Digámoslo con todas las letras: el Telar de la Abundancia sí es una estafa

Es solo una variante más del esquema Ponzi.

Digámoslo con todas las letras: el Telar de la Abundancia sí es una estafa

Por:Christian Sanz
Secretario Gral. de Redacción (click en autor)

¿Una estafa o una oportunidad? ¿Qué es en realidad el Telar de la Abundancia? Unos dicen que es un engaño, pero hay tantos otros que defienden el polémico sistema.

Una de las que se animan a lo último es la periodista Carolina Losada, quien lo dijo con todas las letras: "No creo que sea una estafa".

Es curioso, porque en la misma oración admitió que entregó 1.440 dólares y no los recuperó jamás.

Más sincera pareció la cantante Fabiana Cantilo, quien en un principio adhirió al Telar pero pronto reconoció: "Soy una idiota".

Ciertamente, se trata de una estafa, ya comprobada y recontra chequeada. Es decir... no hay cabida para la duda, porque hasta la Procelac reconoció que es un timo. Por las dudas, aportó algunos consejos y todo.

Sí, es una estafa

Matemáticamente es imposible que funcione, porque no hay forma de que el dinero se multiplique per se. Entonces, llega un momento en el que se corta el flujo.

Unos pocos habrán ganado y la mayoría habrá perdido sus ahorros. Simple y sencillo.

No es nada novedoso, ninguna genialidad. El sistema es tan viejo como la humanidad. De hecho, el año que viene se cumplirán 100 años desde que Carlo Ponzi lo "patentara" en beneficio propio.

Fue en 1920, cuando el célebre italiano se alzó con miles y miles de dólares de incautos norteamericanos que confiaron en su sistema de "cupones de respuesta internacional de correos".

A partir de allí, nació la estafa más usada en las últimas décadas, a través de diferentes nombres pero siempre utilizando la misma metodología. Su nombre no es casual: sistema Ponzi.

El Telar de la Abundancia es solo otra de las tantas variantes de ese engaño, disfrazado eficazmente con una pátina de feminismo y supuesta sororidad. Pero es lo mismo.

A no engañarse pues. Mi abuela siempre solía decir una frase que jamás olvidé y ahora cobra severa relevancia: "Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía".