Cómo evitar arruinar tu pizza casera: los 10 errores más comunes

Es básico utilizar productos de calidad y prestar atención para no cometer errores básicos.

Cómo evitar arruinar tu pizza casera: los 10 errores más comunes

Por: Mendoza Post

Preparar pizzas caseras no es tan fácil como parece, o al menos si se trata de unas buenas pizzas. Es básico utilizar productos de calidad y prestar atención para no cometer errores básicos.

Por ejemplo, utilizar una masa precocinada o refrigerada no es algo que un cocinero recomendaría. Un artículo publicado en el sitio La Vanguardia detalla cuáles son esos errores tan comunes que solemos cometer que "arruinan" nuestra pizza.

Tips importantes como: cuánto debe reposar la masa, a qué temperatura debe estar el horno, cuánto tiempo debe cocinarse y mucho más. ¡Tomá nota! Y manos a la masa.

1. No hacer nosotros la masa y escoger mal la harina

Hacer nosotros mismos la masa de la pizza es uno de los grandes secretos para que el resultado sea genial. Nada de comprarla congelada o precocinada, ni tampoco pasarse al otro extremo e intentar imitar las complejas elaboraciones, de lenta fermentación y combinado de harinas que hacen en las buenas pizzerías.

Es recomendable elegir una harina básica, la blanca de fuerza, suficientemente refinada para tener un buen resultado. Suele absorber mucha cantidad de agua y aportará plasticidad, elasticidad y una buena estructura a nuestra pizza.

2. No poner las cantidades correctas

También debemos elegir la cantidad justa de levadura. Es importante calcular bien las proporciones de cada elemento. Las cantidades para un kilo de harina, son 25 gramos de levadura de panadero, 40 gramos de sal y 500 ml de agua.

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Con 250 gramos de masa podemos elaborar una pizza estándar. La receta de una pizza, por ejemplo, de mozzarella y alhabaca lleva 250 gramos de masa de pizza, 100 ml de salsa de tomate, 100 de mozzarella de búfala y 8 hojas de albahaca.

3. No amasar bien

Una vez que tenemos todos los ingredientes a punto, el proceso de amasado tiene su secreto: poner harina en un bol, calentar una pequeña parte de agua (100ml), deshacer la levadura con la ayuda de una cuchara, incorporarla en un cuenco con la harina y amasar con las manos.

Se añade el resto de agua y de sal y se sigue amasando desde el centro hacia afuera hasta que la masa se despegue de las manos. Debe quedar bien lisa. Entre amasado y amasado es bueno hacer una pausa de 10 minutos.

4. Estresarse intentando que nos quede redonda

Cuando tenemos la masa a punto la colocamos en un bol y la cubrimos con un paño de cocina para que conserve la temperatura ambiente.

Debemos dejar reposar la masa tres horas, o hasta que doble el volumen. Después le damos la forma y la medida que queramos. No hay que estresarse intentando que nos quede redonda porque es muy difícil, puede resultar ideal meterla en la bandeja del horno y nos quedará cuadrada pero perfecta. Ponerle un poquito de aceite de oliva antes ayuda a que no se pegue.

5. Colocar mal el tomate

El tomate tiene que ser de buena calidad. Si querés hacer una pizza con tomate como ingrediente principal, es recomendable comprar una buena salsa de tomate, una passata (puré de tomate italiano) o tomate triturado natural, y extenderlo por la pizza antes de hornearla, en la cantidad justa.

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El tomate lleva mucha agua, por tanto no debemos pasarnos para que no se humedezca la masa y nos quede blanda, pero tampoco quedarnos muy cortos porque quedará seca. Unos 100 ml para 250 gramos de masa de pizza.

Si queremos que el tomate solo sea un ingrediente de guarnición, podemos usar pequeños cherry, saltearlos en aceite y añadirlos cuando ya esté finalizada la pizza.

6. No controlar la temperatura y el tiempo de horneado

Otro básico para obtener una buena pizza es la temperatura del horno. En una buena pizzería tienen hornos de leña (la pizza se cuece en un minuto) que funcionan a 500 grados, o profesionales de gas (la pizza se hace en 3 minutos) a 420 grados. Es imposible trabajar así en casa, pero es muy importante que la temperatura del horno sea alta porque una cocción en frío deja seca la pizza.

Es básico que la temperatura del horno sea alta y que la pizza esté dentro de 12 a 16 minutos

Debemos cocinar la masa con el horno ya precalentado a 250 grados C, 12-16 minutos. La temperatura tiene que ser alta, y el tiempo corto. Recordar que la masa no debe estar fría, sino a temperatura ambiente. De lo contrario, se quemará. Hay que hornear hasta que los bordes queden dorados y crujientes.

7. No colocar bien la mozzarella y los quesos

La mozzarella debe escurrirse y cortarse a rodajas finas y repartirla bien extendida sobre la masa de la pizza una vez que colocamos la salsa de tomate, antes de hornear. Ahora bien, en el caso de que la pizza sea blanca, sin tomate y con queso, la mozzarela hará de base porque es el ingrediente que mejor aguanta la temperatura alta.

Podemos cubrir el resto de la pizza con trozos de queso azul, parmesano, gorgonzola.

8. Poner muchos ingredientes y cocinarlos mal

Al igual que pasa con los quesos, la pizza no soporta bien el exceso de ingredientes. Cada ingrediente tiene su tiempo de cocción, su parte de agua, y si ponemos muchos no se hornean bien, alguno quedará crudo y otro quemado. Además, si hay mucho de todo al final no se sabe de qué es la pizza.

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También hay que evitar los ingredientes que sueltan mucha agua y que pueden reblandecer la pizza, y si se usan, cocinarlos de forma correcta.

9. No atreverse a ser creativo

Está muy bien que la pizza evolucione siempre que se respete la elaboración, los tiempos y la temperatura. La comida es libertad y cualquier combinación de ingredientes puede ser válida.

10. Recalentar en microondas

Cuando nos sobra pizza, tenemos tendencia a recalentar las porciones en el microondas: sin embargo, la pizza se cuece más por dentro que por fuera y no queda bien. Puede aparecer requemada o derretida. 

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