Brito, Patanian y Demichelis se burlaron de los hinchas riverplatenses

El partido contra la Lepra fue la oportunidad para que los dirigentes de River tomen unos buenos vinos con sus colegas de otros clubes, y un entrenamiento para los jugadores. Con Gallardo, esto no pasaba.

Brito, Patanian y Demichelis se burlaron de los hinchas riverplatenses

Por:Carlos Ponce
Economista

Antes que nada, felicitaciones a Independiente Rivadavia. Jugó un gran partido este viernes. Fue ordenado, no regaló nada y lo definió con precisión. Humilló, literalmente, a un equipo de River Plate que "sobró" un partido amistoso. Raro para una institución de semejante calibre.

Se olvidaron de un detalle: miles de personas, una verdadera multitud de mendocinos seguidores de River, pagaron religiosamente su entrada para tener la oportunidad de ver a parte de sus ídolos en persona. Muchos miles, además, estaban con su querida camiseta puesta, por la que los dirigentes de River cobran fortunas, por royalties y publicidad. Pero parece que nuestra plata y nuestra presencia no importan a los ojos de todos ellos.

Supongo que estuvo bueno venir a Mendoza a pasear. Para los dirigentes fue la oportunidad de tomarse unos buenos vinos con sus colegas de otros clubes, en lugares hermosos, en el medio del pedemonte, y de paso embolsar unos buenos pesos. Y para los jugadores y cuerpo técnico, habrá sido un entrenamiento más, para darles minutos a algunos que juegan menos.

Algunos riverplatenses recordarán la performance de Marcelo Gallardo en el entretiempo de un partido amistoso disputado en Estados Unidos, ante el club costarricense Saprissa. Ganando River 1 a 0, el DT tuvo que recordarles a sus dirigidos que el encuentro no era un entrenamiento, sino un partido "de verdad" en el que debían jugar al 100%. ¿Qué habría pasado este viernes con el "Muñeco" en el banco de suplentes?

Con Demichelis en el banco, el viernes jugaron muy mal: toquecitos intrascendentes, decenas de centros a un área donde no había delanteros y defensores que dieron vergüenza ajena. Esto es fútbol y las cosas pueden salir mal, pero cuando eso ocurrió, los jugadores no mostraron ninguna capacidad de reacción. Cuando el partido se iba convirtiendo en goleada, siguieron jugando al "fulbito", como si no importara. Un entrenamiento más para ellos. Una burla para los riverplatenses mendocinos. Y cuando terminó el partido, no tuvieron la dignidad de levantar las manos y pedir disculpas a los que sufrieron el esperpento.

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Casi todos, por si hiciera falta aclararlo, ganan fortunas mensuales que ninguno de los hinchas, que padecieron el partido, pueden siquiera imaginar.    

Se me ocurre que, para reparar la tomada de pelo que nos hicieron, los dirigentes de River podrían donar lo que les haya tocado de la recaudación y derechos televisivos, a una obra de beneficencia en Mendoza. Sería un buen gesto de la dirigencia para hacernos sentir menos boludos.

Carlos Ponce. Economista, presidente de Plataforma Digital y, por si no quedó claro, simpatizante del Club Atlético River Plate.