Los créditos UVA son una de las pocas alternativas para adquirir una vivienda

Los créditos UVA son una de las pocas alternativas para adquirir una vivienda

Por: Mendoza Post

Hay una realidad concreta en Argentina desde hace muchos años y que afecta a un sector importante de la sociedad y es el déficit habitacional. Como el mismo nombre lo indica, se trata de un problema concreto y es que miles de personas no pueden acceder a una vivienda propia por diversas razones, principalmente económicas.

A partir de este problema surgen muchas alternativas acerca de cómo solucionar el problema, pero la realidad es que viendo el tiempo hacia atrás, poco se ha logrado. Y lo más complejo, y que preocupa a muchos, es que se trata de una dificultad que pueda ser solucionada en el corto o mediano plazo, ya que se trata de algo estructural, por lo cual se necesitan políticas de Estado claras a largo plazo para poder encontrar respuestas.

Poca y nula oferta crediticia: primeras causas del problema

Algo que diferencia a Argentina de muchos otros países del mundo en materia de viviendas, es que hay poco o más bien nulo acceso a financiamiento de viviendas, inclusive con tasas que sean más bien altas. Debido a la poca previsibilidad que hay en el país, los bancos muchas veces prefieren no ofrecer créditos hipotecarios, en donde se tienen que fijar plazos de varias décadas (además de que sostienen que no cuentan con el debido apoyo estatal para poder ofrecer este tipo de créditos).

Por otro lado están los usuarios, los clientes de los bancos. Éstos en primer lugar se encuentran con que no tienen posibilidades de crédito, por la falta de oferta y en otros casos, porque no aplican por los requisitos que tienen. Ahora bien, quienes sí pueden aplicar a un financiamiento a largo plazo, muchas veces dudan si ingresar debido a que las reglas de juego pueden cambiar de un momento a otro y se podrían encontrar, por ejemplo, imposibilitados por algún motivo a afrontar el pago de las cuotas.

Créditos UVA: un crédito poco atractivo

Dentro de la poca oferta que hay de créditos actualmente, un producto que tiene esporádicas (en comparación con la cantidad de propiedades que hay a la venta) solicitudes a los fines de financiar una vivienda, es el crédito UVA. Es el financiamiento que se ajusta en virtud de la inflación, es decir, en la actualización que va teniendo la Unidad de Valor Adquisitivo según el incremento que tiene el Índice de Precios al Consumidor. Lo que sucede es que mantiene el valor actualizado de deuda, pero el problema es que los salarios no se incrementan en el mismo porcentaje, por lo que ocasiona inconvenientes varios más bien pensando en el mediano o largo plazo.

Muchas personas desean saber de cuáles deben ser sus ingresos para poder acceder a un crédito con estas características, que tiene dentro de sus objetivos que el valor de la cuota no exceda el valor de un alquiler, por ejemplo. En las condiciones que ofrecía el Banco Nación hasta hace algunos meses, si alguien quería adquirir una propiedad de unos USD 80 mil en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y financiando el 80% del valor de la misma, se debía contar con ingresos de al menos un poco más de $400.000 y la cuota iba a ser estimada en unos $100.000 por mes. Se puede ver así con suma claridad, que de entrada el valor mensual ya no cumple con lo antes dicho, que debía ser equivalente a un mes de alquiler.

Eficiencia en los créditos: lo que se necesita

Los especialistas en el mercado inmobiliario coinciden en que se deben ir creando condiciones necesarias a los fines de que en Argentina nuevamente haya más y mejores créditos inmobiliarios para reducir paulatinamente el déficit habitacional vigente. En primer lugar, destacan que de a poco se debe ir generando mayor confianza en la economía general, que se puede lograr mediante medidas concretas de política macroeconómica, que sean previsibles más bien pensando en el largo plazo.

Y por otro lado, sostienen que una de las cosas más importantes es que se controle y se baje la inflación. Creen que ese es el punto clave y de partida, porque hoy los bancos por la poca confianza que tienen, no quieren prestar plata a 30 años con una tasa fija de interés, sin saber de cuánto va a ser la inflación en el futuro, es decir, no pueden tomar compromisos de ese tipo.

Créditos privados: una alternativa que crece pero con límites

Debido a que la oferta de créditos por parte de los bancos es prácticamente nula, hoy en día, quien desea acceder a una propiedad como puede ser una vivienda, un lote, un departamento o similar, se encuentra con algunas opciones de crédito privado o financiamiento por parte de desarrollistas. La operatoria no es demasiado compleja: una empresa constructora 100% privada que realiza emprendimientos, que por su capacidad económica pueden financiar con una entrega inicial del comprador y luego cuotas a 10 o 20 años como si fueran préstamos personales, ajustándose ellas en virtud del Índice del costo de la construcción (ICC), que se actualiza en porcentajes muy próximos a la inflación.

Ley de Alquileres: la situación actual

Otro tema importante que en estos días se encuentra debatiéndose en la Cámara de Diputados de la Nación es sobre la modificación a la Ley de Alquileres, que después de su dictado trajo numerosas controversias. Hay dos propuestas concretas que se basan en brindar a los propietarios beneficios desde el punto de vista tributario a los fines de que efectivamente se encuentren atraídos en colocar un inmueble en alquiler. Otro de los proyectos también propone que se reduzca el plazo del contrato a como era antes, es decir, a 2 años.

También, otro punto que se debate y que genera muchas rispideces es acerca de si el valor de los alquileres se debe regular o no. Hay quienes afirman que no, que debe regularse por la oferta y la demanda y hay quienes sostienen que la actualización se debe dar en virtud de una fórmula entre el Índice de Variación Salarial (RIPTE) y del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Para finalizar diremos que sin dudas en Argentina el problema de acceso a la vivienda es estructural y son muchos los factores que inciden para que así lo sea. Pero claro está, el denominador común de todas las opiniones (desarrollistas, población y actores políticos) es que se debe lograr mayor y mejor previsibilidad en el largo plazo, solucionando cuestiones económicas, que hagan que la oferta de propiedades sea más amplia y que al mismo tiempo haya más acceso a ellas mediante créditos hipotecarios.

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