La Iglesia pide respuesta por la pobreza y el narcotráfico

El Arzobispo de Buenos Aires encabezó la misa final de la multitudinaria Peregrinación Juvenil a Luján y alertó sobre el sufrimiento de los argentinos golpeados por la pobreza, el narcotráfico y la soledad. "No hay que aflojar ni tomar atajos tramposos", pidió ante miles de fieles.

La Iglesia pide respuesta por la pobreza y el narcotráfico

Editó: María Belén Godoy

El Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, cerró este domingo la 51ª Peregrinación Juvenil a Luján con una misa en la que pidió "no aflojar" frente a las adversidades del país y advirtió sobre los efectos de la pobreza, el narcotráfico y la soledad en miles de argentinos.

Bajo el lema "Madre, danos amor para caminar con esperanza", miles de fieles participaron desde ayer de la tradicional caminata de 60 kilómetros que partió desde la Iglesia de San Cayetano, en Liniers, hasta la Basílica de Luján, a pesar del intenso calor y las tormentas registradas durante la madrugada.

"Hay muchos hermanos que ya no tienen fuerzas para seguir, que no encuentran sentido a sus vidas. Les pesa la pobreza, las consecuencias del narcotráfico, las enfermedades, la soledad", expresó el Arzobispo durante la homilía, y agregó: "Por ellos también peregrinamos, porque no queremos ser un pueblo indiferente ante tanto dolor ni dejarnos ganar por la impotencia del 'no se puede'".

García Cuerva también recordó palabras del papa Francisco, al señalar que "nos cansamos de pedir perdón, pero Jesús no se cansa de perdonarnos", e hizo referencia a León XIII, al destacar que María "encarna la esperanza, una esperanza que nace en el silencio y el amor".

El monseñor Jorge García Cuerva

En un mensaje de tono esperanzador, sostuvo que "caminar con esperanza es no aflojar, es confiar en los que van a nuestro lado, es no dejarnos ganar por la tristeza ni el desaliento". Además, aseguró que "como pueblo no nos vamos a detener, a pesar de las piedras del camino, porque no está todo perdido".

El Arzobispo también destacó la fortaleza de los peregrinos, quienes resistieron las inclemencias del tiempo y llegaron a la Basílica: "Estamos todos aquí y seguimos de pie. Somos un pueblo peregrino que no baja los brazos, que sigue caminando con esperanza".

En otro tramo de su mensaje, llamó a la unidad y la fraternidad: "Podremos detener los pies para descansar, pero no el corazón. Volveremos a casa movilizados por el amor de una madre que nunca nos deja solos y que nos impulsa a recorrer juntos caminos de diálogo y encuentro entre los argentinos".

Finalmente, García Cuerva concluyó con un mensaje alentador: "No aflojamos ni abandonamos los sueños de construir un país más justo y fraterno. La Madre de Argentina nos pide caminar unidos y mirar con misericordia a quienes más sufren".

Según el vocero del Arzobispado, Facundo Fernández, más de 5.500 voluntarios y 100 puestos de apoyo acompañaron a los peregrinos durante la travesía, brindando asistencia y contención a quienes participaron de una de las manifestaciones de fe más multitudinarias del país.

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