En la primera audiencia, el tribunal leyó los primeros tramos de la acusación. La expresidenta fue señalada como jefa de una asociación ilícita que habría funcionado entre 2003 y 2015.
CFK escuchó los primeros 40 casos de coimas en el juicio de los cuadernos
El histórico juicio oral de los Cuadernos de las Coimas comenzó este jueves con la lectura de la primera parte de la acusación, en la que se detallaron 40 de los 204 hechos de soborno que se le imputan a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La audiencia, que se extendió durante cuatro horas y tuvo algunas dificultades técnicas, marcó el inicio de un proceso que es el más grande en materia de corrupción de la historia argentina. En total, hay 86 imputados y 60 empresarios sentados en el banquillo de los acusados, acusados de haber participado en una asociación ilícita que operó entre 2003 y 2015.
El Tribunal Oral Federal N°7 (TOF 7), integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, dio por iniciada la primera audiencia desde una oficina del Palacio de Tribunales. La fiscal general Fabiana León definió el expediente como una investigación "más extensa que se ha realizado en la historia judicial argentina y comparable solo a unas pocas en el mundo".
Durante la lectura, se reprodujeron los tramos iniciales del requerimiento de elevación a juicio, que tiene 678 páginas. La audiencia llegó hasta la página 132 y continuará el próximo jueves a las 9.30, cuando se retomará con la exposición de los casos conexos.
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En el inicio, el tribunal pidió a los acusados que activaran sus cámaras. Cristina Kirchner, que en ese momento no estaba siendo tomada por la misma, debió aparecer en pantalla, al lado de su abogado Carlos Beraldi.
La lectura incluyó fragmentos que apuntan directamente a la ex mandataria: "Tengo por cierto y demostrado que Cristina Fernández, Julio De Vido, Roberto Baratta, Carlos Wagner, Ernesto Clarens y otros integraron una asociación ilícita que desarrolló sus actividades al menos desde mayo de 2003 hasta noviembre de 2015, con la finalidad de recibir dinero ilícito para enriquecerse ilegalmente y financiar otros delitos".
Algunas de las anotaciones del chofer imputado, Oscar Centeno. Foto: Fiscalía General N°5 ante los TOF de la Capital Federal.
Según la acusación, Cristina Kirchner y Néstor Kirchner encabezaban esa estructura criminal, mientras que Julio De Vido y Roberto Baratta cumplían roles de organización y recolección de los fondos. El chofer Oscar Centeno, autor de los cuadernos que dieron origen a la causa, registró los traslados de dinero que distintos empresarios habrían pagado en concepto de sobornos.
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Durante la jornada, se leyeron los 40 primeros hechos de cohecho, que según el expediente seguían una misma metodología: empresarios entregaban dinero a Baratta, quien a su vez lo hacía llegar a Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner. Las entregas se realizaban en domicilios de la calle San José, Uruguay y Juncal, y en algunos casos en la Quinta de Olivos.
Entre los casos mencionados, se destacó el de la empresa Isolux Corsán, cuyo ex directivo Juan Carlos De Goycochea reconoció haber entregado USD 300.000 para asegurar beneficios en la Usina de Río Turbio, una obra que lleva 18 años sin finalizar. También se mencionó a Electroingeniería, vinculada a las represas del río Santa Cruz.
Cristina Kirchner calificó el proceso como una "opereta judicial" en redes sociales, repitiendo el argumento que ya había utilizado en 2019 durante el juicio de la causa Vialidad, donde fue condenada a seis años de prisión.
El tribunal prevé continuar con una audiencia semanal hasta marzo de 2026, cuando se sumará una más los días martes. El de este jueves fue el comienzo formal de un juicio que podría extenderse durante años.



