Un estudio reveló cuántos minutos de vida se pueden ganar o perder según lo que comamos.
Cómo calcular si lo que comés te suma o te resta minutos de vida
Sabemos que la buena alimentación es directamente proporcional a nuestra calidad de vida, pero... ¿Sabemos cómo medir este impacto? Un estudio publicado por la revista Nature Food explica a cuántos minutos de vida saludable corresponde cada alimento.
La investigación que llevaron a cabo en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, abarca más de 5.800 alimentos y la escala es amplia: se pueden perder desde 74 minutos de vida saludable hasta ganar 80.
Por ejemplo, comer un pancho podría costar 36 minutos de vida saludable, mientras que comer una porción de nueces en su lugar podría ayudar a ganar 26, calcularon los autores del trabajo titulado "Pequeños cambios específicos en la dieta pueden producir beneficios sustanciales para la salud humana y ambiental".
A partir de ese análisis, los autores concluyeron que sustituir el 10% de la ingesta calórica diaria de carne de vaca y carnes procesadas por una que combine frutas, verduras, nueces, legumbres y algunos tipos de mariscos podría permitir a las personas ganar 48 minutos de vida saludable por día y reducir su huella de carbono en un tercio.
El trabajo se basó en un índice que explica los efectos sobre la salud de 8 grupos principales de alimentos (frutos secos y semillas, cereales integrales, frutas, verduras, leche, bebidas azucaradas, carnes rojas y carnes procesadas) y 6 nutrientes (omega-3, calcio, fibra, ácidos grasos poliinsaturados, grasas trans y sodio).
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Así se puede calcular la carga de beneficio o perjuicio en minutos de vida saludable asociada con una porción de comida consumida.
Los investigadores utilizaron 15 factores de riesgo dietético y estimaciones de carga de enfermedad del GBD y los combinaron con los perfiles nutricionales de los alimentos consumidos en los Estados Unidos, según datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición.
Los alimentos con puntajes positivos agregan minutos de vida saludables, mientras que los alimentos con puntajes negativos se asocian con resultados de salud que pueden ser perjudiciales para la salud.
Finalmente, clasificaron los alimentos en tres zonas de color: verde, amarillo y rojo, basándose en su desempeño nutricional y ambiental combinado.
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La zona verde representa los alimentos que se recomienda aumentar en la dieta y contiene alimentos que son tanto nutricionalmente beneficiosos como de bajo impacto ambiental.
En esa zona se incluyen predominantemente los frutos secos, frutas y verduras cultivadas en el campo, legumbres, granos integrales y algunos mariscos.
La zona roja incluye alimentos que tienen impactos nutricionales o ambientales considerables y deberían reducirse o evitarse. El mayor impacto nutricional y ambiental está dado por las carnes procesadas y las carnes de vaca, de cerdo y de cordero.
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Los investigadores reconocen que el rango de todos los indicadores varía sustancialmente y también señalan que los alimentos nutricionalmente beneficiosos no siempre pueden generar los impactos ambientales más bajos y viceversa.
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