Estos son los 7 azúcares que no te muestran las etiquetas

Para averiguar si un alimento contiene azúcar, deberíamos leer el listado de ingredientes y localizar en él la palabra "azúcar".

Estos son los 7 azúcares que no te muestran las etiquetas

Por: Mendoza Post

Día a día la gente consume alimentos que contienen azúcar entre sus ingredientes. Muchos tratan de cuidarse y miran para saber qué tan perjudicial puede ser comer estos productos. 

Sin embargo, el azúcar es hábil y se esconde bajo distintos tipos y nombres:

Sacarosa

Está formado por una molécula de glucosa y una de fructosa y es el edulcorante más utilizado en el mundo. Representa el 75% de todos los azúcares añadidos, de los cuales, se calcula que el 20% lo añade el consumidor como azúcar de mesa y el 80% sería el "azúcar invisible". Este "azúcar invisible" es el que añade la industria en productos como refrescos, productos de bollería, caramelos, zumos o lácteos. En función de su pureza, la sacarosa se clasifica en distintos tipos, como azúcar moreno (85% de sacarosa) y azúcar blanco (99,5% de sacarosa). Sí, has leído bien, el azúcar moreno y el azúcar blanco, en realidad, son primos hermanos.

Muchos azúcares que no estabas teniendo en cuenta.

Fructosa

Se encuentra de forma natural en la miel (38%) y también en frutas, verduras y hortalizas en distintas proporciones. Es el azúcar más soluble y dulce de los azúcares naturales y se emplea especialmente en productos de confitería por su alto poder edulcorante sin formación de cristales. En general, el consumo de fructosa de forma natural en las propias frutas y verduras no implica ningún problema. Sin embargo, su consumo en exceso como edulcorante en productos procesados puede conllevar trastornos intestinales y diarreas. También favorece síntesis de triglicéridos (es decir, grasas) en el hígado. A la larga, esto podría derivar en enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes tipo II.

Dextrosa o D-Glucosa

También se encuentra de forma natural en la miel (31%) y en frutas, verduras y hortalizas. Su poder edulcorante es menor que el de la sacarosa. En tecnología alimentaria, se emplea principalmente para elaborar bebidas y productos de panadería y confitería. A pesar de que la glucosa se encuentra de forma libre en la sangre y se utiliza en las células como fuente de energía, tenemos una buena noticia: no es necesario consumir glucosa de forma directa. En condiciones normales, nuestro organismo puede obtener las moléculas simples de glucosa a partir de la división de hidratos de carbono complejos. Salvo que realicemos deporte de alta intensidad y duración (ciclismo, maratones), a partir de legumbres y cereales nuestro cuerpo puede conseguir la glucosa que necesita.

Maltodextrinas

Se obtienen por hidrólisis (ruptura) del almidón. Aunque su sabor es menos dulce que el de los anteriores edulcorantes, son muy utilizados por la industria por sus interesantes propiedades tecnológicas. Tienen capacidad dispersante, humectante, espesante y texturizante. Se emplean en embutidos, salsas, mantequillas, margarinas, pasteles, fórmulas infantiles o productos para deportistas, entre otros.

Están escondidos en las mantecas.

Jarabe de maíz con alto contenido en fructosa

En Norteamérica está sustituyendo a la sacarosa como edulcorante. Se trata de un jarabe con elevadas concentraciones de fructosa (hasta 90%) con un poder edulcorante mayor que la sacarosa. Se emplea en la elaboración de refrescos, panadería, conservas de frutas, derivados lácteos y confitería. Su uso es controvertido ya que distintos estudios hacen referencia al incremento de la prevalencia de la obesidad en relación con el aumento de consumo de estos jarabes.

Sirope o néctar de agave

Es un tipo de azúcar que se obtiene a partir de la planta Agave tequilana con un poder edulcorante 1,5 superior a la sacarosa. A pesar de que posee un menor índice glucémico, su contenido en fructosa es elevado (70%) y por tanto en ningún caso se trata de una alternativa saludable al azúcar como en ocasiones se intenta mostrar.

Polialcoholes: sorbitol, maltitol, xilitol, manitol, eritritol

También se les conoce como polioles o "azúcares-alcoholes". Aunque algunos se encuentran presentes de forma natural en distintas frutas, lo habitual es añadirlos a los alimentos como edulcorantes ya que tienen características apreciadas por la industria y el consumidor, por ejemplo:

? No provocan caries.

? Originan cierta sensación de frescor en la boca.

? La respuesta glucémica es menor, por lo que serían bien tolerados por los diabéticos.

? Aunque su valor energético es similar a los azúcares, su absorción es menor y el valor calórico promedio es de 2,4 kcal/g en lugar de 4 kcal/g.

Los polialcoholes se utilizan como aditivos en productos como chicles, caramelos, helados, postres, productos de pastelería o repostería. Son especialmente apreciados el líneas dietéticas destinadas a personas con diabetes.

A pesar de estas posibles ventajas, los polialcoholes presentan algunos inconvenientes como el efecto laxante si se consumen en exceso. Por otro lado, como cualquier otro edulcorante, favorecen la preferencia por el sabor dulce lo cual puede inducir a consumir otros productos azucarados.

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