Luego de un juicio anulado, el segundo debate lo condenó a 8 años y 6 meses de prisión por abusar sexualmente de su sobrina desde que tenía 11 años. La defensa apeló ante la Suprema Corte, pero ésta confirmó la pena.
Confirmaron la condena contra el empresario D'Ascanio por abuso sexual
La Suprema Corte de Justicia de Mendoza ratificó la condena de 8 años y 6 meses de prisión para Diego Miguel D'Ascanio, empresario mendocino de 48 años. Fue encontrado culpable de abusar sexualmente de su sobrina durante varios años, en un caso que había generado gran repercusión. La defensa solo podrá recurrir a la Justicia federal como última instancia.
La decisión fue tomada con los votos de los jueces supremos Dalmiro Garay y José Valerio, integrantes del máximo tribunal provincial. Mario Adaro, quien también debía participar de la resolución, no estuvo presente por encontrarse de licencia.
El empresario fue condenado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la guarda, en concurso real con abuso sexual simple. Según la denuncia, los abusos comenzaron cuando la víctima tenía 11 años y continuaron hasta los 17.
El caso fue denunciado en 2019 por la joven, hoy de 27 años. En su relato, expuso que los abusos ocurrieron mientras quedaba al cuidado de su tío y que él la obligaba a realizar actos sexuales, además de mostrarle material pornográfico. La víctima también reveló que su tío la amenazaba para que no hablara y que, a cambio, le hacía regalos.
Ver: El primer juicio contra D'Ascanio fue anulado
La causa enfrentó demoras en sus etapas iniciales, lo que generó cuestionamientos sobre el accionar de la Fiscalía, a cargo de Virginia Rumbo. Durante meses, el informe pericial que confirmaba la veracidad del relato de la denunciante no se incorporó al expediente. Esto fue señalado en publicaciones previas de este medio, lo que permitió visibilizar el caso y acelerar el proceso judicial.
D'Ascanio fue detenido en 2021 tras la solicitud de la Fiscalía y, desde entonces, permaneció en prisión. Su defensa intentó apelar la condena, pero los jueces de la Suprema Corte confirmaron la sentencia que había sido dictada previamente.
La Fiscalía acusó al empresario de promoción de la corrupción de menores agravada por la guarda, abuso sexual simple y abuso sexual gravemente ultrajante, entre otros delitos. Además, se lo vinculó con la exhibición de material pornográfico a menores.
El caso generó impacto en los círculos cercanos al condenado, quien tenía negocios en el rubro comercial y vínculos con actividades deportivas como el golf. Ahora, el proceso judicial se encuentra en su etapa final dentro de la jurisdicción provincial, mientras la defensa analiza si recurrirá a la Corte Suprema de la Nación.



