Lo que no tenés que meter en el lavaplatos por nada del mundo

Parece fácil de usar, pero si querés que te dure más tiempo hay ciertos tips para tener en cuenta.

Lo que no tenés que meter en el lavaplatos por nada del mundo

Por: Mendoza Post

El lavaplatos es un electrodoméstico que llegó para quedarse. De a poco, se va convirtiendo en un gran aliado para "dar una mano" en cuanto a las tareas domésticas.

Y si bien parece fácil usarlo, hay algunas cosas a tener en cuenta para poder conservarlo como es debido. De hecho, no todos los utensilios de cocina se pueden colocar dentro de él.

Un artículo de La Vanguardia explica cuáles son los objetos que por nada del mundo deberías introducir en el lavaplatos y, de paso, cómo hacer para limpiarlos.

1. Utensilios de madera

Son ideales para dar un toque rústico a nuestras cocinas y están prácticamente en todos los hogares, pero su porosidad y tendencia a retener la humedad los convierte en un material perfecto para que se asienten todo tipo de bacterias.

En estos utensilios se puede crear biofilm, unas colonias de bacterias organizadas por jerarquías que son muy difíciles de eliminar y que, en el peor de los casos, pueden provocar una intoxicación alimentaria, aseguran los expertos.

Ver también: Trucos de limpieza para que la mampara del baño te quede impecable

El lavavajillas alcanza temperaturas muy elevadas que pueden dañar fácilmente el barniz de estas piezas de madera. Una vez se ha desgastado esta capa protectora, si no las secamos correctamente, es muy fácil que las bacterias se asienten.

La humedad y las altas temperaturas no serían lo único que podría dañar la madera. El detergente químico que se usa para el lavavajillas también puede estropearla. Son productos demasiado fuertes para este tipo de material.

Para evitar estos problemas, es mejor optar por la cubertería de metal de una sola pieza. Es más funcional y podemos lavarla sin problemas en el lavavajillas.

2. Tápers de mala calidad

Este artículo recomienda que nos fijemos en si los tápers son aptos para lavavajillas. Los que tienen impreso en sus paredes el icono de ?Apto para alimentos' (un tenedor acompañado de una copa) suelen estar preparados para lavarse de este modo. Algunos lo indican directamente con un pequeño dibujo de un lavavajillas.

Ver también: De esta manera podes evitar los gérmenes en la cocina

Si el táper no es apto para lavavajillas y lo limpiamos de esta forma, estaremos contribuyendo también al desgaste del material y por lo tanto a reducir su vida útil. Del mismo modo, si lo exponemos a temperaturas para las cuales no está preparado, el recipiente se deformará y envejecerá antes. Esto ocurre con todos los elementos de nuestra cocina que sean de este material.

3. Artículos de aluminio y cobre

Tampoco debemos lavar de este modo los artículos de aluminio y de cobre: la disolución del agua y el jabón pueden dañar estos materiales

4. Sartenes y ollas antiadherentes

A no ser que en el etiquetado indique lo contrario, no es recomendable poner en el lavaplatos todas aquellas ollas y sartenes que tengan un recubrimiento antiadherente. Los jabones que usamos para este electrodoméstico son tan agresivos que podrían dañarlas y hacer que desprendan trozos con el uso.

Lo mejor para limpiar este tipo de utensilios es pasarles un trapo suave y un poco de jabón. Son materiales fáciles de limpiar y no hace falta frotar demasiado. A veces, si no tienen mucho aceite, pasándoles un papel de cocina es suficiente

5. Cerámicas o arcillas mal barnizadas

Por el mismo motivo que los utensilios de madera, los recipientes cerámicos no deben ir al lavaplatos. Una vez deteriorada la capa protectora es muy fácil que se introduzcan patógenos y sobre todo si los sometemos a altas temperaturas y a ambientes húmedos. Lo mejor es lavarlas a mano con un jabón suave y secarlas muy bien.

6. Artículos sobredimensionados

Si descuidamos este punto, podríamos estropear el electrodoméstico y dañar el artículo que pretendíamos lavar. Debemos fijarnos bien en que el utensilio no entorpezca el giro de los brazos de lavado.

7. Tapa de la olla a presión

También debemos tener cuidado con todos los utensilios con accesorios de goma, como las ollas a presión o las piezas de robots de cocina. Es importante no meter estas gomas en el lavaplatos porque, al igual que sucede con los recipientes plásticos, se pueden deformar y perder efectividad. Además, si usamos detergentes en polvo pueden quedar partículas atrapadas dentro de los conductos de estas válvulas y, como consecuencia, obstruirse.

8. Cuchillos afilados y cristales finos

Los cuchillos grandes y afilados que usemos en cocina tampoco deben lavarse en el lavavajillas. Si los limpiamos de este modo pueden desafilarse debido a las altas temperaturas que alcanza el electrodoméstico. 

Ver también: Las mejores ideas para reutilizar los frascos de vidrio

El mango también podría dañarse si es de madera o de un plástico que no aguante el calor.

9. Utensilios sucios, etiquetas o pegamentos

Los platos con trozos de comida, los utensilios con etiquetas o con pegamentos tampoco deben ir al lavaplatos. En el caso de los primeros, con retirarles lo más gordo con los cubiertos y enjuagarlos un poco es suficiente para que el filtro no se obstruya. Con las etiquetas sucede lo mismo. Por no retirarlas podríamos estropear nuestro lavavajillas.

En cuanto a los utensilios con pegamentos, la respuesta es simple: el lavaplatos alcanza temperaturas muy altas y puede deshacer los pegamentos, separando las piezas que une.

Esta nota habla de: