Lai Ching-te resultó electo con el 40% de los votos. China insiste con la reunificación y amenazó a los taiwaneses conque votarlo podría desencadenar una guerra.
El oficialismo separatista de Taiwán ganó las elecciones
En una jornada electoral marcada por las tensiones y amenazas provenientes de China, Lai Ching-te, considerado por Pekín como un "separatista" por sus posturas proindependentistas, emergió como el ganador en las elecciones de Taiwán. El actual segundo al mando y miembro del gobernante Partido Demócrata Progresista (DPP) obtuvo el 40,2% de los votos, según los resultados con un 98% de centros electorales escrutados.
Las elecciones se desarrollaron bajo la sombra de las persistentes amenazas de China, que considera a Taiwán como parte integral de su territorio y ha expresado su determinación de lograr una "reunificación" incluso por la fuerza si es necesario.
En su discurso de victoria, Lai Ching-te reafirmó su compromiso de defender a Taiwán de las intimidaciones y amenazas continuadas de China. "Estamos decididos a proteger Taiwán", afirmó, agregando que la isla se mantendría del lado de la democracia en la confrontación entre esta y el autoritarismo.
El ganador tuvo un pico de 41,3% de los votos, luego bajó un punto
Su principal oponente, Hou Yu-ih del Kuomintang (KMT), quien abogaba por un acercamiento con Beijing, reconoció su derrota y felicitó a Lai Ching-te por su elección, que fue muy importante teniendo en cuenta que previamente a las elecciones, China había instado a los ciudadanos taiwaneses a tomar "la decisión correcta" para evitar la guerra, calificando a Lai Ching-te como un "separatista peligroso".
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Lai Ching-te sucederá a la líder saliente Tsai Ing-wen, quien llegó al límite de dos mandatos enfrentando la creciente presión diplomática, económica y militar de China. Además de Lai y Hou, Ko Wen-je del Partido Popular de Taiwán también participó en las elecciones.
Taiwán y China continental se encuentran separados desde 1949, y las tensiones han aumentado con el tiempo, especialmente en medio de la rivalidad entre China y Estados Unidos por la influencia en la región. El estatus de Taiwán es uno de los asuntos más complejos y delicados en esta disputa geopolítica. La Unión Europea felicitó a los electores por su participación en el ejercicio democrático, mientras que Estados Unidos, un importante aliado de Taiwán, observó de cerca el proceso electoral.
Desde hace varios días Taiwan está denunciando ejercicios militares chinos en su zona
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