Una obra de viviendas sociales quedó a la deriva por desfinanciamiento nacional. El municipio de Tunuyán se tuvo que hacer cargo. Este episodio le marcó el rumbo de la gestión al intendente que, a la vez, tuvo que ser asistido y avalado por la Provincia. Un caso de clima de época.
La historia de las 300 casas salvadas de la motosierra
La obra pública Sí nos importa. Construcción de 300 casas. Barrio Bordelongue. (Texto del cartel que anuncia la construcción de viviendas en Tunuyán).
Esta es la historia de las 300 casas de Tunuyán que quedaron frenadas en su construcción a fines de 2022, según consigna la información provincial. Ya en 2023 el entonces recién asumido presidente Javier Gerardo Milei anunció que la Nación detendría la obra pública por ser una usina de corrupción. Por eso la obra de las casas se terminará con fondos provinciales y municipales. La obra ahora es de exclusiva responsabilidad del intendente peronista Emir Andraos.
La operatoria quedó al 85 por ciento y la mayor preocupación era que las viviendas terminaran siendo usurpadas. El barrio se ubica a un kilómetro del límite con San Carlos, cerca del puente del río, dicen, y formaba parte de un programa financiado por la Nación asumido por Alberto Fernández. Ya con Milei en la Casa Rosada, el Ministerio de Hábitat del cual dependía la obra dejó de funcionar y terminó trozado por la motosierra. El ministro de Economía, Luis Toto Caputo se transformó en una suerte de liquidador de obras y allí quedaron las casas entre la motosierra y la licuadora.
Ver: De Portezuelo a medio Portezuelo: así se licuó el "resarcimiento histórico"
Fueron muchos los viajes de Andraos a CABA y lo primero que recuerda es que fue detrás de la idea de que la Nación se haría cargo de las obras con más del 80 por ciento de ejecución. La decisión nacional terminó siendo el traspaso de toda la obra al municipio, previa firma de un documento donde constara que Tunuyán no accionaría judicialmente contra la Nación. En ese repaso con el Post Andraos remarcó: "Estaba dispuesto, pero pedí a cambio de firmar un acuerdo que nos traspasaran la obra sin deudas, porque había certificaciones de obra que no habían sido pagadas a las empresas". Tampoco hubo acuerdo, y el programa Casa Propia de la Nación quedó disuelto.
De la Nación a Mendoza
Por decantación y por presión de la misma situación, el intendente decidió hacerse cargo de la obra. Esta determinación le marcó el rumbo de su gestión en lo que respecta a la obra pública municipal (no piensa en otra cosa, me dijo ayer un periodista de Tunuyán). El riesgo de que las viviendas fueran vandalizadas u ocupadas irregularmente persistía y podía terminar convirtiéndose en un asentamiento con 2 mil personas instaladas en el lugar, de acuerdo con la capacidad de las viviendas no terminadas.
Después de fracasar con todo éxito (parafrasenado a Les Luthiers) en Balcarce 50 de CABA, las gestiones del intendente se dirigieron al Palacio de Gobierno mendocino, donde finalmente encontró la atención necesaria. Esta dispensa de Alfredo Cornejo se fundó principalmente en el riesgo que vio el Ejecutivo provincial de que podría terminar haciéndose cargo de una crisis por una emergencia social y de seguridad.
Así Andraos logró el aval de la Provincia para asumir la obra (legalmente ante los órganos de control) y la asistencia financiera por dos vías: un préstamo de 800 millones de pesos y un subsidio de igual monto. Fue a través de un convenio que se cerró en enero de este año para terminar la primera parte de la operatoria y finalizar las 144 primeras viviendas, aunque ahora serán 162 casas, según el intendente, que serán entregadas en septiembre.
Junto a Emir Andraos, intendente de Tunuyán, firmamos un convenio de financiamiento para finalizar 144 viviendas en el loteo Bordelongue, una obra que estuvo paralizada durante dos años. Con una inversión de $1.625.000.000, avanzaremos en las tareas de urbanización e... pic.twitter.com/gDP1URdS3O
— Alfredo Cornejo (@alfredocornejo) January 10, 2025
El informe de prensa gubernamental reseñó ese convenio que Andraos firmó con el gobernador en el Cuarto Piso del Palacio. En ese acto se encontraron el ministro de Gobierno e Infraestructura, Natalio Mema y la subsecretaria del área, Marité Baduí. En ese texto se resaltó que la obra tendrá un repago que le permitiría a Andraos reinvertir en obras de infraestructura.
Las familias que habitarán las viviendas pertenecen a distintas entidades sociales como mutuales y sindicatos lo que garantiza que tengan ingresos formales y con capacidad de pago para una cuota de alrededor de 300 mil pesos, detalló Andraos.
Los números de Andraos
Para tomar la dimensión de las deudas que tuvo que asumir Andraos por los desmanejos de las administraciones nacionales (peronista y por secuencia, también libertaria) hay que prestar atención a este detalle que recuerda de memoria el intendente:
• 1000 millones de pesos de deudas por certificados de avances de obra impagos y gastos improductivos por la obra paralizada.
• Más de 300 millones de pesos por deterioro de obra en las primeras 162 casas a entregar en septiembre.
• Por obras de infraestructura y finalización de viviendas, Tunuyán asumió deudas para esta inversión en el Barrio Bordelongue.
• 800 millones de pesos en un subsidio entregado por la Provincia.
• 800 millones de pesos en crédito a través del Programa de Infraestructura Municipal que depende de la Provincia.
• 800 millones de pesos de las arcas principales.
• 1000 millones de pesos para obras de agua y cloaca.
Otras obras abandonadas por la Nación y recordadas por Andraos porque las asumió el municipio fueron: dos jardines maternales que representan 500 millones de pesos y el asfalto de calles para el distrito de Colonia Las Rosas y vías del casco céntrico de la ciudad de Tunuyán que son otros 1000 millones de pesos más.
Fin diría Manuel Adorni.



