Superó una vida muy difícil y logró ser abanderada a los 68 años

Se trata de Marité de Márquez, oriunda de Tunuyán. Una historia dolorosa con final feliz.

Superó una vida muy difícil y logró ser abanderada a los 68 años

Por: Evangelina Argüello

La protagonista de esta historia es María Teresa Hernández Cobos, más conocida por sus vecinos como Marité de Márquez. A sus 68 años logró ser abanderada del CENS 3443 Ernesto Guevara, de Godoy Cruz.

Nació en el departamento de Tunuyán. Pero cuando tenía tres meses de vida, su mamá biológica la llevó a Mendoza Capital con la intención de dejarla en La Casa Cuna. Si bien estaba decidida a hacerlo, en la terminal de ómnibus, una mujer le ofreció un lugar para vivir.

A pesar de que había conseguido un techo para vivir, ya había tomado la decisión de no criar a su hija por lo que, pasado un tiempo dijo que había encontrado un trabajo, se fue y no volvió más. Por esa razón, Marité fue criada por la familia de acogida, pero no por gusto o amor sino por obligación. 

Marité

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En diálogo con Diario NDI, contó que la mujer que la crió y su marido no tenían hijos por decisión propia, no querían tenerlos. "A mí me pegaban mucho, ¡me golpeaban por todo! Si se me perdía el dinero, o me equivocaba en una compra, o no era lo que me pidieron, me pegaban. Además yo no me quedaba callada, ¡era contestadora!, les decía cuando sea grande, nadie va a poder pegarme", recordó.

La relación con esta gente se terminó por romper cuando la joven quedó embarazada siendo soltera, algo que no estaba bien visto en esa época ni en esa familia. 

Sin embargo,  pasado un tiempo,  su madre de crianza se enfermó y la mandó a buscar para que la cuidara. "Tuve la oportunidad de cuidarla, para mí fue sanar una herida de la infancia, no sé lo que le pasó a ella, pero yo sí me pude curar", afirmó.

La vida de Marité estuvo llena de impedimentos pero nada le prohibió salir adelante y con el tiempo formó pareja. 

Decidió retomar sus estudios en 2021, después de que su esposo se recuperara de una operación. Y empezar de nuevo no fue tan fácil. Desde 1968 que no iba a la escuela. Pero su sueño y también las materias que le gustaban, la impulsaron a seguir estudiando hasta terminar.

Es así que logró ser abanderada del CENS 3443 Ernesto Guevara. Ahora, le queda un año para terminar la especialización en Administración de Empresas y Microemprendimiento del establecimiento.

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