Condenaron a los autores del intento de asesinato de Cristina Kirchner

Los "copitos", Sabag Montiel y Brenda Uliarte, fueron condenados este miércoles a 10 y 8 años de prisión. El presunto jefe de la banda fue absuelto.

Condenaron a los autores del intento de asesinato de Cristina Kirchner

Editó: Santiago Montiveros

El Tribunal Oral Federal N° 6 dictó este martes su veredicto en la causa por el intento de homicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido en septiembre de 2022 frente a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta. En concreto, condenaron a Fernando Sabag Montiel a 10 años de prisión como autor del fallido crimen, y a su entonces pareja, Brenda Uliarte, a 8 años, al considerarla partícipe necesaria del plan.

En tanto, Nicolás Carrizo, conocido como el "jefe de los copitos", fue absuelto, luego de que la querella y el fiscal Gabriel Baigún retiraran los cargos al comprobarse que no tuvo intervención en el ataque. En efecto, Carrizo era el dueño del emprendimiento de venta de copos de azúcar, pero la Justicia no tuvo elementos para vincularlo al plan de asesinar a la entonces vicepresidenta.

Los fundamentos del fallo serán publicados el 9 de diciembre.

Antes de escuchar la sentencia, el tribunal habilitó a los acusados a pronunciar sus "últimas palabras". Sabag Montiel lanzó: "Me quieren matar, me quieren tirar el muerto", aludiendo al diputado Gerardo Milman, mencionado en etapas previas de la investigación. En medio de su exposición, la jueza Namer lo interrumpió para pedirle que se limitara a hablar sobre lo ocurrido durante el juicio.

Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.

El acusado -condenado previamente por delitos sexuales- también sostuvo una versión insólita: afirmó que el presidente de Brasil, Lula da Silva, habría pedido personalmente a la exvicepresidenta que intercediera para gestionar su extradición. Vale recordar que Sabag Montiel nació en Brasil.

Ver más: Sabag Montiel fue condenado por gravísimos delitos sexuales

A diferencia de Sabag Montiel, Brenda Uliarte optó por el silencio. Permaneció aislada durante la audiencia, rodeada por agentes del Servicio Penitenciario Federal que impidieron cualquier contacto con otras personas presentes en la sala.

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