Ya no más vestidos de carne ni nada por el estilo. Su faceta como actriz y su actual estilista son los responsables de su nuevo y elegante estilo.
¿Por qué Lady Gaga dejó de lado la extravagancia?
Lady Gaga ya no es más la mujer con vestidos extravagantes que todos estábamos acostumbrados a ver. Seguramente recordarás a la canbtante vestida de árbol de Navidad, de Yeti, de Dalí y hasta de pollo. Desde que en 2008 las discotecas de medio mundo bailaran desenfrenadas los primeros hits de Lady Gaga, hemos visto a la cantante vestida de cualquier cosa imaginable (e inimaginable también). Sus looks imposibles construyeron un personaje misterioso y mediático a partes iguales y sus pelucas, plataformas, maquillajes y máscaras inventaron un estilo único, reconocible y siempre sorprendente que se movía entre el espectáculo en estado puro y la teatralidad más absurda. Pero en la infinita lista de identidades disparatadas de las que la artista se había disfrazado faltaba una.
Lady Gaga jamás había probado a vestirse de ‘mejor vestida’.
Nunca había intentado ponerse un atuendo simplemente bonito o elegante, de esos con los que el resto de la fauna de la música y el cine lucha por meterse a la crítica de moda en el bolsillo. Eso no le interesaba ni le hacía falta. No iba con ella ni con su manera de lidiar con la fama. Pero la cosa ha cambiado en los últimos meses.
¿Dónde quedaron los vestidos de carne de la cantante?
La confirmación de su giro estilístico llega en el momento exacto. Su nueva faceta como actriz precisa de atuendos alejados de la farándula pop, más acordes a las reglas que dicta Hollywood. Eso y un disco de jazz a medias con Tony Bennett hacían necesario un guardarropa más cercano al de una diva de los años 30 que al de una mezcla entre Madonna y Miley Cyrus. Y Brandon Maxwell, su asesor de imagen, se lo ha dado. Este joven, que también diseña en su marca homónima y ha logrado colarse en la lista de los 25 estilistas más influyentes de 2015 elaborada por Hollywood Reporter, es el responsable de los nuevos looks de la artista.
Brandon Maxwell, es el responsable de la nueva imagen de Lady Gaga
Desde que Maxwell, que ha declinado hacer declaraciones a S Moda por encontrarse dedicado en cuerpo y alma a su próxima colección otoño-invierno, llegase a la vida de la artista sus looks fueron neutralizándose poco a poco. Él es el responsable de la decepción que algunos sintieron cuando la Gaga de los Oscar 2015 dejó en casa las pinturas de guerra y pisó la alfombra roja más importante del año con un vestido de princesa firmado por Azzedine Alaïa. Es cierto que su particular combinación del diseño con unos guantes rojos no la libró de ser carne de memes y volvió a dejarse caer en las listas de estilismos para olvidar, pero aquel vestido daba las pistas de hacia dónde se dirigía la nueva Gaga.
Así, con la promesa de dar la oportunidad a jóvenes diseñadores que vistan a la ‘Mother Monster’ y de “seguir tomando riesgos porque no hay nadie en el mundo que pueda ponerse casi cualquier cosa como ella lo hace”, el dúo compuesto por Gaga y Maxwell garantiza seguir dando juego a golpe de sobriedad, cuando sea necesario, sin desterrar del todo la locura estilística de Gaga que tantas alegrías y sorpresas nos ha dado. Puede que ahora sea menos divertida pero es el precio que hay que pagar para entrar en las listas de ‘mejor vestidas’, publica Diario El País.com


