El descontrol de los chicos en torno a los cumpleaños de 15 en Mendoza

Este domingo se viralizó el video de un chico de 16 años tendido sobre el ingreso al salón de fiesta Desert Gala, de Luján de Cuyo, durante un cumpleaños de 15. Alrededor de él, estaban los guardias de seguridad que se acercaban y lo movían. 

La difusión de las imágenes, en redes sociales y medios de comunicación, fueron motivadas por una probable agresión que había sufrido el chico a manos de los patovicas, al menos así lo denunciaba su familia. En tanto que este lunes, los encargados de seguridad de la empresa Desert Eventos dieron otra versión, la cual daba cuenta sobre la agresión del adolescente en dos ocasiones tras intentar colarse al festejo. Será la Justicia mendocina la que deberá establecer las responsabilidades en el hecho e imputaciones de delitos, si los hubiera.

Esta introducción es para darle paso a lo que sucede en torno a los cumpleaños de 15 en Mendoza. Hay un circuito que parece complicado, de acuerdo a lo que cuentan algunos padres de adolescentes, que se inicia con la autorización de salir al festejo y finaliza en el regreso.

La lista

Cuando una chica festeja su cumple, tiene invitados a la cena. También invita a otras personas para la fiesta, después de cenar. Muchas chicas, para tener un cumpleaños más popular, les dicen a sus conocidos que inviten, a su vez, a otros conocidos para que se anoten en la lista. En ocasiones, realizan una publicación en Instagram pidiendo que se sumen a la lista para poder ingresar al cumpleaños.

La descripción anterior muestra que no solo irán a la fiesta sus amigos, podrán asistir chicos y chicas que ni siquiera tienen de vista o de nombre.

Ver: Imputaron a dos guardias del Desert por agresiones a un chico de 16 años

Entonces, los amigos de la cumpleañera, más todos los que se anotaron en la lista, acuden poco antes de las 12 al lugar donde se realiza el festejo. Están en la puerta y se impacientan para ingresar a medida que pasan los minutos. Siendo adolescentes, la mecha es corta y comienzan a exigir entrar en pocos minutos. Los patovicas no les abren el ingreso porque los padres de la chica que celebra aún no lo autorizan. Los integrantes de la lista que aguarda afuera deciden que ya es momento de entrar y comienza a empujar los portones o cierres, y los guardias son desbordados.

Una situación así sucedió el 9 de agosto pasado en un salón de fiesta de Luján de Cuyo donde celebraban un cumpleaños de 15. Los que estaban invitados al baile y los que se habían anotado en la lista decidieron empujar el portón hasta abrirlo e ingresar a la fiesta.

Una chica terminó con aplastamiento en distintas partes de su cuerpo y un derrame en el ojo por haber sido presionada por la turba desesperada por entrar.

Bebidas durante la espera

Los padres que dejan ir a sus hijos e hijas a los cumpleaños de 15, tanto porque están invitados después de la cena o porque se anotaron en una lista, están al tanto de lo que ocurre afuera de los salones de fiestas a la espera de la medianoche.

Cuentan que algunos jóvenes y adultos han visto un negocio con clientes adolescentes. Aparecen en autos en los que llevan botellas de distintas bebidas alcohólicas. La dinámica es que los chicos se acercan a los autos y compran o una botella que comparten entre varios, tomando del pico, o piden tragos en vaso.

Los patovicas

Desde que están esperando afuera y a veces comienzan a empujar para entrar, los guardias resisten para respetar los horarios para habilitar el ingreso libre. Como aparece en el anterior video, a veces son superados.

Cuando se produce cualquier tipo de desorden, hay guardias de seguridad que están a la altura de las circunstancias para contener la situación y que todo continúe por el sendero de la tranquilidad. En tanto que hay otros patovicas, los que suelen convertirse en noticia, que actúan con violencia sin respetar los protocolos.

Regresar de los 15

Muchos adolescentes son buscados por sus padres en los cumpleaños de 15, sean invitados formales o los que se anotaron en las listas. Pero otros viajan como pueden. Solicitan un vehículo a través de una aplicación y hasta hay combis para traerlos hasta una zona central y segura.

De acuerdo a testimonios de padres, en estas traffics les ponen baldes a los chicos para que si necesitan vomitar lo hagan en los recipientes y no ensucien el interior del rodado. Esto demuestra que quienes conducen estos vehículos están al tanto del estado en el que regresan de un 15 los adolescentes.

La cadena irregular

Debido a que toda esta secuencia es relatada y detallada por padres de adolescentes, queda demostrado que todos, o al menos la mayoría, están al tanto de lo que sucede con sus hijos cuando van a un 15, sean invitados o se autoincluyeron en una lista.

Pese a esta serie de situaciones irregulares y que se salen de control, una madre entrevistada le dijo al POST que pretende que los salones de fiesta construyan más ingresos,  que los conductores de las traffics cuiden que los chicos no vuelvan alcoholizados y que en las esperas para entrar a las fiestas haya más seguridad para que no les vendan alcohol a los adolescentes. En síntesis, solicita que a partir de que los padres deciden que sus hijos aguarden a la medianoche afuera de un salón de fiestas, los demás involucrados estén compenetrados en el cuidado de los adolescentes.

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