Operaron de urgencia al senador Miguel Uribe por una hemorragia cerebral

El senador colombiano y precandidato presidencial continúa en estado crítico tras el atentado que sufrió durante un acto político. La operación fue realizada en una clínica de Bogotá.

Operaron de urgencia al senador Miguel Uribe por una hemorragia cerebral

Editó: María Belén Godoy

El senador colombiano Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial por el partido Centro Democrático, fue sometido a una cirugía neuroquirúrgica de urgencia en la madrugada de este lunes, tras detectarse un sangrado intracerebral agudo. El procedimiento fue realizado en la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde permanece internado desde que fue víctima de un atentado el pasado 7 de junio.

Según el parte médico, la decisión de intervenir quirúrgicamente se tomó "ante la evidencia clínica e imagenológica" del sangrado. Uribe Turbay, de 39 años, recibió dos disparos en la cabeza y uno en la pierna durante un acto político en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. Su estado sigue siendo crítico y con pronóstico reservado.

El dirigente opositor ya había mostrado signos de mejoría la semana pasada, pero su cuadro se agravó durante el fin de semana, lo que obligó a una nueva cirugía de alta complejidad.

El ataque provocó una fuerte conmoción política en Colombia, en plena campaña electoral. Este domingo, miles de ciudadanos participaron en una "Marcha del Silencio" en Bogotá y otras ciudades, en reclamo de justicia y como muestra de solidaridad con el senador.

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Momento en el que el Senador estaba dando su discurso y fue víctima de un violento atentado.

En paralelo, la Fiscalía ya detuvo a tres personas por su presunta participación en el atentado: un menor de 15 años, acusado de ser el autor material y hallado con una pistola Glock; Carlos Eduardo Mora González, detenido en Bogotá; y Katerine Andrea Martínez, arrestada en Florencia, al sur del país.

A los tres se les imputaron los delitos de homicidio en grado de tentativa y porte ilegal de armas, aunque ninguno aceptó los cargos. El caso reavivó recuerdos de los años más oscuros del narcotráfico en Colombia, marcados por la violencia política contra candidatos presidenciales.

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