Rodolfo Suarez al Post:  "Al gobierno de Milei hay que darle gobernabilidad"

El ex gobernador y actual senador nacional dijo que discutir el DNU tema por tema llevaría dos años.

Rodolfo Suarez al Post: "Al gobierno de Milei hay que darle gobernabilidad"

 En su primera experiencia como senador nacional por Mendoza, al ex gobernador Rodolfo Suarez le tocó enfrentar nada más y nada menos que el tratamiento y votación del DNU 70/2023 (Decreto de Necesidad y Urgencia) del presidente Javier Milei.

El polémico decreto que está vigente, da vuelta al país como una media, reformando códigos jurídicos, derogando leyes y promoviendo más de 300 reformas en 366 artículos.

Este fue el DNU que Rodolfo Suarez votó a favor por su aprobación el jueves pasado pero que finalmente fue rechazado por el pleno del Senado por 42 votos a 25.

Aunque el DNU no se puede votar tema por tema, sino que debe votarse como un paquete cerrado, para Suarez, si esos temas se enviaran por separado al Congreso, la discusión y aprobación de todas las reformas se demoraría más de 2 años.

En un mano a mano con Mendoza Post, Suarez ahondó en por qué el DNU tiene que ser aprobado cuánto antes en la Cámara de Diputados, se refirió a si es o no constitucional, desdramatizó su aplicación y argumentó los motivos para darle esta herramienta al gobierno nacional.

¿Cuáles fueron los motivos por los que apoyó la aprobación del DNU 70/2023 que finalmente fue rechazado esta semana en el Senado de la Nación?

Bueno, el primer motivo tiene que ver con la gobernabilidad. Es un gobierno que lleva pocos meses de gestión y hay que darle los instrumentos necesarios para que tenga éxito y, además, para poder reclamarle a ese gobierno y que no tenga como excusa en el futuro, que no se le dieron las herramientas para gobernar.

En este sentido, el presidente de la Nación (Javier Milei) fue muy claro en la campaña electoral sobre lo que iba a hacer, y este DNU refleja lo que el presidente dijo en la campaña y que fue lo que la gente votó. Más del 55% de la población apoyó este cambio.

El segundo motivo es que entiendo que el DNU no es una novedad para la Argentina, no es que se haya inventado esto. El Gobierno está utilizando una herramienta ampliamente utilizada en la historia reciente de nuestro país por lo que nadie puede sorprenderse.

Muchos dicen que es inconstitucional. Bueno, si es así, todos los DNU entonces son inconstitucionales. La constitucionalidad de un DNU no tiene que ver con la amplitud de este, por lo que creo que perfectamente este DNU resiste el test de constitucionalidad, porque está dentro de lo que la Ley 26.122 establece para dictar un decreto de necesidad y urgencia.

El tercer motivo, es en cuanto a si está justificada la necesidad y urgencia, y por supuesto que está justificada. Estamos ante un descalabro económico en el país que obliga a tomar medidas urgentes para salir de esta situación.

Además, este DNU deroga o modifica muchísimas leyes que vienen desde el año 1914 a 2022, muchas de ellas dictadas en gobiernos de facto (dictaduras militares), más del 60% de las leyes son anteriores a la era digital o a la revolución de internet y eso ha tenido muchísima influencia en la economía. En definitiva, lo que tenemos es un anacronismo legislativo entre lo que hay y lo que es la realidad.

Tengo la impresión, después de haber visto todo lo que se ha debatido en los medios y en el Congreso, que gran parte de los legisladores nacionales hubiesen estado dispuestos a votar un DNU, pero no tan amplio y profundo como este, con facultades delegadas o privatizaciones, en donde no podían tratarlo punto por punto, sino solo aprobar o rechazar.

Bueno, pero es lo que establece la Ley 26.122 que es una ley que fue sancionada en su momento por el Congreso de la Nación, no es una normativa que haya sido impuesta por otro DNU, por lo tanto, fue el Congreso el que permitió esto.

Pero, además, si el Congreso de la Nación tuviese que discutir tema por tema lo que propone el DNU, creo que estaríamos dos o tres años debatiéndolo, y los cambios tienen que ser rápidos porque la gente no la está pasando bien. No la está pasando bien nadie, ni los Estados, ni los jubilados, ni los que trabajan, a los que tampoco les alcanza la plata. Entonces los cambios hay que hacerlos rápidamente para salir de esta situación.

Por otra parte, el DNU puede ser estudiado igual, los legisladores tienen tiempo suficiente para ver cada uno de los temas. Tiene aproximadamente 17 temas, que van desde la energía, lo laboral, los biocombustibles, el tema aeroespacial, la modernización del Estado, todos temas importantes y necesarios.

Y otro tema importantísimo es que los gobernadores están hablando con el Poder Ejecutivo, a partir de la convocatoria que hizo el presidente de la Nación el 1 de marzo por el Pacto de Mayo.

Nosotros, los senadores, somos representantes de las provincias. Resulta que nuestros gobernadores están hablando en un ámbito institucional con el Ejecutivo y en el Senado votan en contra. Eso hace mucho ruido.

