Si llegaste cansado, abriste la heladera y no sabés qué hacer, estas tres recetas te salvan. Son fáciles, ricas y no llevan más de 15 minutos.
Qué comer cuando no tenés ganas de cocinar: 3 recetas listas en 15 minutos
Hay días en los que cocinar parece una misión imposible. El cansancio, la falta de tiempo o simplemente la falta de ganas pueden hacer que prender una hornalla suene a demasiado. Pero la buena noticia es que no hace falta complicarse: con lo que haya en la heladera y un poco de ingenio, se pueden preparar platos simples, rápidos y ricos.
Omelette, un plato versátil
Una opción clásica y siempre efectiva es el omelette con lo que haya. Se hace en minutos y admite todo tipo de relleno: queso rallado, jamón, espinaca, cebolla salteada, zanahoria rallada o incluso restos de carne. Solo hay que batir un par de huevos, calentar una sartén con un poco de aceite, volcar la mezcla y sumar lo que tengamos a mano. En menos de diez minutos, está listo. Además de ser una opción rápida, el omelette es ideal para evitar el desperdicio de comida. S
Si te sobró un poco de calabaza cocida, acelga hervida o un pedacito de queso, podés sumarlo sin problemas. Lo importante es no batir demasiado los huevos para que no pierdan aire y se mantenga esponjoso. Con una sartén antiadherente y fuego bajo, alcanza para que no se pegue y quede jugoso. También podés doblarlo al medio y dejarlo unos segundos más si te gusta el queso derretido.
Arroz con huevo: ideal para aprovechar sobras.
Arroz con huevo
Otra alternativa ideal para aprovechar sobras es el arroz salteado con huevo. Si quedó arroz del día anterior, se puede saltear con huevo batido y sumar verduras cocidas, cebolla, ajo, salsa de soja o lo que haya. También se puede agregar atún o pollo desmenuzado si hay en casa. Se cocina todo junto en la sartén y en 15 minutos se tiene un plato completo.
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Este plato tiene algo clave: combina lo práctico con lo nutritivo. El arroz aporta energía, y el huevo proteínas, por eso es una comida completa que podés preparar sin prender el horno ni ensuciar de más. Si tenés una sartén grande, mejor: vas a poder mover los ingredientes con facilidad y lograr ese punto dorado típico del salteado. Un toque de salsa de soja o unas gotas de limón pueden levantar el sabor sin necesidad de condimentos extra.
Tostadas con palta y huevo, o tomate con aceite: un clásico simple.
Tostadas con palta
Y si la heladera está casi vacía, siempre queda la opción de las tostadas con palta y huevo, o su versión criolla: tomate picado con aceite y sal. Se puede sumar un huevo frito, hervido o poché para completar. Es rápido, sabroso y muy práctico. Esta receta tiene una ventaja enorme: no necesita cocción si usás tomate y aceite, y solo unos minutos si querés sumar huevo.
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La palta se puede pisar con un poco de limón, sal y pimienta, o dejar en trozos. El pan tostado le da textura y hace que sea una comida liviana pero saciante. Si querés hacerla aún más completa, podés sumar semillas, un poco de queso fresco o un chorrito de aceite de oliva extra. Es una opción perfecta para una cena liviana o un almuerzo rápido.
Cuando faltan las ganas, sobran las ideas simples para resolver una comida. No hace falta mucho para comer bien: solo un poco de creatividad y usar lo que ya tenés.



