Martín Scivoletto es, además, hijo de Sergio, el recordado técnico de fútbol.
Es mendocino, analista de sistemas y hace maquetas de estadios por hobby
"Soy analista de sistemas, pero además soy enfermo del fútbol y eso me lleva a hacer este tipo de cosas", cuenta Martín Scivoletto.
¿Arquitecto frustrado? ¿Amante de los recintos futbolísticos donde se cocina la más grande de las pasiones de los argentinos? ¿Detallista empedernido de cada uno de los rincones de un estadio de fútbol? Seguramente sí.
Con 27 años, Martín ocupa parte de su tiempo libre para hacer impresionantes maquetas de estadios. Su trabajo trascendió porque hace pocos días terminó de hacer el del Deportivo Maipú y el resultado final fue impecable.
Este analista de sistemas heredó la pasión por el fútbol de su padre, Sergio Scivoletto, quien fue un reconocido y respetado jugador y técnico en Mendoza. Hizo historia en el Cruzado como jugador y también lo dirigió, junto con Gutiérrez, entre otros. El temperamental Sergio falleció este año producto de una enfermedad terminal dejando un dolor en el ambiente que aún perdura.
La Bombonera la comenzó hace casi 2 años.
Su hijo es fanático de Boca, pero tiene una inevitable simpatía con el Cruzado. Por eso, mientras termina la Bombonera (hace casi 2 años que la empezó) se tomó un tiempo para construir el Omar Higinio Sperdutti. Exactamente dos meses, para ser precisos.
El resultado fue magnífico para alguien que lo hace simplemente por placer:
La cancha de Maipú.
Sus maquetas cuentan con cada uno de los detalles necesarios.
El proceso se realiza paso a paso como una construcción real. El material utilizado es foamboard.
La Bombonera
Fotos: Facebook Martín Scivoletto.
