El CEM manifestó preocupación por el impacto en el consumo

El Consejo Empresario Mendocino emitió un comunicado analizando la situación.

El CEM manifestó preocupación por el impacto en el consumo

Por: Mendoza Post

Frente a la rápida expansión del Coronavirus (COVID19) Argentina y nuestra provincia están tomando medidas extremas con el objetivo de prevenir y suavizar el efecto de este flagelo en nuestra Patria, las cuales esperamos den buen resultado, por el bien de todos.

Estas medidas generan una situación de crisis económica dramática y, dada la evolución que ha tenido en otros países del mundo, nada augura que este flagelo se supere en pocos días.

Los efectos económicos derivados de esta pandemia serán aún más dramáticos para nuestra provincia y nuestro país, que llevan casi una década de recesión. Esta crisis llega a nuestra economía, a nuestras empresas, en un contexto de estanflación severa, con destrucción de empleo privado, cierre de empresas y comercios que, aún antes del Coronavirus, ya no estaban pudiendo hacer frente a la coyuntura.

Las calles vacías. Solo personal del municipio limpiando las veredas.

Así, esta crisis es efectivamente el tiro de gracia que hará caer como un castillo de naipes a la extremadamente débil actividad privada, del país y de nuestra provincia. El resultado será un desempleo nunca visto y la paralización del sector privado, pero también del Estado que ya no tendrá en el sector privado a su proveedor de ingresos. Estamos prontos a vivir la peor destrucción de capital que ha tenido nuestro país, ya que los principales empleadores de la economía están absolutamente en jaque.

En imprescindible y urgente que la dirigencia de todos los sectores y los estamentos de todos los poderes, cualquiera sea su pertenencia política o ideología, puedan dimensionar la magnitud del problema. La necesidad de frenar los contagios empuja la caída del consumo, la demanda se detendrá dramáticamente y en forma absolutamente generalizada, gran parte del sector privado no venderá, no cobrará, no producirá y, por lo tanto, y a su pesar, detendrá su actividad. Muchas empresas, las genuinas generadoras de empleo, no podrán pagar sueldos, servicios, impuestos, aportes; simplemente no podrán hacerlo.

Los negocios que no venden bienes indispensables, han cerrado durante la cuarentena.

El sector privado se encuentra absolutamente descapitalizado, no solo por la recesión, sino también por el elefantiásico Estado que sistemáticamente lo ha vaciado con impuestos, tasas, paritarias, inflación, devaluaciones y trabas burocráticas que, además de impedirle crecer, lo han privado de los recursos para hacer frente a esta tremenda coyuntura. Solo el Estado provincial representa hoy el 25% del PBG provincial, duplicándose respecto de 2005 y, que para hacerlo, duplicó la presión tributaria provincial. A esto se suma la voracidad fiscal municipal y nacional.

Si el sector público no toma medidas paliativas de calibre, tanto Argentina como Mendoza quedarán devastadas y sin capacidad de recuperación, pues las empresas y comercios que cierren no estarán para impulsar la recuperación. En esta coyuntura dramática, debemos evitar que cierren las empresas, pues una vez que lo hagan, será muy difícil, por no decir imposible, que vuelvan a abrir.

Resultan imprescindibles medidas paliativas, mientras dure la emergencia, que permitan sostener el empleo y a las empresas. Entendemos necesarias la exención, reducción o diferimiento de impuestos nacionales y provinciales como así también de tasas y servicios municipales; ayuda financiera a empresas con líneas de crédito productivo y capital de trabajo en condiciones diferenciales; restructuración de las deudas financieras de las empresas; diferimiento del pago de las contribuciones patronales, entre otras.

Está claro que todas estas medidas implicarán un severo golpe a las arcas provinciales y nacionales, pues es momento de tomar medidas drásticas como las que históricamente tanto el Estado (nacional, provincial y municipal) nos ha forzado sistemáticamente a tomar a los actores privados. Con espíritu solidario y ejemplificador, pedimos a los funcionarios públicos que el Estado acompañe con HECHOS la crítica situación. El Estado, en todos sus niveles, debería en forma inmediata, implementar acciones que fomenten fuertemente el ahorro público y la reducción del gasto político de modo de poder asignar los escasos recursos a los sectores prioritarios: SALUD, SANIDAD, SEGURIDAD, BOMBEROS Y DEFENSA CIVIL y EMPLEO PRIVADO.

Solo entonces sabremos que en este barco estamos todos, los que trabajamos en el sector privado y los que lo hacen en el sector público. El esfuerzo debe ser compartido, de otra forma, no solo no será justo, sino que será insuficiente, y nos conducirá a un camino con final anunciado.

El CEM pone todas sus estructuras y capacidades a disposición para cooperar con las autoridades y fuerzas vivas encargadas de combatir esta pandemia, y queda también a disposición del gobierno para colaborar en diseñar un plan de asistencia a la producción y el sostenimiento del empleo en Mendoza.

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