Si te descompensás en Mendoza, con obra social, es una odisea que te atiendan

Un verdadero calvario vivió una joven luego de descompensarse en pleno centro. A pesar de tener cobertura, varios centros asistenciales rechazaron atenderla. La historia de abandono en el ámbito de la salud.

Si te descompensás en Mendoza, con obra social, es una odisea que te atiendan

Por: Mendoza Post

Todos los meses, y religiosamente,  a un trabajador registrado le descuentan 3% de su sueldo para la obra social, además del 9% que el empleador aporta para el mismo fin,  con el formulario 931 de AFIP,  que es el documento en el que las empresas  informan, en detalle, los aportes y las contribuciones que deben efectuar por cada uno de los empleados.

¡Vergüenza! es poco calificativo para describir la odisea que tuvo que vivir una trabajadora,  que durante la mañana del miércoles sufrió una descompensación en pleno centro mendocino y que presentaba una arritmia que requería la urgente atención de un cardiólogo.  A pesar de tener obra social, no conseguía que la atendieran.

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La joven manifestó una baja importante en la presión arterial en el momento en el que se encontraba en una farmacia de calle España, desde donde llamaron a una ambulancia para que la asistieran. En la comunicación, le advirtieron a la encargada del local que no le diera nada hasta que llegara un profesional a verla. 

Casi una hora después, arribó una médica de ECI que la revisó, le colocó suero y le hizo un electro que salió mal. La joven presentaba pulsaciones bajas y ritmo cardíaco alterado, es decir, arritmia, por lo que la doctora decidió trasladarla a un centro asistencial con convenio con su obra social para que la viera un cardiólogo. Y en ese momento comenzó el verdadero calvario: que la recibieran en alguna clínica u hospital de Mendoza. 

La ambulancia la trasladó, en primer lugar, a la Sociedad Española de Socorros Mutuos, por que es uno de los prestadores de  la Obra Social  del Personal  de Dirección de las Empresas de Alimentación y demás Actividades Empresarias, OPDEA,  ya que  fue la indicación que recibió el familiar de la paciente cuando llamó al teléfono 0810-444-0911  que figura en la cartilla. Pero cuando arribó al lugar, no la quisieron atender. Y lo mismo hicieron en el H. Santa Isabel de Hungría y el H. Español, que figuran en la nómina de  nosocomios que reciben esa obra social.

La profesional de la Ambulancia de ECI, no sabía a dónde llevarla, por lo que  decidió trasladarla hasta el Hospital Central para que la joven finalmente pudiera ser asistida, tal vez pensando que luego de revisarla, el mismo nosocomio le cobraría los gastos a  OPDEA o la trasladaría a uno de los prestadores.

Pero no fue así. Como  la mujer tenía Obra Social, en un primer momento el profesional de guardia del hospital principal de la provincia  rechazó atenderla, argumentando falta de camas, por lo que el familiar de la chica comenzó a realizar algunos llamados para pedir que lo ayudaran.  

Luego de insistir, finalmente logró que pasadas las  tres de la tarde, la aceptaran en el Central  donde le volvieron a realizar un electro que le dio mal por segunda vez. Le colocaron tres sueros más que lograron estabilizarla y el diagnóstico fue: lipotimia producto de una gastroenteritis y  deshidratación severa, por eso el cuadro de arritmia que presentaba. Finalmente a las 20 hs. la mujer recibió el alta y pudo volver a su hogar.

Si bien mejoró su estado y seguramente tendrá que realizar algunos estudios más, no deja de ser indignante el maltrato y abandono que vivió por varias horas por parte de la obra social  OPDEA, que todos los meses se lleva parte de su trabajo y que cuando necesitó recibir la atención médica que estaba obligada a brindarle, la dejó librada a su suerte, y tuvo que finalizar en el efector público. 

Sin dudas, el accionar del familiar y compañeros de trabajo de la joven ayudaron a que pudiera ser asistida, pero ante el periplo que transitó   uno se pregunta: cuál será el destino de tantos otros que, a pesar de tener obra social, quizás no tengan los medios para accionar y lograr la atención médica. ¿Quedarán tirados en la calle mientras corre riesgo sus vidas?

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