Ver: Milei está demasiado solo a merced de gauchos malos y cantores

¿No se justificaba?

Claro que no, porque además de la mesa de diálogo en curso con los gobernadores, en el Senado estaba conformada la Comisión Bicameral del DNU, que esperaba la asistencia de expertos que expusieran ante el cuerpo para dar un dictamen.

Inclusive, en la sesión del Senado se pidió una prórroga de 15 días, solo 15 días para evaluar el DNU a la espera del trabajo de la comisión y también de cómo resultase el diálogo de los gobernadores con el presidente, y tampoco accedieron a esa prórroga.

Entonces, todos estos temas me llevan a pensar que hay una fuerza política, histórica de la Argentina, que si no están ellos en el poder no dejan gobernar a nadie y esto es una constante en la historia nacional.

Porque si nos ponemos en contra del DNU esto tiene repercusiones en los mercados, en la credibilidad, esto es una noticia internacional y estos temas exigen ser muy responsables y cuidadosos. Todo lo que decidimos afecta en la economía porque unas de las variables más importantes de la economía son la confiabilidad y la certidumbre.

Y en un país donde no hay confianza ni certidumbre se dificultan mucho más las cosas y todo esto perjudica a la gente.

¿Y cómo cree que le va a ir al DNU en la Cámara de Diputados de la Nación?

Bueno, espero que no corra la misma suerte que corrió en el Senado, que la Corte de Justicia de la Nación resuelva rápido esta impugnación parcial en materia laboral o que la ley que están negociando los gobernadores pueda absorber esos temas.

Y que el Gobierno nacional encuentre las herramientas y en eso, el Gobierno nacional también tiene que hacer el esfuerzo de encontrar el diálogo para que esto salga adelante.

Justamente, le iba a preguntar, porque su estilo cuando fue gobernador es exactamente lo opuesto al del presidente Javier Milei, es lo contrario. ¿Usted ve que el Gobierno nacional pueda tender puentes para negociar y además cambiar ese estilo que tiene?

Sin lugar a dudas ese estilo no ayuda, pero es el juego de la política y este estilo posiciona al presidente ante la sociedad porque él manifiesta un sentimiento que hay en la gente de que la política no ha dado los resultados que tiene que dar.

Hace muchos años que no se crece, no crece el empleo formal sino solo el informal, la inflación no para y todo eso produce mucha angustia y rechazo de la ciudadanía a la política. Y en el juego de la política, el presidente, con sus modos y sus formas, utiliza esto para posicionarse para mantener capital político para gobernar.

¿Cree que con una postura más dialoguista podría haber avanzado más o es algo incomprobable?

Cuando se habla de posiciones dialoguistas, creo que tiene que ver con determinados sectores políticos, con partidos políticos provinciales que tienen más razonabilidad en el manejo de la cosa pública y creo que ahí puede funcionar.

Ahora, hay un sector, vuelvo a decir, que si no gobiernan ellos no gobierna nadie, lo han hecho en distintos gobiernos. ¡No puede ser que el logro de un gobierno sea terminar el mandato! Eso no pasa en ningún lugar del mundo.

¿Se está refiriendo al peronismo?

Claro, por supuesto, siempre ponen palos en la rueda, pareciera que el poder tiene que ser de ellos sí o sí y eso es lo que tiene que cambiar en la Argentina, con mayor institucionalidad, con mejor funcionamiento de lo que es el diálogo y la discusión política. Obviamente, en algunos aspectos el Gobierno nacional no ayuda.

Le tomo esto último porque veo que el Gobierno nacional se la agarra contra algunos legisladores radicales, pero la verdad es que si los tres radicales que no apoyaron el DNU hubiesen votado a favor, igual no podrían haber cambiado la suerte del resultado. Había otros legisladores votando en contra y el kirchnerismo, que era sabido que iba a votar así.

En el radicalismo hubo una abstención y dos votos en contra, pero la mayoría de los radicales votaron a favor del DNU, no obstante que el presidente del partido (Martín Losteau) votó en contra pero el resto votó todo a favor.

El presidente (Javier Milei) tiene que distinguir, no meter a todos en la misma bolsa, porque trata a todo el mundo de rata, de corrupto, de esto y de lo otro y eso no es bueno, las generalizaciones no son buenas en ningún sentido.

¿Cree que los gobernadores van a poder llegar a un acuerdo con el Gobierno nacional?

Tengo la esperanza de que sí, el diálogo se está llevando adelante; espero que se vaya generando confianza y previsibilidad, que son los elementos fundamentales que le hacen falta a la economía argentina para salir adelante.

Ver: Uno por uno, así votaron los senadores el DNU de Javier Milei

¿Cuándo usted asumió como gobernador, asumió en una situación macroeconómica difícil pero hoy es muchísimo peor para el gobernador actual?

