El periodista, que desde hace años destapa actos de corrupción y violaciones a los Derechos Humanos en Rusia, dubastará la medalla para ayudar a los refugiados de la guerra.
Un grupo de políticos y ex funcionarios de diversos países de Europa pidió al Comité del Nobel aceptar la nominación.
El arzobispo anglicano tenía 90 años y su salud estaba deteriorada. Había sido premiado con un Nobel de la Paz por su resistencia pacífica al régimen de segregación racial.