Con peras y manzanas: así es la relación entre el coronavirus y las Bolsas

Una explicación fácil para entender cómo funciona el mercado de valores. La recesión y el pesimismo.

Con peras y manzanas: así es la relación entre el coronavirus y las Bolsas

Por: Mendoza Post

En 1949, el inversionista Benjamin Graham escribió "El Inversor Inteligente". El protagonista del libro se llamaba "Señor Mercado" y era una persona un tanto bipolar.

El Señor Mercado es una metáfora para explicar por qué las bolsas tienen días de optimismo y días de pesimismo reaccionando exageradamente a las noticias.

Estamos en un momento de malas noticias por la propagación del coronavirus y las consecuencias que se ven en el horizonte: el Señor Mercado está asustado y muy pesimista. Así que no invierte.

El lunes, el Señor Mercado se asustó mucho y las acciones en Wall Street cayeron más de 7,5%. Pero el martes, la administración de Trump anunció medidas para estimular la economía, y las acciones subieron 4,9%.

Para entender por qué Mercado pasa del miedo a la esperanza, hay cinco claves:

1- El precio de las acciones tiene que ver con las expectativas. Es decir, que cuanto más vendible sea el producto o más posibilidades de crecer tenga una empresa, mejores expectativas va a cosechar y el precio de las acciones subirá.

2- Las acciones son participaciones en las empresas. Los que deciden invertir, reciben a cambio una parte de las ganancias y por eso es importante creer que a la empresa le va a ir bien, pero también es importante ir evaluando para saber cuándo conviene comprar acciones y cuándo venderlas. Por ejemplo: el aislamiento del coronavirus ha hecho que suban las acciones de empresas como Netflix, porque se prevé que va a vender más ahora que muchas personas estarán encerradas.

3- Las bolsas se desploman cuando hay pánico: frente a ciertos panoramas poco alentadores (como una pandemia), antes de esperar a perder sus inversiones, los accionistas prefieren vender y resguardar su dinero, entonces todos quieren vender y, al haber pocos que se arriesguen a comprar, el valor de las acciones bajan.

4- Los riesgos de invertir varían dependiendo del plazo. Los accionistas menos arriesgados compran acciones de rentabilidad fija que da poco dinero y a largo plazo (como bonos estadounidenses), mientras que hay accionistas muy arriesgados que compran en momentos de crisis a precio bajo y esperan a que la crisis pase y suban (aunque eso puede no suceder).

5- En la bolsa no solo intervienen humanos, sino también bots o programas que miden la rentabilidad y el riesgo y compran y venden según sus cálculos, en segundos, estos bots pueden cambiar las tendencias de la bolsa. 

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