Javier Espina: "El desafío post Covid es recuperar el turismo internacional"

El director del Consejo Federal de Turismo afirmó que es crucial para ingresar divisas.

Javier Espina: "El desafío post Covid es recuperar el turismo internacional"

 El turismo, una de las últimas actividades que se sumó como protagonista de la matriz productiva provincial y nacional sufrió un parate desolador con la pandemia, sobre todo en 2020. Este año, a pesar del tsunami de Omicron, la actividad marcha a buen ritmo pero no en plenitud. El mendocino, Javier Espina, ex ministro de Turismo de Mendoza en el gobierno de Francisco Pérez, ex asesor de Turismo en la última intendencia de Omar de Marchi, en Luján y actualmente titular del Consejo Federal de Turismo, habló de los desafíos turísticos que le esperan a Mendoza y el país, cuando dejemos la pandemia atrás.

¿Cual es el futuro que se avizora para el turismo post pandemia?

El primer desafío más importante para la Argentina, cuando la pandemia concluya, es recuperar el turismo internacional, porque nuestro país estaba entre los más receptivos de Sudamérica y tenía una cantidad muy grande de turistas vacacionales, corporativos, y de eventos. Esto viene atado, claramente, al tema de la conectividad aérea y de cómo funcionen los países vecinos por vía terrestre. Creo que en cuanto la demanda empiece a funcionar nuevamente y los países del Norte empiecen a moverse, nosotros vamos a quedar en una buena posición.

- ¿Eso se va a dar rápidamente?

Veremos. Habrá que trabajar para recuperar la confianza de los turistas porque lo que hoy vemos a nivel internacional es que la gente no está viajando. Como ocurre en la Argentina, la gente, en el mundo, se está quedando en sus países y viajando allí.

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Pero lo positivo es que el mundo va a salir a recuperar ese turismo internacional porque genera divisas y tiene un público que demanda ese servicio. Creo que muchas naciones apostarán fuerte por el turismo, no solo nosotros, porque genera de manera muy rápida movimiento en la economía y también en el empleo.

- ¿Y cuál será el desafío para Mendoza?

Tenemos dos desafíos: el aprovechamiento turístico de la montaña y del agua, me refiero a los espejos de agua que hay en la provincia. Y esto que digo, lo afirmo haciendo una autocrítica que ya hice en su momento cuando fue Ministro de Turismo de la Provincia, porque si hubo algo que me quedó pendiente en mi fue el desarrollo del dique Potrerillos.

- ¿Cuál fue el obstáculo, político o un conflicto de propietarios?

¡No, no, con los propietarios no hay ningún problema! Es un problema de decisión política e inversión, y de tener el dinero para hacerlo. Cuando fui ministro nunca pudimos avanzar, ni tampoco logré convencer al gobierno al que pertenecía en ese entonces, de qué Potrerillos necesitaba inversión e infraestructura para desarrollarse turísticamente porque valía el esfuerzo. Hubo otras prioridades más inclinadas a salud y políticas sociales que son muy importantes y difícil de oponerse.

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Pero para poner un ejemplo, en Luján pudimos ensayar esa idea con Luján Playa, donde, recuperando un espacio con mínimas inversiones en infraestructura, se recuperó un lugar del río al que la gente ya iba en cantidad y al que ahora puede acceder con seguridad y tiene servicios.

- ¿Y la montaña?

Del desarrollo turístico de la montaña mendocina hay que rescatar lo que está haciendo el gobierno de la Provincia de Mendoza, que ha diseñado un plan para recuperarla con varios ejes a seguir. A mí me parece muy importante ese plan porque es muy consistente, es ambicioso en términos de inversión, prevé un desarrollo integral que incluye un tren como atractivo turístico.

Despues, hay que ver el tema de Penitentes, pero sería interesante que siga teniendo mucha cama e infraestructura para recuperarlo, no ya como un centro de ski, porque lamentablemente el cambio climático lo sacó de ese rubro, pero sí como un centro de montaña que funcione todo el año. Creo que el plan del gobierno es ese.

- El regreso de la actividad en la pandemia se concentró en el turismo interno ¿Como resultó finalmente?

Lo interesante, es que se logró que la gente conozca nuevos lugares turísticos en Argentina y que nuevos segmentos de viajeros, como los jóvenes, se desplazaran a lugares que antes no iban.

- ¿Por ejemplo?

La Patagonia. Los jóvenes no vacacionaban masivamente en verano allí y ahora sí. Bariloche, Villa La Angostura, El Bolsón, toda la cordillera de Neuquén, Río Negro y Chubut está llena de jóvenes y no estoy contando los de los viaje de egresados a Bariloche.

También en Mendoza, donde uno ve muchos grupos de amigos, jóvenes adultos, independientes, que tienen su trabajo y un buen poder adquisitivo y están viniendo a nuestra bodegas porque despiertan al mundo del vino, ahí por los 30 años.

Del mismo modo, en esta temporada han salido con fuerza a competir nuevos destinos turísticos como Tucumán, Jujuy o Santiago del Estero que ya venía trabajando en una sólida agenda turística deportiva, además de las Termas de Río Hondo donde levantaron un gran centro de congresos. San Juan, por su parte, está construyendo tres o cuatro hoteles de categoría 4 y 5 estrellas para ampliar la oferta porque está creciendo.

De hecho, el Ministerio de Turismo de la Nación presentará este año una ley de incentivo a las inversiones porque lo que vemos es que no hay que parar este desarrollo que además genera empleo.

El único inconveniente a futuro y será otro desafío contra el que tendrán que competir es cuando se abran las fronteras internacionales porque está claro que va a haber una estampida hacia el exterior.

- ¿Cómo resultó la experiencia del Pre-viaje para el sector?

El Pre viaje ha sido clave porque además es un financiamiento para la actividad que partió de los propios turistas que tenían que comprar y pagar por anticipado para acceder al beneficio y eso le adelantó muchos fondos al sector.

Con este sistema, el turismo recibió unos 100 mil millones de pesos anticipadamente, que es una inyección muy importante de recursos y otro dato positivo es que el 50% de ese paquete lo vendieron agencias de viaje, que fue uno de los sectores que más sufrió la pandemia. Ellos sí que no tuvieron alternativa de nada porque las agencias trabajan mucho con el internacional, el corporativo y con los eventos.

- ¿Qué pasará con las aerolíneas? ¿Hay que esperar menos vuelos en el futuro?

No se ven grandes caídas de la industria aerocomercial, hubo muchos salvatajes de los Estados y aunque deben tener problemas de rentabilidad y sustentabilidad, creo que una vez recuperada la demanda van a volver a volar. En Argentina, con toda esta apertura que hubo en los últimos meses el nivel de recuperación de vuelos fue muy importante, pero ahora lamentablemente volvieron a cancelar por el aumento de contagios, porque se te enferman las tripulaciones o porque aunque esté la frontera abierta ponen la barrera muy alta como pasa con Chile, con demasiados requisitos y eso desalienta.