¿Por qué siempre tenés espacio para el postre?

Hay una razón biológica por la que podemos atorarnos con una gran cena y aun así comer algo dulce.

¿Por qué siempre tenés espacio para el postre?

Por: Mendoza Post

Una de las cosas más raras de las Fiestas es cómo pese al sentirnos del todo satisfechos después de un gran banquete de fin de año, sin embargo, siempre nos queda un lugarcito para el postre.

Al parecer la respuesta está en la variedad.

Y es que según explica esta especialista en The New York Times, al ver y comer la gran cantidad de diferentes alimentos que por lo general se ofrecen en una mesa durante festiva, es específicamente la variedad la que estimula el apetito.

Este "efecto de la variedad" es una adaptación evolutiva que nos fue muy útil en una época anterior, y que seguramente sin ella no estaríamos en la Tierra ahora.

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Imaginemos a nuestros antepasados dándose un atracón de carne, pero que luego se toparan con una mata de frutillas maduras, pero todos estuvieran demasiado llenos como para comérselas. 

En ese caso, saltarse el postre significaría perderse una reserva de nutrientes importantes que nuestros antepasados no podían permitirse. 

Es por eso que en la variedad de la alimentación durante un gran banquete siempre nos queda un "hueco" natural y heredado de nuestros antepasados para dar un shock de dulce antes de caer rendidos por la comilona.

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