Con distintos matices y variables la situación de la Argentina es difícil hace mucho tiempo. Cómo dije recién, lo es para la familia, para los jubilados, pero también para los Estados porque hay menos consumo y menos recaudación, se han eliminado los subsidios al transporte, al incentivo docente, y otras decisiones que se están aplicando y es muy difícil así.

Se lo pregunto a partir de su experiencia como gobernador. ¿Es posible tener un transporte público que funcione sin subsidio, que la educación funcione desfinanciada o que las tarifas de los servicios públicos se cobren a precio internacional, o haría falta un proceso más largo?

Es distinta la situación de cada provincia. Nosotros en Mendoza, no somos lo mismo que en provincias como La Rioja, Catamarca o Santiago del Estero, donde el 95% de sus ingresos son de la coparticipación.

En el anterior gobierno kirchnerista Mendoza fue una de las provincias más perjudicadas en el reparto de fondos discrecionales de la Nación, por lo que no nos afecta tanto esto como a estas otras provincias que les venía todo de la Nación.

Allí hay gobernadores que se preocupaban en tener una buena planta de empleados públicos, porque con eso tenían un poder político total en sus provincias y no se preocupan en generar riquezas.

En Mendoza ha sido distinto, gran parte del subsidio al transporte público de pasajeros es con fondos del Estado provincial, y eso se ha hecho con previsión, con superávit fiscal.

Es decir, seguimos con un modo de gestión que inició en su primer gobierno el gobernador Alfredo Cornejo, donde no se gasta más de lo que se tiene, no se nombran empleados públicos haciendo política, la planta de empleados estatales se sigue achicando.

Fíjese lo que ha pasado en la Provincia de Buenos Aires, que el gobernador ha tenido que llevar adelante una suba de impuestos descomunal para poder reemplazar todos los ingresos que recibía graciosamente desde la Nación y ahora le dejaron de enviar.

Acá en Mendoza, al contrario, hace muchos años que venimos implementando una baja constante de impuestos mientras que lo que está ocurriendo en la Provincia de Buenos Aires tiene que ver con lo que dejó recibir de la Nación.

Pero no se ocupan de bajar el gasto público, de hacer el Estado más eficiente, sino que ahora, cuando les dejaron de mandar plata de la Nación, van y se lo sacan con más impuestos a la gente.

Al final, los regímenes de promoción industrial que se aplicaron desde la década del 80 para acá, que en el caso de Mendoza quedó rodeada de ese régimen y le hizo muy mal, sumado a regímenes similares en Tierra del Fuego ¿le sirvieron a la Argentina para desarrollar esas regiones o terminaron retrasando a las provincias que motorizaban la economía?

Si es por las variables económicas de la Argentina, no han servido. Creo que este tipo de regímenes pueden ayudar momentáneamente, temporalmente a una provincia, pero acá lo que hay que dejar es que el mercado y las empresas funcionen libremente.

Recuerdo una anécdota que siempre cuento. En un viaje que hice a California, Estados Unidos, antes de ser gobernador, estuve reunido con la gente del gobierno californiano y tenga en cuenta este dato: California tiene el segundo PBI (Producto Bruto Interno) más grande del mundo y entonces yo les pregunté, ¿cómo lo hicieron?, y ellos me respondieron, "no hemos hecho nada, hemos dejado".

¿Hemos dejado hacer le dijeron?

Claro, hemos dejado hacer, no estorbamos, no entorpecemos, dejamos que las cosas se vayan desarrollando, pero bueno, eso en un país que tiene un marco estable, con seguridad jurídica, con previsibilidad, con confianza.

Y en Argentina tenemos todo para hacer un gran país, tenemos todos los climas, todas las regiones, tenemos mar, montañas por eso fuimos hace 100 años una de las potencias económicas del mundo.

Presentó su proyecto para eliminar las PASO (Primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias). ¿Qué expectativa tiene de que prospere?

Vamos a ver, pero he presentado este proyecto porque tiene que ver con distintos temas. El primer tema es el de la economía en general, que se ve muy afectada por este calendario electoral tan extenso. La gente empieza a especular antes de las PASO si invierte o no invierte, si toman o no empleo.

Después de las PASO vienen los planes platita y la emisión, porque esto es como una gran encuesta, que si el Gobierno oficialista pierde tiene que poner todo en la calle con una emisión increíble para ponerle plata a la gente y revertir esas elecciones.

Después viene la General y el Balotaje, y además el Estado es el que paga todo esto, el Estado es el que paga a los presidentes de mesa, la publicidad, las boletas que también tienen un costo económico.

Y creo que esto, al final, no ha servido tampoco para mejorar la representatividad política porque, de hecho, es un dato de la realidad que hay un divorcio entre la política y la gente. No es que las PASO hayan venido a mejorar la representación política. ¡Hay años que hay que votar hasta 7 veces!

Este país no está en condiciones de que esto funcione así y creo que los partidos políticos tienen que buscar la mejor forma de encontrar su oferta electoral para la ciudadanía.

Para eso existen las encuestas y el diálogo, para ver cómo se posicionan, para ver quiénes son los mejores y no producir este gasto enorme a la gente.