Carlitos Tévez no sabía leer

"A diario transitan sin aprender por las escuelas argentinas miles de Carlitos Tévez. Un aspecto importante a tener en cuenta es su testimonio de que por haber aprendido tarde tiene problemas de comprensión", dice el autor.

Carlitos Tévez no sabía leer

Por:Jaime Correas

 Carlitos Tévez contó en la televisión su paso por la escuela de Fuerte Apache durante ocho años. La abandonó sin saber leer, a pesar de haber pasado de grado cada ciclo. Le enseñaron de grande y confesó que aún hoy tiene dificultades para entender lo que lee. La notable anécdota la cuenta Guillermina Tiramonti en su imprescindible libro "El gran simulacro. El naufragio de la educación argentina" (2022). Si Sarmiento tenía razón cuando dijo que en la Argentina "todos los problemas son problemas de educación" cabe preguntarnos cómo puede ser que un chico transite por las aulas durante ocho años y no aprenda a leer y escribir como debió hacerlo en primer grado. Y lo peor, avance como si nada ocurriera, cuando en realidad está sucediendo un drama personal y una estafa social.

A Tévez el fútbol lo sacó de la pobreza. Pudo contratar a una maestra para aprender cuando ya descollaba en las canchas y ganaba millones de dólares. Con la inteligencia innata que muestra al hablar transformó su caso en una denuncia en carne viva: a diario transitan sin aprender por las escuelas argentinas miles de Carlitos Tévez. Un aspecto importante a tener en cuenta es su testimonio de que por haber aprendido tarde tiene problemas de comprensión. Esto es para desmentir a esos sindicalistas reparacionistas que argumentan que los días de clases perdidos por paros serán "recuperados". El actual DT de Rosario Central es la prueba de que es mentira, no sucede. Lo que se pierde, se pierde. La actual dirigencia del sindicato bonaerense Suteba asumió en 2004 y desde entonces ha hecho 178 días de paro (entre ellos, 40 a María Eugenia Vidal y ninguno al actual gobernador Axel Kicillof). Es decir casi un año entero de daño a los pibes como Carlitos, si consideramos los célebres 180 días anuales. Han sido paros motivados por la política partidaria y no por las necesidades de aprendizaje de los alumnos. Lo cual muestra también la falacia de aquel eslogan de que "docente protestando está enseñando". De consagrarse esa impostura tendremos legiones de doctorados en protesta que no entienden lo que leen.

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Carlos Tevez.

El ministro nacional, Jaime Perzcyk, salió hace pocos días a instalar el debate sobre si los partidos del Mundial de Qatar deben ser vistos en las escuelas. Es decir, mientras cientos de miles de Carlitos Tevés en nuestras escuelas no aprenden a leer y esto se invisibiliza, la conducción nacional educativa reflexiona sobre un tema que no tendrá ningún impacto en mejorar esa carencia. En primer lugar hay que hacer un análisis rápido de los tres partidos de la ronda inicial. El primero, con Arabia, será un martes a las 7 de la mañana, con lo cual cada escuela deberá establecer una estrategia para no perder toda la jornada. Podría ser ingresar más tarde en el turno mañana, en la comprensión de que por razones culturales la pasión futbolera llevará a la mayoría a ver ese encuentro en sus casas. Y trabajar sobre el turno tarde para evitar la resaca de un posible festejo y perder innecesariamente un día de clases. El partido con México es el sábado, alivio para el ministro. Y el tercero es con Polonia a las 16 de un miércoles. Turno mañana sin problemas y la tarde requiere una estrategia por parte de cada escuela. Si Argentina, como esperamos, pasa a cuartos de final (octavos cae en sábado y domingo, más alivio para el ministro) puede tocarle en viernes o sábado. Semifinales ya serán sobre mediados de diciembre donde no hay clases regulares sino instancias de finalización de cursado. Fin del problema.

Cientos de chicos van a la escuela en condiciones precarias.

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El dato clave es en realidad que, más allá de las preocupaciones ministeriales, poco puede hacerse desde la sede porteña del ministerio para ayudar en la realidad de cualquier institución del país. Estas situaciones se juegan en las escuelas y no en los escritorios y dependerán del sentido común, la sabiduría y la experiencia de docentes y directivos. Decir que el Mundial es una buena oportunidad para trabajar en proyectos integrados es una obviedad que las instituciones educativas saben de sobra. Por eso sería mejor que el ministerio pensara más en los Carlitos Tevéz que no aprenden que en determinar planes de acción para escuelas donde, aunque lo intente, no llegará con efectividad.

Buena parte de esos planes nacionales no tienen ningún impacto y los que podrían tenerlo están tan politizados que se diluyen. Un ejemplo es lo sucedido con el famoso "Conectar igualdad". Hace un año publiqué en el diario La Nación una columna de opinión reflexionando sobre el tema y planteando que si a esos aspectos cruciales se los dejara fuera de la politiquería hasta los personajes más controvertidos podrían colaborar (www.lanacion.com.ar/opinion/cfk-puede-ayudar-a-la-educacion-nid13072021/). Por esos días la vicepresidenta había hecho un papelón ufanándose de la carrera del trapero L-Gante, presuntamente favorecida con una computadora de las regaladas por el estado. Doce meses después descubrimos por el sitio chequeado.com (https://chequeado.com/el-explicador/conectar-igualdad-se-relanzo-el-programa-pero-en-2021-se-entregaron-el-10-de-las-computadoras-comprometidas-y-este-ano-tiene-demoras/) que el programa entregó en 2021 el 10% de las computadoras anunciadas y que durante el primer trimestre de 2022 sólo se han repartido el 0,39% de las comprometidas. Un fracaso con todas las letras sobre un tema con el que se pretendió hacer política criticando al gobierno anterior.

Jaime Perczyk.

La verdad es que con la agenda oficial tan desenfocada y con tan defectuosa gestión, los Carlitos Tévez de la Argentina seguirán sin aprender a leer y mucho menos entenderán lo que leen. Ya no es un problema de una gestión u otra, es la incapacidad del Estado de cumplir con el contrato social por el cual invierte muchísimo dinero persiguiendo resultados que no alcanza. Nada bueno será inmediato o sucederá por una conferencia de prensa para alimentar un relato. Se requieren planes con evidencias de que son el camino adecuado y equipos políticos capaces de llevarlos a cabo y rendir cuentas mediante evaluaciones de resultados. Además de trabajo competente, tiempo y paciencia. Mientras no suceda, los miles de Carlitos Tévez no aprenderán a leer, dará lo mismo si ven o no los partidos del mundial y las computadoras que deberían recibir seguirán siendo un botín político para conseguir sus votos.

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