Luciana y Caterina, dos muertes que se podrían haber evitado

Una nueva muerte por violencia intrafamiliar sacude a la provincia. El mal funcionamiento de los organismos estatales y judiciales, otra vez responsables.

Luciana y Caterina, dos muertes que se podrían haber evitado

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

El 7 de enero de 2014 un hombre llegó a la guardia de la clínica Santa María de Ciudad, con una nena chiquita envuelta en una sábana. 

Los médicos intentaron reanimarla,una pediatra le practicó tareas de resucitación cardiopulmonar, pero no pudieron hacer nada. Murió 40 minutos después.  Cuando fueron a notificarle al hombre el fallecimiento de la nena, él ya se había ido.

Luciana pasó sus tres años de vida en medio de un infierno. Residía con su madre, Rita Rodríguez, prostituta y adicta a las drogas, su hermana que en ese momento tenía un año y su padrastro, Jorge "Coco" Orellano, en una casa usurpada de calle Entre Ríos. Ambos adultos fueron los responsables de causarle la muerte por los golpes y el abandono. 

Rita Rodríguez y Jorge Orellano.

Tres años después, Cinthia Cardoso de 27 años llegó a las 2 de la mañana de este martes al hospital Lagomaggiore con su hija Catherina, de tres años, envuelta en un toallón. Fue trasladada por su pareja, Jorge Brizuela, en moto, quien escapó del lugar. En el hospital solo pudieron constatar la muerte de la nena, golpeada y con signos de abuso sexual. La mujer dijo que se había caído de una pileta. Quedó detenida. El padrastro, acusado de cometer los abusos, fue detenido horas más tarde en Las Heras.

Ambos casos tienen un factor común:  se podrían haber evitado. Hubo múltiples denuncias previas por maltrato antes del trágico final, pero las autoridades judiciales y estatales fallaron.

Luciana

En agosto de este año  fueron elevados a juicio seis funcionarios y operadores de la Dinaf, ya que la Justicia entendió que no cumplieron con su labor y la nena fue abandonada a su suerte.

La casa donde fue asesinada Luciana.

Los más comprometidos son la psicóloga Fabiana Lucentini, Felipe Vizcarra y Gianina Consina, funcionarios de la OAL. Están imputados por los delitos de "abandono de persona agravado por la muerte de la víctima y violación de los deberes de funcionario público." 

La acusación hecha por la fiscal Paula Quiroga hacia Lucentini y Vizcarra se debe a que dispusieron, como medida de protección por un plazo de 90 días, devolverle la nena a Rita Rodríguez, quien padecía una fuerte adicción a las drogas. En ese momento Luciana estaba con la tía y Vizcarra fue el encargado de cumplir la orden firmada por Lucentini y llevó a la nena con la madre. Cabe destacar que la casa en la que habitaban no tenía gas, ni luz ni cloacas.

Tampoco chequearon si Rodríguez había comenzado algún tratamiento contra las drogas y no tuvieron en cuenta la denuncia que había radicado un cuidacoches, quien manifestó haber visto a Orellano golpear a la nena en la calle.

Respecto a Consina, fue acusada por no haber protegido los derechos de Luciana, su hermana y la bebé que venía en camino, a pesar de las constantes advertencias de los servicios de trabajo social sobre las condiciones de vida de las niñas.

Por otro lado, Mónica Castro, licenciada en Minoridad y Familia, y Mauricio Flores, operador de la OAL son juzgados por el delito de "incumplimiento de su deber de funcionario público."Esto se debe a una denuncia radicada el 31 de diciembre en la cual un cuidacoche aseguraba que la nena estaba sola en la calle. Castro ordenó que se la entregaran a la madre y no hicieron nada más al respecto.

El último acusado, Fernando Herrera director de la Protección de Derechos de la Dinaf, está imputado por no haber actuado ante el manejo irregular de la situación de Luciana.

La madre y el padrastro

El juicio contra Rita Rodríguez y "Coco" Orellano comenzó el 31 de agosto de 2015. La Séptima Cámara del Crimen condenó, un mes después, a la mujer y al hombre a prisión perpetua por el crimen de la nena.

Orellano fue condenado por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento". Rodríguez recibió la misma pena  agravada por el vínculo y en comisión por omisión, es decir, por no hacer nada para evitar la muerte de Luciana. Cabe destacar que, al momento de la muerte de la criatura, la mujer estaba embarazada y dio a luz en el penal de mujeres de El Borbollón.

Luciana vivió un calvario en vida.

Catherina

La nena vivía con su madre y la pareja de la mujer en el asentamiento 8 de abril de Las Heras. El maltrato de la pareja hacia sus hijas era de público conocimiento en el barrio y en la familia. Por tal motivo, habían sido denunciados en más de una ocasión.

La hermana de la nena fallecida, Sheila de 7 años, está internada en el hospital Notti debido a los maltratos sufridos y ya había advertido que su hermana Catherina era maltratada. En esa instancia días atrás la OAL escuchó el relato del calvario que vivía ella y la nena de tres años. Por tal motivo, la madre y el padrastro, Cinthia Calderón y Jorge Brizuela, se dieron a la fuga. Ante esto, la OAL radicó la denuncia penal contra los progenitores. 

Jorge Brizuela.

Sin embargo, la Justicia no actuó al respecto. Según publicó Diario El Sol, el 13 de noviembre se radicó una denuncia en la Oficina Fiscal N°5 de Las Heras. Una pediatra dijo que la nena había sido llevada al Centro de Salud Padre Llorens con signos visibles de maltrato y señaló a la madre y al padrastro como los autores.

El día 16 la Unidad Investigativa de Las Heras recibió otra alerta por la situación de violencia que se vivía en esa familia. Además, brindó la ubicación en la cual se encontraba Brizuela, en el barrio San Martín. El dato fue informado a la Oficina Fiscal, pero allí dijeron que la OAL se estaba haciendo cargo de la situación.

Por otro lado la tía abuela materna, Silvia Calderón, indicó que su sobrina y el padrastro siempre agredían a los niños. 

La mujer dijo que la abuela había pedido la tenencia de las niñas y en el OAL se la habían negado: “Mi sobrina siempre le pegaba a las dos pero por más denuncias que se hacían no se tenía respuestas de la OAL. Ahora ellos la tienen a las vueltas a mi hermana que no se la quieren dar. La nena más grande reconoce como madre a mi hermana, a la abuela. Mi hermana ya había hecho denuncias al OAL por la nena más grande. Es más, la mamá de las dos nenas, le quiso dar la tenencia a mi hermana y en la OAL se la rechazaron. Le dijeron no porque la nena tenía que estar con la madre”.

Cinthia Calderón quedó detenida en el momento en que llevó a su hija al hospital. En tanto, Brizuela fue apresado en la madrugada en Las Heras.

Será cuestión de esperar como sigue el curso de este caso. Sin embargo, como en el caso de Luciana, hay un hecho que no podrá ser revertido: la muerte de dos nenas inocentes por la impericia de quienes no cumplieron con su trabajo.

Ver: Al padrastro de la nena asesinada le dieron una paliza en el Centro por robo

Catherina llegó muerta al hospital Lagomaggiore.