El cronista recordado por sus coberturas de los casos policiales fue un gran referente para las últimas generaciones de periodistas y además un gran dramaturgo. Mendoza siente la pérdida de un gran hijo de esta tierra.
Se soltó "el Perro": Murió Alberto Atienza
Vehemente, convencido. Peleador de las ideas ajenas y fuerte defensor de las propias. Mordía la noticia y no la soltaba como un pitbull y además con una inteligencia y sensibilidad propias de los que miran la vida como la viven. Se murió Alberto Atienza, "el Perro", un apasionado de las crónicas y de las historias de los mendocinos.
Por él conocí tempranamente el término "caco" en reemplazo del "ladrón" cuando escuchaba las mañanas de radio Nihuil. Para quienes solamente teníamos a la radio como medio de información él nos enseñó irónicamente, que los calabozos de la penitenciaría eran "mullidos" y que alguien podía terminar "malherido" en un tiroteo en los barrios mendocinos que no conocíamos. Hoy martes 29 de junio de 2020 a las 11,30 murió el escritor de la vida diaria que solamente será recordado como el Perro.
Vivió entre nosotros casi 78 años, había nacido el 26 de agosto de 1940. Su biografía dada a conocer por el Círculo de Periodistas de Mendoza dice que tuvo una "reconocida trayectoria, profesionalismo y carácter".
Una selfie de Atienza junto a su amigo el fotoperiodista Miguel Ciccone.
Puro dato
Hay datos que no conocía de modo directo, como que fue "redactor full time en Arte y Espectáculos de Diario Los Andes, bajo la dirección y maestría de Antonio Di Benedetto".
Y entendí su pericia para manejar la jerga delictiva y policial cuando me enteré que llegó a ser el Jefe de Sección Policiales del vespertino Diario El Andino, uno de los primeros tabloides de aquí e "hijo" del centenario Los Andes (cuando era impensado que la gran "sábana" terminraría en el actual tabloide que circula desde ayer domingo 28).
Entendí también su gran erudición y exquisita pluma porque fue también director del Suplemento Cultural del Diario Mendoza además de crítico de teatro en la porteña Revista Gente.
Clásico gesto de Alberto Atienza.
Mis mejores recuerdos de él los tengo de su trabajo como movilero Radio Nihuil allí se dio el gusto de hacer todo lo que sabía y lo compartía con los que venían detrás de él, pegados como pez rémora, sino pregúntenle al periodista de policiales y judiciales Alejandro Gamero, hoy a cargo del área de Prensa de la Municipalidad de Las Heras.
Sus últimos trazos magistrales y férreos los dio en "La 5ta. Pata Digital".
Fue un tipo curioso como pocos y un gran escritor de obras para escenificar. Justamente como dramaturgo obtuvo el Primer Premio del Certamen Vendimia con la obra "Profesor Doctor Alvar Núñez Cabeza de Vaca" y la primera mención con otra pieza "La Plaza Independencia". Dirigió sus obras "El Gran Narrador" en Mendoza y "As de Bastos" ópera rock en CABA.
La Parca lo frenó cuando estaba terminando una novela.
Fue uno de los tantos presos políticos que nos dejó la dictadura cívico-militar.
Dice la necrológica de la entidad periodística que "será recordado por muchas razones, entre ellas queremos destacar su eterna solidaridad con muchos sectores vulnerables de Mendoza, que recibieron asistencia por sus insistentes y fuertes pedidos mediáticos".
Su muerte nos hizo recordar que en abril también se fue Liliana Valverde otra periodista y compañera de vida de Atienza.
Los vamos a extrañar, pero con una sonrisa, porque finalmente murió El Perro pero no la "rabia" periodística.
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