Estos son los 7 alimentos que no debes ingerir en el desayuno

Una nutricionista explica cuales son los alimentos que debes desterrar de tu desayuno para tener una vida más saludable.

Estos son los 7 alimentos que no debes ingerir en el desayuno

Por: Mendoza Post

 Los especialistas afirman que el desayuno es una de las comidas fundamentales para mantener una dieta equilibrada pero que, a menudo, no podemos dedicarle el tiempo necesario para ingerir los nutrientes necesarios. 

  "Un desayuno equilibrado debería incluir hidratos de carbono, grasas y proteínas, aunque si somos de los que no tenemos hambre por la mañana, no es necesario que nos obliguemos a comer", explicó la nutricionista, Susana León.  

En este sentido, la especialista puntualizó: "La idea es tomar una cantidad equilibrada de nutrientes a lo largo del día, de manera que si por la mañana no nos apetecen deberemos asegurarnos de consumirlos en el resto de comidas". 

Los 7 peores alimentos para el desayuno 

1- Bacon o panceta

No es tan habitual en el día a día, pero sí el típico desayuno al que echamos mano cuando vamos de hotel.  Se trata de un producto que tiene grandes cantidades de grasas saturadas, colesterol, es rico en sal y una carne procesada que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha situado en el grupo 1 como carcinógena para humanos, al mismo nivel que el tabaco o el alcohol.

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2 - Manteca

Es otra fuente de grasas saturadas que debe consumirse con mucha moderación, de modo que lo ideal es que la grasa de elección, tanto en el desayuno como en el resto de comidas del día, sea la insaturada procedente del aceite de oliva virgen extra. Así pues, siempre es mejor apostar por un pan de calidad con un chorrito de aceite de oliva que untarlo con manteca, cosa que deberíamos reservar para ocasiones especiales.

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3- Cereales industriales

Los especialistas recomiendan evitar  aquellos cereales que vienen envasados en cajas de cartón, ya que, aunque hay excepciones, suelen llevar grandes cantidades de azúcar. El consumo reiterado de azúcar "da lugar a un aumento de la resistencia a la insulina, que hace que nuestro páncreas tenga que realizar un constante sobreesfuerzo", de manera que lo mejor es apostar por otro tipo de endulzantes saludables procedentes de la fruta. Una buena opción para desayunar es, en este sentido, un yogur natural entero sin azúcar, endulzado con frutas de temporada y acompañado con unos copos de avena naturales, sin aditivos, a los que podemos añadir un puñado de frutos secos.

4 -  Pastelería  industrial

Numerosos estudios avalan la necesidad de eliminar por completo la pastelería industrial de la dieta, pues tiene múltiples consecuencias negativas. Esta suele ser una fuente de grasas de mala calidad, azúcares y harinas refinadas, de manera que su consumo tampoco es aconsejable de forma habitual.

5 - Zumo

Ni natural, ni envasado. Lo mejor es optar por la fruta entera, para así aprovechar toda la fibra que contiene y evitar la acción de los azúcares. Lo explica Susana León: "De ninguna manera se debe entender la ingesta de zumo, aunque sea un licuado de fruta natural, como una manera de suplir la fruta, ya que, al eliminar la fibra, los zumos concentran una gran cantidad de azúcar que provoca picos de glucosa en sangre".

6 - Bebidas energéticas

Se han puesto de moda en los últimos tiempos como desayuno para el público joven y adolescente, una manera fácil de obtener energía para el día a partir de sus grandes concentraciones de cafeína. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) acaba de remitir un informe que alerta de los riesgos que supone el elevado consumo de estos productos en jóvenes y adolescentes e insta a mejorar el etiquetado para informar sobre sus potenciales riesgos.

7- Pan blanco

El pan blanco contiene hidratos de carbono de absorción rápida, lo que significa que el organismo los absorbe con rapidez y provocan picos de glucosa en sangre. Por tanto, es mejor optar, tanto en el desayuno como en el resto de comidas del día, por hidratos de carbono de absorción lenta, que son los que proceden del pan y cereales integrales. 

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