La carta que dejó la policía que asesinó al novio y se mató

El asesinato seguido de suicidio sacudió al Este mendocino, a toda la provincia en general y también a la fuerza policial. Porque la autora del crimen era una uniformada y la víctima, su novio, había hecho el curso para ingresar a la Policía. Todo indica que ella tomó esta decisión porque era maltratada y dejó escrito lo que iba a hacer.

Jimena Belén Rosales (25) no convivía con su novio Ángel Julio Alaniz (28). Él vivía en una casa ubicada en las inmediaciones de calles Mallea y 29 de Octubre, donde se produjo el desenlace criminal que llevó a cabo, como había anticipado, la mujer policía.

Los dos cadáveres yacían en la vivienda cuando fueron encontrados. La sangre había teñido de rojo el piso del inmueble. Es que fueron muchos tiros, siete en total. Seis balazos recibió Ángel; ella, uno solo en la cabeza que fue efectuado por su propia voluntad para suicidarse.

Que Jimena haya apretado el gatillo una y otra vez no sólo significa asegurarse que terminará con la vida de su víctima, también connota odio, bronca, desahogo.

Esos sentimientos y sensaciones, aparentemente, nacieron a partir del maltrato que él ejercía sobre Jimena. Las agresiones no cesaban y la mujer policía se cansó y tomó una decisión: matarlo y matarse.

Una fuente policial cercana a la causa le reveló al POST que encontraron una nota que ella dejó en su casillero de las instalaciones de la Policía Vial de San Martín. En ese papel decía "que estaba cansada de las agresiones, 'no doy más', y que le iba a poner fin a esa situación". Lo hizo y luego también le puso fin a su vida.

Los policías que hallaron el texto le informaron a la fiscal de la causa, Mariana Cahiza, que lo solicitó de inmediato, detalló el pesquisa.

El hallazgo es clave porque cierra el caso, aunque quedan familias destrozadas que reclamarán justicia.