Y además: ¿en cuánto arreglaron Barón y Osvaldo la cuota alimentaria de su hijo?
Wanda Nara y Jimena Barón: se odian, pero tienen mucho en común
Wanda Nara y Jimena Barón se odian; pero pese a ello tienen mucho en común. Más de lo que quisieran.
Ambas son botineras, y las dos tiene problemas muy serios a la hora de ponerse de acuerdo con sus ex. Comparten abogada -Ana Rosenfeld- y escandalosos divorcios. Uno mucho más reciente y el otro reemplazado por un nuevo amor con un futbolista. Esta semana fueron protagonistas de numerosa cantidad de programas, aunque “la nota” la dio Maxi López, el ex de Wanda, quien habló por primera vez largo y tendido sobre la relación con ella.
¿Por qué Wanda odia a Jimena Barón? Claramente porque vino a robarle el cetro de botinera reina, y porque trató de diferenciarse con un perfil más común y menos pretencioso, ostentoso.
Mientras Wanda se sacaba fotos en un jet privado, Barón apenas maneja el auto que una concesionaria le dio a préstamo por ser la mujer de Osvaldo. Claro que al separarse del jugador de Boca, ahora lo tiene que devolver.
La cuota alimentaria de los hijos de ambas es una cuestión que las pone en condiciones parecidas. Wanda no logra cobrarle a Maxi López las mensualidades atrasadas, mientras que Barón acaba de arreglar una cifra cercana a los 50 mil pesos por mes para los alimentos de su hijo con su reciente ex.
"Wanda Nara y Mauro Icardi remiten a las fotos más ridículas de la época menemista, veinte años después"
Justo cuando Jimena Barón ocupaba el centro de la escena con su escandalosa y mediática separación, Wanda se las ingenió para llevar la pelea con su ex al punto de hacerlo salir a hablar en los medios y así recuperar la atención. Maxi López y ella coinciden en Ibiza. Él está con su novia y su ex con su marido, Icardi, más los hijos que no dejó que pasaran vacaciones con el padre.
Wanda Nara y Mauro Icardi remiten a las fotos más ridículas de la época menemista, veinte años después. Nuevos ricos que necesitan ostentar todo el tiempo y demostrarle a todos que el dinero les dá una clase a la que claramente no pertenecen. Se les notan los hilos por todas partes y son ideales para el gaste.
Barón y Osvaldo quisieron ir por otro perfil más mundano, cocinando milanesas, pero los dislates amatorios del jugador de Boca, desatado en Buenos Aires buscando mujeres en la noche, terminaron con la foto feliz rápidamente.
A estas alturas, tanto Wanda como Jimena han comprobado que más allá de los estilos, la vida junto a los jugadores de fútbol no es un lecho de rosas. Aunque Wanda se haya conseguido otro, la obsesión por su ex se le nota demasiado.



