Industriales y comercios mendocinos en jaque por el bono de fin de año

Desde la FEM alertan que hay comercios que tendrán serias dificultades para pagar el plus de $5000 y advierten que la prioridad es cuidar el empleo.

Industriales y comercios mendocinos en jaque por el bono de fin de año

Por:Adrián Lira
Periodista Diario Vox

Desilusión, incertidumbre y preocupación son algunos de los sentimientos que manifiestan desde organizaciones y federaciones empresariales que representan a sectores productivos, industriales y comerciales de la provincia luego de ser consultados sobre cómo afrontarán el pago del plus de $5.000 acordado entre el gobierno nacional y la CGT.

Si bien estos sectores reconocen la necesidad de compensar la enorme pérdida que han tenido los salarios frente a la altísima inflación de este año, al mismo tiempo señalan que esa negociación debe darse entre privados y que la intervención del Estado solo se entiende como una medida oportunista del gobierno para calmar las aguas en su relación con la CGT.

Por lo menos así lo entiende el presidente de la Unión Industrial de Mendoza (UIM), Mauricio Badaloni, quien aseguró que los convenios colectivos y las decisiones entre privados, sean gremiales, empresarias y sindical tienen que estar en una mesa de negociación privada y que el Estado solo debería intervenir en un casos específicos. 

Badaloni, de la UIM

Además apuntó que la preocupación del gobierno debería pasar por ver cómo hace para reactivar la actividad en las fábricas que hoy se encuentran trabajando al 50%, con costos fijos que sigue aumentando y pocas posibilidades de ventas, o en ver como dejan de poner encajes en Leliq o Lebac y destinan encajes para otorgar créditos a las empresas productivas.

Puntualmente sobre la obligatoriedad del bono Badaloni dijo "no discutimos que sea necesario porque sabemos que el poder de compra de los ciudadanos ha caído muy por debajo de lo que se venía percibiendo, pero por otro lado, el gobierno nos sigue aumentando los impuestos. Por eso creo que va a ser muy difícil pagarlo, y si bien hay sectores como el vitivinícola donde están evaluando distintas opciones, hay otras actividades que no lo van a poder pagar".

Respecto a la marcha de la economía el titular de la UIM afirmó "hay mucha desilusión porque después de los brotes verdes, del segundo semestre y no sé qué otras cosas más, resulta que al final nos encontramos con una problemática donde se cae el consumo, donde no hay vectores de crecimiento de casi ningún tipo, salvo en Vaca Muerta y algunos otros casos puntuales. El común denominador es que nos sentimos defraudados y encima ahora nos imponen qué es lo que tenemos que pagarles a nuestros empleados cuando casi el 50% de nuestros ingresos se va en salarios".

La FEM pone el foco en el empleo

En tanto desde la Federación Económica de Mendoza (FEM), afirman que la medida cayó muy porque se da en un contexto de alta inflación y recesión económica y que la prioridad de las pymes mendocinas es hoy la cuidar el empleo. En ese sentido Adolfo Brennan, Pro Tesorero de Comercio y Servicios en FEM, dijo que "cuidar el empleo es pagar dignamente lo que el trabajador necesita y reconociendo que la inflación ha ido por encima de las actualizaciones de los salarios. Por eso vamos a priorizar cuidar el empleo a dar una actualización que en muchos casos no se puede pagar".

El malestar de los empresarios no solo es por los $5.000 sino porque entienden que lo que ha hecho el gobierno es desplazar el problema de los atrasos salariales al sector empresario cuando en realidad el principal responsable de la situación es el propio programa económico instrumentado por el gobierno de Macri.

También hay que destacar que cuando en una provincia como Mendoza se habla de empresas en ese rubro también entran pequeños comercios que apenas tienen uno o dos empleados y que por consecuencia de la mala situación económica acumulan entre enero y octubre una caída en las ventas equivalente al 5%, según datos relevados por CAME.

Al respecto Brennan aseguró que en varias oportunidades se le planteó al ministro de Producción y Trabajo Dante Sica que una medida de este tipo no haría más que generar problemas, sin embargo, el gobierno avanzó con el acuerdo y ahora el problema es de los empresarios.

En ese sentido concluyó: "No es que no se quiera pagar, sino que es muy difícil. Hay negocios donde se pasan mañanas o tardes enteras y apenas meten dos o tres tickets. El empleado sabe cuál es la situación de la empresa y se preocupa tanto como el dueño cuando no hay consumo. Por eso creo que el pago del bono se llevará de la mejor manera que se pueda". 

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