Alerta spoiler: Luciana Peker adelanta "Putita Golosa" en Mendoza

Mañana presenta su libro en la Feria del Libro y en esta entrevista comenta los puntos principales sobre su teoría de la venganza de clavar el visto.

Alerta spoiler: Luciana Peker adelanta "Putita Golosa" en Mendoza

Por:Ana Paula Negri
Periodista

La periodista feminista Luciana Peker presenta su libro "Putita Golosa: por un feminismo del goce" mañana en la feria del libro de Mendoza y en esta nota adelanta algunas definiciones que se pueden encontrar en su libro.

Peker combina los antiguos destratos de las relaciones interpersonales y las conecta con "clavar el visto". Analiza las nuevas "conquistas" por WhatsApp y la venganza del neomachista hacia las mujeres independientes, que buscan una nueva manera de relacionarse libre y sana.

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El domingo a las 19 hacemos la presentación de Putita Golosa, por un feminismo del goce, en Mendoza.

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- ¿Cómo surgió y por qué Putita Golosa?

- Putita Golosa es en principio una columna que escribí en Las 12, de Página 12. En Twitter vi un tuit que publicó Damián @endemoniado y vi una foto de una bandera de un partido de Rosario Central contra Newell's que decía "Pecho putita golosa". En principio me dio mucha risa y por supuesto espanto. La idea de que le vas a ganar al otro equipo porque es una "putita golosa" me parece que es una metáfora que en este caso hace el fútbol por supuesto de la discriminación y los estereotipos de género. Pero bueno, en vez de denunciarla con el dedo levantado, hacer una denuncia penal o ante el INADI, lo que me parecía era marcarlo, la idea básica de que hoy, más allá de que tenemos concepciones, gustos y cuerpos diferentes, el varón es el penetrador, por lo tanto es el ganador, la mujer es la penetrada y por lo tanto es la perdedora y que básicamente la sexualidad femenina o de cuerpos femeneizados o de quien es penetrado o penetrada es derrotada y que cuanto más le gusta el sexo, o sea que es una putita y además golosa, o sea que le gusta y lo disfruta, más derrotada es. A mí me parece que hay que hacer lo que el feminismo tanto sabe hacer con el lenguaje y que es dar vuelta el agravio, volverlo orgullo y que eso en parte está logrado. Pasa algo con el libro y que tiene que ver con el título, con portarlo, con preguntarlo, con decirlo. Hay un montón de cosas que pasan que me cuentan en las redes sociales de leerlo en el colectivo, en el consultorio del pediatra, del obstetra, de encargarlo en la librería, que te digan "¿no te parece que es una provocación?" o "te lo voy a regalar si sos buena", como si fuera un manual de instrucciones para dar placer sumiso, no el placer que uno quiera dar elegido. Me parece que tiene que ver con dar vuelta la bandera donde el goce es agravio y es derrota para que sea orgullo y victoria.

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Con la sabia de Diana Maffia

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- ¿Por qué decimos que lo que molesta es el goce, el deseo? ¿Hay revancha?

- Hay una frase del "Manifiesto del Deseo" que dice que "lo que jode es el deseo", creo que eso es real. Creo que siempre ha jodido pero que con la revolución sexual había algún nivel de sorpresa y de beneplácito con el deseo de las mujeres que hoy jode más que nunca. Que las mujeres trans, lesbianas, de identidades sexuales diversas tienen un deseo imparable que además es un deseo personal, singular, es un deseo colectivo. Se expresa tanto en lo político como en la propia existencia. Se expresa más allá de lo sexual y en lo sexual también. Cuando la liberación sexual no es solo para complacer el deseo de los otros y de los varones, jode. En principio los varones no saben qué hacer con ese deseo. Por un lado los intimida y los amenaza y por otro lado sí generó algo que es inherente a esta época y que para mí hay que reconocerlo para poder combatirlo, poder deconstruirlo, para poder hacerle frente para poder cuidarnos y para poder decidir qué hacer con eso que es que hay una revancha machista hace muchos años, un neomachista que ahora recrudeció más fuerte en principio con niveles de fascismo político que se pueden ver en la elección de Bolsonaro o de Trump que no son elegidos o candidateables a pesar de su misoginia sino por su misoginia. Y, por supuesto, en otros niveles en recrudecimiento de la crueldad de la violencia machista explícita. Y se ve también en otras formas que yo no equiparo porque no son violencias sino formas de destrato pero que tienen que ver con la clavada de visto, con irse, con ningunear o tomar venganza por el deseo de las mujeres.

