Detrás del pedido de detención a Pablo Moyano, que finalmente quedó trunco, hay toda una trama de acusaciones cruzadas. Carpetazos, aclaraciones, amenazas y ¿justicia?
Una trama de política, justicia, aprietes y medios de prensa
Todo arrancó el pasado 12 de octubre, cuando el fiscal Sebastián Scalera solicitó la detención del líder gremial de los camioneros Pablo Moyano, al considerarlo partícipe de una supuesta asociación ilícita por vinculaciones con la barra brava de Independiente, club en el que se desempeña como vicepresidente.
Ello, en el marco de una investigación de presuntas operaciones ilegales de las que habría tomado parte con barrabravas del conjunto de Avellaneda.
Tras la solicitud del fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, el juez de Avellaneda Luis Carzoglio decidió rechazar la prisión preventiva de Moyano. Pero fue aún más allá: denunció una presunta operación mediática en su contra para "afectar" su "imparcialidad" con un "carpetazo", al tiempo que ratificó que su familia recibió "amenazas de muerte".
Carzoglio, a la defensiva
En ese contexto, embistió duramente contra medios y periodistas: criticó a los diarios La Nación y Clarín por la difusión de datos sobre su pasado reciente. Y también criticó a varios periodistas. Jorge Lanata, Adrián Ventura, Eduardo Feinmann y Luis Majul fueron blanco de las críticas. "No me van a correr con aprietes", dijo visiblemente enojado.
En efecto, hubo una serie de notas que detallaron parte de sus antecedentes en los principales medios de comunicación del país. Se mencionó allí que la fiscalía de Delitos Económicos e Institucionales pidió que indaguen a Carzoglio por dos casos de falsedad en documentos públicos. A su vez, se publicó que el juez acumula dos sumarios en la Secretaría de Control Disciplinario de la Corte de la Provincia.
Ver además: El juez que rechazó la detención a Moyano aseguró que es imparcial
En otro orden de cosas, durante su breve exposición, Carzoglio dijo haber recibido mensajes intimidatorios, pero aclaró que "fueron con posterioridad a haber hecho la resolución" que benefició al dirigente de Camioneros.
El juez acusó además "al personal de la Fiscalía General de Cámara de Lomas de Zamora" por la difusión en los medios del fallo a favor de Moyano.
También apuntó contra la Procuración de la Provincia de Buenos Aires por los datos sobre su carrera judicial que circularon en algunos diarios y canales de televisión y que, a su entender, "sólo tenían" las autoridades de este organismo.
"Este juez es imparcial 100%, no se ha dejado influir ni se dejó presionar. A mí, como juez, no me van a apretar ni perseguir. Hay que terminar con los aprietes y las amenazas", reclamó.
Quien salió a responderle con premura fue el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, quien rechazó sus dichos respecto de filtraciones o "carpetazos" en su contra, y subrayó que la información que circuló sobre su persona es "virtualmente pública".
En diálogo con Canal TN, el funcionario explicó: "Es probable que si uno googlea, esto sale".
Asimismo, se refirió a los encuentros que mantuvo en distintas oportunidades con Carzoglio: "Efectivamente me pidió un par de reuniones y lo recibí dos veces en mi despacho. Me habló de los asados que hacía en el Foro de Avellaneda Lanús, de algunas necesidades de carácter administrativos y de temas vinculados a la Justicia en general. Fueron vaguedades las dos veces, nada concreto".
Conte Grand salió a responderle a Carzoglio
En lo que respecta a la causa judicial que involucra al dirigente camionero Pablo Moyano, Conte Grand contó que el fiscal Sebastián Scalera le dijo que "había hecho un primer análisis del fallo y que era absolutamente infundado, con incongruencias muy notorias y que iban a preparar el recurso de apelación".
Por otra parte, coincidió "absolutamente" con Carzoglio en que "hay que terminar con las presiones" a la Justicia y remarcó que "el fiscal no va a cambiar su actitud procesal por lo que pueda suceder o haya sucedido".
"No veo qué clase de presión nos pueden imputar a nosotros", finalizó.
Esta nota habla de:
