Siete años después del default, IMPSA cobraría la deuda venezolana

Las negociaciones con Corpolec "han tenido avances significativos" y, además de cobrar la deuda, se reactivarían los trabajos de IMPSA en Venezuela. Una gran noticia para la empresa, ahora controlada por el Estado.

Siete años después del default, IMPSA cobraría la deuda venezolana

Por:Santiago Montiveros
Director periodístico

Las crisis en Brasil, pero principalmente la deuda de Venezuela, llevaron a IMPSA a caer en default en 2014, algo impensado décadas atrás para la empresa más universal de Mendoza, referente en América y el resto del mundo. Desde entonces, la compañía atravesó un proceso de reestructuración accionaria y logró subsistir hasta la reciente capitalización que incluyó al Estado como accionista mayoritario.

Hoy, siete años después del inicio de la tormenta en IMPSA, finalmente la empresa podría cobrar aquella deuda del Gobierno de Venezuela que originó la debacle de la compañía en manos de la familia Pescarmona, que hoy apenas conserva un puñado de acciones. Así se dejó explícito en el reciente informe de Estados Financieros Consolidados, firmado semanas atrás por los flamantes síndicos de la empresa.

"El Directorio de IMPSA considera que, atento a que las recientes negociaciones con Corpoelec han tenido avances significativos, se percibirá la totalidad de los créditos mencionados", señaló la empresa mendocina en el informe, en referencia a la empresa estatal venezolana de energía que adeuda cientos de millones de dólares. "La Sociedad ha venido realizando diversas acciones con el fin de obtener la cancelación de dichas acreencias", agrega.

Alberto Fernández y Rodolfo Suarez meses atrás en Impsa.

En relación a la deuda que tiene el Gobierno de Nicolás Maduro con IMPSA, desde la empresa señalaron que "los saldos remanentes a cobrar de Corpoelec al 30 de junio de 2021 ascienden a 12.174 millones de pesos (unos 125 millones de dólares al cambio oficial), los que representan el 30,17% del total del activo". Sin embargo, más allá de esos créditos, el contrato de esta obra que se paralizó en 2014 ascendía a más de 1.200 millones de dólares.

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