Una senadora mendocina presentó un proyecto de ley para que se garantice el "derecho a desconectarse de los dispositivos digitales fuera de su jornada de trabajo". La también docente no quiere mensajes de WhatsApp después de clase.
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Se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Senadores de la provincia que busca garantizar el derecho de los docentes, ya sea de escuelas de administración pública o privada, a desconectarse digitalmente luego de la jornada laboral. En otras palabras, quieren garantizar por ley el derecho a que, entre otras cosas, no se les envíen mensajes por WhatsApp y otros sistemas de mensajería.
Tras la pandemia de covid-19, se volvió habitual que muchas personas continúen conectadas a sus obligaciones laborales incluso fuera del horario de trabajo. Ya sea llevando tareas a casa o recibiendo mensajes y llamadas una vez finalizada la jornada. El límite entre lo profesional y lo personal se volvió cada vez más difuso, con el consiguiente impacto en la salud y el bienestar. Así lo indica el proyecto de ley que presentó la senadora peronista Cristina Gómez.
En ese sentido, Gómez, oriunda del departamento de La Paz, presentó una iniciativa que tiene por objeto garantizar el pleno descanso de los docentes de las escuelas de la provincia. Es decir, que tengan el derecho a la "desconexión digital".
"La presente ley tiene por objeto garantizar el derecho de las y los trabajadores de la educación a desconectarse de los dispositivos digitales fuera de su jornada de trabajo y durante los períodos de licencias, con la finalidad del ejercicio pleno de su tiempo de descanso, proteger su salud mental y sostener el equilibrio entre su vida familiar con el desempeño de sus tareas laborales", dice el artículo 1 del proyecto de ley.
Según explicó la autora de la iniciativa al Post, la misma surgió de una vivencia personal: "Soy docente, mis hijas y mi hermana también lo son, al igual que muchas amigas, y puedo advertir cómo el trabajo continúa fuera del aula".
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Gómez detalló que, además de la jornada escolar, el cuerpo docente suele dedicar tiempo en sus hogares a la planificación, corrección de actividades. Además atender los grupos de trabajo con otros docentes y directivos, e incluso con los padres. "La carga y los frentes que atiende un docente son tantos, que seguir pendiente de los requerimientos fuera del horario no es saludable ni justo, porque nadie paga ese tiempo que lleva responder", advirtió.
Si bien ya existe una ley nacional -la 27.555- que regula en su artículo 5 el derecho a la desconexión digital, esta normativa se aplica sólo a las personas que realizan teletrabajo. Es decir, personas que trabajan home office o trabajo remoto.
"Todos tenemos derecho a dedicar ese tiempo a la familia, a actividades físicas y recreativas, que también aportan a la calidad del trabajo que realizamos", remarcó la legisladora.
Finalmente, Gómez subrayó que el proyecto busca resguardar la salud mental de quienes educan. "Es una medida que podría abarcar también a otros profesionales, no solo a los docentes. En este caso, implica cuidar a quienes tienen la enorme responsabilidad de formar a las presentes y futuras generaciones", concluyó.
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Consultados por este medio, desde la Dirección General de Escuelas indicaron que aún no habían recibido el proyecto (fue presentado en el Senado hace una semana) y que su análisis deberá esperar. "Lamento decirte que hoy no será posible, tenemos Consejo Provincial de Educación. No había llegado nada por acá", informaron, y agregaron que evaluarán el texto cuando puedan leerlo.
Otras provincias con derecho a la desconexión docente
Existen provincias que ya han avanzado con normativas similares. En Tucumán, por ejemplo, una propuesta impulsada por gremios docentes estableció que los maestros, especialmente del nivel primario, no están obligados a responder consultas de padres fuera del horario laboral.
En la provincia de Buenos Aires, el derecho a la desconexión se incorporó en paritarias. Allí, el Ejecutivo dispuso que, una vez finalizada la jornada laboral, los docentes no deben responder mensajes, llamados o correos institucionales, salvo en situaciones de fuerza mayor. La medida también obliga a directivos y supervisores a respetar este derecho y abstenerse de exigir tareas fuera de horario.
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