Divorciados mendocinos: así se casan por iglesia

Con una nulidad matrimonial, los divorciados pueden volver a casarse por iglesia. Hace años que se hace, pero desde 2015 es más fácil y gratis. Cuántos lo piden, cómo y por qué lo hacen.

Divorciados mendocinos: así se casan por iglesia

Por: Mendoza Post

Mientras los casamientos por iglesia son cada vez menos en nuestro país, la cifra de divorciados que contraen matrimonios católicos va lenta, pero en crecida firme. Sí, mediante una nulidad matrimonial los divorciados civilmente que se casaron por iglesia pueden volver a hacerlo. Si bien esto ya era así hace bastante, en los últimos años el procedimiento es más simple, lo que hace que la cifra crezca indudablemente.

Por ejemplo, en 1990 en la Argentina hubo 155.194 bodas religiosas y en 2011, apenas 59.579, lo que implica una caída de casi el 161%.

Pero en materia de pedidos de nulidad por parte de los divorciados para poder contraer segundas nupcias la cosa es diferente: mientras que en los tribunales eclesiásticos ingresaron en 2003 129 causas -de las cuales 113 fueron otorgadas- en 2011, de las 226 que se recibieron, 191 fueron considerados matrimonios nulos.

Divorciados que se casan, cada vez más 

Sobre la base de la modernizar la Iglesia para acercar nuevos fieles (o bien conservarlos) es que el papa Francisco viene lanzando desde el inicio de su pontificado varias flexibilizaciones. Una de ellas es un guiño que hace tiempo viene haciendo a los divorciados.

En septiembre del año 2015, el papa Francisco anunció cambios en el sistema de nulidad de matrimonios, lo que simplificó engorrosos procedimientos para aquellos divorciados que querían volver casarse por iglesia. Fue en el marco de una campaña por acercar a los católicos, sobre todo aquellos que él llamo los "católicos heridos".

En qué consisten esos cambios

Hasta 2015, parejas e incluso sacerdotes expusieron sus quejas con respecto a los engorrosos, anticuados y complicados procedimientos para obtener la nulidad, lo que desanimaba siquiera a solicitarla. Incluso había que asesorarse legalmente con un abogado canónico.

Antes, el Derecho Canónico exigía que cada causa fuese analizada por dos tribunales eclesiásticos. Ahora solo es necesaria una sola sentencia a favor de la nulidad, y no una doble decisión a favor. Lo que acorta el trámite exactamente a la mitad.

Anteriormente, eran tres jueces los encargados de analizar los procesos. Pero en 2015 se introdujo un solo juez. Además, se le dio la potestad al obispo para que se encargue de juzgar los casos de nulidad más evidentes o leves, sin necesidad de pasar por el tribunal.

Asimismo, desde 2015 que este proceso es gratuito.

Causas para pedir la nulidad

Las situaciones por las cuales se puede solicitar la nulidad son aquellas que indiquen que la unión nunca debió haberse celebrado. Entre ellas están: infidelidad prolongada por alguno de los miembros, drogadicción, contraer nupcias sin notificar infertilidad, inmadurez psicológica al momento de casarse, falta de juicio, coacción o falta de libertad suficiente para contraer matrimonio.

Hay que decir que la sentencia puede ser favorable o desfavorable, y que no siempre una nulidad que atiende el Tribunal se concreta, pero en la gran mayoría se falla de manera positiva.

Las cifras en Mendoza

Según la Arquidiócesis de Mendoza, en la provincia no hay aún casos significativos de procesos breves, es decir los decretados directamente por el obispo, por ahora tan solo uno en San Rafael. Pero el proceso ordinario se ha agilizado a tal punto que lo que  antes llevaba cuatro años ahora lleva meses. Por caso, el año pasado se resolvieron favorablemente 48 casos de personas que solicitaron la nulidad. Hay que agregar que, aproximadamente, ese año se casaron 1.700 mendocinos por iglesia. Por lo que la cifra de mendocinos divorciados que vuelven a casarse por iglesia ronda el el 2%, pero mientras una desciende, la otra escala.

"Se han acelerado todos los procesos en materia de nulidad matrimonial" 

Marcelo De Benedictis, vocero del Arzobispado de Mendoza -donde funciona el juzgado eclesiástico- contó al Post que "se han acelerado todos los procesos en materia de nulidad matrimonial, e incluso los obispos ahora tienen mayor injerencia y autoridad para otorgar la nulidad de hecho, sin pasar por el proceso del juzgado, que antes eran dos y ahora es uno solo".

Marcelo De Benedictis

"Trae mucha paz y una inmensa alegría a las personas que lo requieren", agregó el vocero.

Federica & Sergio

Las palabras "paz" y "alegría" se repiten exactamente en la boca de Federica Mariconda, periodista sanjuanina oriunda de Mendoza, quien con su marido, Sergio Gurguí, contrajeron matrimonio el fin de semana pasado, luego de un largo trámite para que ambos pudieron obtener la nulidad, los cuales comenzaron antes de las flexibilizaciones. Ella tiene dos hijas de un matrimonio anterior, y ambos una en común. Para ella, el casamiento por iglesia fue unir de manera total a esta familia ensamblada.

-¿Por qué quisieron casarse por iglesia?

-Fue a mi esposo a quien se le ocurrió, nosotros no somos los típicos practicantes, pero en un casamiento al que fuimos los dos mi marido empezó a tener la idea. La verdad es que al principio yo no veía la necesidad, pero nos preguntamos por qué no podíamos hacerlo, después de 15 años de casados por civil, y luego de haber pasado tantas cosas buenas, de educar a nuestras hijas con valores y con mucho trabajo. Me pregunté por qué no.

-¿Cómo fue el proceso?

-Ahí se nos ocurrió presentar la nulidad de los matrimonios anteriores. Averiguamos y buscamos una abogada especializada en derecho canónico para presentar la nulidad ante la Iglesia. Eso demoró más o menos tres años. Sé que esto ahora dura la mitad. Es todo un proceso revisar todo lo pasado, pero cuando nos dijeron que estábamos libres para casarnos fue una alegría inmensa.

"Si hay un verdadero matrimonio cristiano, es éste" 

Para las familias ensambladas no es fácil. Hay que tratar de compatibilizar las distintas historias, estilos y dolores. Y encontrar un punto de unión es un momento para festejar.

-¿Cómo fue la boda?

-La sensación de alegría y emoción es impresionante. La ceremonia fue tan emotiva que hasta la fotógrafa se emocionó y me agradeció. Poder comulgar después de casi 20 años no tiene comparación. El ver a mi familia contenta, a mis hijas emocionadas...

-¿Cómo es casarse otra vez por iglesia?

-La verdad es que se hace con una conciencia diferente. Es también una sensación de paz muy grande, de andar más liviano por la vida. Sentimos que, si hay un verdadero matrimonio cristiano, es éste. Donde juntos hemos pasado muchas cosas buenas y malas, cultivando valores y uniendo a la familia. Por eso nos decidimos pedir la nulidad eclesiástica de nuestras respectivas uniones anteriores y afianzar nuestra relación casándonos por la Iglesia.

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