Sus padres murieron por un conductor borracho que no está en la cárcel

Marta Grigor es hija de Pedro Grigor y Marta Isabel Arena, dos de las tres víctimas fatales en un accidente vial cuyo culpable condujo 15 kilómetros a contramano, sin luces y ebrio.

En diálogo con Radio Mitre Mendoza, la mujer contó cómo fueron los hechos en el que fallecieron sus padres y una amiga de la pareja.

Fue el 21 de abril de 2012 cuando el matrimonio volvía a su casa en San Martín desde Mendoza por el Acceso Este. Imprevistamente un vehículo a alta velocidad circulaba en su camino a contramano, sin luces y con un conductor —el ingeniero Gerardo Juan González— con 1.33 por litro sangre de alcohol, tres veces más de lo permitido.

El juicio se hizo ayer y tras siete horas de deliberación la Séptima Cámara del Crimen concluyó en que se trató de un accidente y al imputado lo sentenció por homicidio culposo, es decir una pena máxima de 5 años, que cumplirá en su domicilio y a la inhibición para manejar cualquier tipo de vehículos durante 10 años.

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“Estamos muy tristes, indignados, ¡5 años! mató a tres personas no nos parece para nada justo”, dijo con mucho dolor y angustia Marta Grigor en el programa Primero Mendoza. “Es muy triste que vivamos en un país que nada funcione, me da vergüenza. Mis padres venían de Mendoza, somos de San Martín, de la casa de unos amigos, esta persona que sube en contramano los choca de frente a la altura de San Roque. Venía velocidad, sin luces y alcoholizado”.

“Dan vergüenza estos jueces, agregó la mujer, no se puede seguir con estas leyes. Esto no sirve. Cualquiera mata a tres personas y le dan cinco años”

Marta es abogada y sabía que esto terminaría así. Ella conoce las leyes, los códigos y la tipificación de los delitos, por eso desde que comenzó esta odisea, tras la muerte de sus padres, sabía que terminaría así.

“Afortunadamente en primera instancia logramos que fuera homicidio simple con dolo eventural, gracias al trabajo que hizo nuestro abogado Juan Carlos Ruíz, pero ayer se cambió la carátula por homicidio culposo, lo cual bajó la pena a la máxima de 5 años”.

Para Grigor, el tema más grave es el código, ya que una persona que tiene poco nivel de alcohol en la sangre tendría una pena mayor a quien tiene el doble o triple, como fue el caso de González, ya que la ley considera que “no tenía conciencia para actuar”, y al no tener conciencia no hay intención.

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“Acá el tema grave es que el código penal tipifica así, agregó la mujer, y no hay antecedentes de otros casos que hayan podido sentar jurisprudencia. Pero lo peor es que los jueces no se juegan, no interpretan el código para que la ley se ajuste a la realidad. Y si se sentara jurisprudencia, lo que pasaría seguramente es que la Corte daría vuelta el fallo”.

La mujer en su desesperación remarcó que hace falta que los legisladores nacionales “se tienen que poner las pilas” para poder cambiar el código. Además remarcó que “No tenemos jueces comprometidos”.

“Para nosotros ha sido terrible la vida después del accidente. Además de perder a nuestros padres, estar con este karma de tratar de que se haga justicia, yo soy abogada y sabía que esto iba a pasar”.

En el marco de esta situación González nunca pidió disculpas en ninguna de las etapas del proceso, afirmó Grigor. “Durante el debate quiso pedir disculpas, pero nos pareció una burla y la verdad que encima esta persona no tiene ningún remordimiento jamás se mostró arrepentido en todo el juicio tampoco”.

“Esto pasa a diario, no sólo a nosotros, sufre mucho la gente en muchas situaciones”.