales a las familias de tres víctimas de la tragedia y otra corte en julio había ordenado que paguen todos los daños ocasionados por el desastre.

Brasil, desde enero, prohibió la construcción de nuevos diques corriente arriba, los cuales son más baratos pero menos estables. Además, ordenó desmantelar los existentes con esas características.

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