El dique Potrerillos entre el barro y la sequía

La represa Potrerillos comenzó a llenarse en marzo de 2000 y fue un gran acontecimiento porque significaba la concreción del emprendimiento de infraestructura estratégico para regular la provisión de agua en zona desértica y además generar energía eléctrica. Para llegar a ese momento transcurrieron más de 50 años de debate público en nuestra provincia.

Estamos en un periodo de necesidad de mantenimiento de la presa. Se estima que será entre el lunes 18 y el viernes 22. Será una maniobra extraordinaria para "aliviar" al dique que tiene un alto nivel de barro acumulado en el fondo y en particular justo en la desembocadura donde se descarta el sedimento precipitado, que es arrastrado por presión del agua liberada hacia el cauce del río Mendoza. 

Pasaron 22 años del inicio del llenado del lago y hace más de una década soportamos la sequía crónica, aunque todavía no nos adaptamos. Este presente nos pone en un escenario complejo que es el cuidado del agua que se almacena y el cuidado del dique que la contiene.

Impresionantes videos: así limpian el fondo del Dique Potrerillos

El DDF vs la falta de agua 

El Descargador de Fondo (DDF) es un dispositivo fundamental en la estructura del dique que permite desechar el sedimento precipitado en el lecho del embalse. Las operaciones de limpieza son periódicas. La última descarga de agua barrosa se produjo el sábado 12 marzo. Ahora un informe de la Dirección de Hidráulica advierte de un excesivo nivel de sedimento que está obstruyendo buena parte de la descarga y por eso se necesita de una maniobra de limpieza especial para destaparla.

En estos días previos a la operación se generó un debate por las consecuencias de ese procedimiento técnico tan necesario, de acuerdo a los análisis realizados por Hidráulica. El martes 5 se reunieron los representantes de los organismos involucrados para planificar la medida, pero hubo una objeción del subdelegado del Río Mendoza, Marcelo Landini del Departamento General de Irrigación (DGE).

Landini fue el portador de este mensaje: si se derrama mucha agua en esta operación entonces habrá problema para abastecer a los regantes de la zona norte de Mendoza durante el verano cuando la actividad agrícola se desarrolla plenamente. La advertencia del funcionario del DGE se hizo sentir, tanto que aún no se ha definido la fecha exacta para realizar estas tareas.

Emergencia y riesgo

El punto de inflexión está en el caudal, en la cantidad de recurso hídrico que se derramará este mes invernal y que será escasísimo para el verano como lo viene siendo cada año. Esto sumado a que los pronósticos de lluvias son negativos para la próxima época estival. Luego esto tendrá como consecuencia el reclamo de los productores a Irrigación por el recorte de la dotación hídrica. Es decir habrá un problema agrario y socioeconómico. Conceptualmente es lo que transmitió Landini en esa junta técnica en Casa de Gobierno.

Un día antes, el lunes 4, se había dado a conocer el informe de la Dirección de Hidráulica y los medios dejaron ver los divergentes modos de interpretarlo. Mientras que desde el organismo técnico se señaló que el dique estaba en "estado de emergencia" por la cantidad de sedimento en el DDF desde el Gobierno relativizaron esa definición y dijeron que "no hay situación de riesgo".

Por la sequía, Mendoza deberá bajar el consumo de agua

Hace 92 días se hizo una operación de limpieza que descargó 150 metros cúbicos por segundo, durante una hora y media, de acuerdo a lo informado en ese momento el sedimento bajó un metro. Esta operación se hizo como consecuencia del estudio que se realizó en el fondo del lago ubicado en Luján de Cuyo. La auscultación subacuática se ejecutó con un robot e hizo concluir la emergencia que declaró Hidráulica esta última semana.

Barro o sequía

El asunto es el nivel de agua que tiene actualmente el embalse que es del 69 por ciento, es un 14 por ciento menos de lo que tenía hace un año, según los registros del DGE. Si se descarga mucha más agua con lodo como se prevé que ocurrirá con esta maniobra (se descargarán 250 metros cúbicos por segundo), el volumen de agua almacenada será bajo para la demanda agrícola. Entonces se resentirá el sistema de riego en la época donde más se necesita para el oasis norte.

Sentiremos la falta 

Este operativo de limpieza en ciernes nos obligará  como personas consumidoras domiciliarias a tener mayor previsión porque seguramente habrá cortes de agua potable más prolongados que los habituales. Esto se proyecta porque será más cuantiosa la cantidad de agua que no entrará a las plantas potabilizadoras de Aysam y será un tiempo más largo para reponer agua cruda en las piletas para potabilizar.

Chispazos históricos y silencio presente

Las divergencias por la administración del agua no son una novedad para los distintos gobiernos mendocinos. En distintas situaciones las áreas dedicadas a planificar y distribuir el líquido como Hidráulica e Irrigación han confrontado por criterios y hasta veces por porciones de poder disputadas por los funcionarios técnicos.

Carlos Abihaggle quien fue ministro de Obra Públicas de José Octavio Bordón intentó integrar y articular las acciones de los organismos, Después de intentarlo se sinceró con sus pares peronistas y funcionarios de esa época de inicios de los '90, que no logró modificar ese escenario que trababa la gestión pública. Una década después de esa experiencia frustrante asumió como superintendente de Irrigación (1997-2002).

En esta ocasión las áreas involucradas han resuelto no hablar públicamente hasta decidir el momento y cómo se realizará el operativo de limpieza, o si se hará, de acuerdo a las urgencias planteadas. Aunque mirando la situación desde arriba, como si fuéramos una cámara elevada por un drone, el verdadero problema estructural es la sequía. 

Todavía no asumimos que somos una sociedad que sufre de "deshidratación creciente". Solo los cambios de hábitos de consumo y una gran inversión en "caños" para bajar las pérdidas de agua potable; además de conductos (se pierde el 40 ciento del agua que se potabiliza); además canales impermeabilizados  y tecnología de riego, nos permitirán mejorar nuestra calidad de vida en el futuro.