- Es un libro que me hizo sentir que leía tu diario íntimo. ¿Sentís que abriste tu corazón, que pusiste tu propio cuerpo en el texto?

- Yo siento que puse mi dolor. La verdad es que me da en parte pudor y en parte es un mecanismo de defensa, yo siento que vivo escribiendo, que camino escribiendo, que curo escribiendo, que comparto escribiendo. tengo un mecanismo que me parece que es muy fuerte y que en las mujeres genera empatía que es que la comprensión nos saca de la locura, no es que nos "da manija" y nos sentimos peor, sino que nos entendemos. Y por otro lado hay una acción que tomé hace muchos años cuando estaba en medio de situaciones de violencia y es nunca hablarle a las mujeres desde arriba, más allá de lo que implica mi propia historia creo que lo que sí pasa y mucha gente lo siente de esta manera, es que no es un libro en el que te vengo a contar que no tenés que bancarte una clavada de visto, que no te tiene que molestar ser gorda o que un tipo no tiene que maltratar o destratar, sino que lo que cuento es que eso duele, no lo cuento desde arriba. Lo cuento desde abajo.

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Hoy poniendo cuerpo y deseo en campaña de @ellevantok

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- Hablás de tus dolores, hablás de las "debilidades" de las feministas, el sentirse solas, sin un compañero o compañera, algo que el movimiento por ahí condena. Cuando una es feminista también se siente mal con el destrato, los rechazos, los vistos clavados ¿Hay que ser fuerte o nos lloramos con un kilo de helado?

- Yo claramente lloro con un kilo de helado. Siento que es algo que las pibas están valorando mucho del libro y que es algo que yo pienso. Yo no creo en las amigas retadoras, las que te retan con lo que tenés que hacer ni en un feminismo que se ponga por encima de los sentimientos. Creo que las cosas duelen y que escribimos para que no duelan, que queremos la transformación. No es que el feminismo viene a dar un manual para que lo que te duela no te importe sino en ver cómo transformás eso que te duele. En esa búsqueda estamos todas y el desafío está en ponerlo en valor, ponerlo en palabras. Es un libro que no es de autoayuda ni de autoayuda feminista. Sino, más que nada, como me dijeron muchas pibas en el Encuentro Nacional de Mujeres, me emocionó mucho, que muchas lo leen entre amigas. Eso tiene que ver con la lectura feminista, con la forma de escribir y de leer feminista. Lo importante no es lo que se dice sino lo que abre y en ese sentido yo sentía que con 20 años de laburo tenía la sensación de que tenía que decirlo. Casi como la obligación personal de que no me interesa ser la que habla con el dedo levantado, dar una charla académica o feminista y después llorar con mis amigas porque quiero estar con un tipo que me trata mal o que no me corresponde o que yo sé que hay algo que no solo tiene que ver con el deseo singular de él conmigo y mío con él sino con toda una perspectiva histórica, política y colectiva. En ese sentido siempre está bueno decir lo que sentimos y que el feminismo no sea careta, eso es lo que me importa.

Pero además yo creo que no solamente implica exhibir el dolor, no hablar desde arriba o comprendernos y pensar estrategias, que no hay una sola sino que también implica un paradigma de feminismo en el que cada cual puede querer lo que quiera y si alguien quiere la autonomía está perfecto. De hecho soy una mujer que tiene una vida plenamente autónoma pero que mi punto de horizonte, mi ilusión no está puesto en la autonomía 100%, sino en el encuentro, yo creo en el encuentro. Creo en amores o en sexualidades con cooperación que no conozco, que se me son esquivadas pero que eso es lo que deseo. No deseo solo poder estar bien sola y por supuesto que si alguien está bien sola, perfecto pero yo creo en abrir el juego a poder reencontrarse, a poder abrir a las sexualidades diversas por supuesto y a también poder encontrarse entre varones y mujeres y ojalá que eso pueda implicar un nuevo deseo con las fricciones que implica una revolución sin que eso sea fácil y con las subjetividades que implica que cada una se entrega a esa posibilidad y también con varones que quieran escuchar y compartir.