¿Sabías que los alimentos con exceso de azúcar y grasas no son buenos para la salud mental? Qué hábitos alimenticios recomienda la psicología.
Las 5 prácticas que demuestran que comer bien ayuda a ser feliz
Cuando comemos algo, no solamente nos estamos (o no) nutriendo. También le estamos dando a nuestro cuerpo su energía, y en definitiva, esto termina impactando en la forma en la que nos sentimos. Siguiendo ese razonamiento, no sorprende pensar que lo que comemos afecta a nuestra salud mental.
El campo que hoy en día estudia esto se llama psiquiatría nutricional. Esta disciplina estudia la manera en que la dieta y la nutrición afectan las emociones de las personas. Sucede que nuestro intestino está conectado de forma estrecha con el cerebro.
A su vez, el intestino tiene billones de microbios vivos que, entre otros roles, se encargan de sintetizar neurotransmisores que envían mensajes químicos al cerebro que regulan cuestiones como el estado de ánimo, el dolor y las emociones. Debido a esto, hay distintas prácticas relacionadas con la alimentación que se recomiendan para alcanzar el bienestar emocional. A continuación, te contamos 5 de ellas:
Los alimentos que más benefician la salud física suelen ser los mismos que sirven para tener una buena salud mental.
1. Comer frutas y verduras variadas
Existen decenas de estudios que certifican que comer más frutas y verduras se asocia con personas más optimistas y con menos depresión y malestar. Esto se debe a que estos alimentos son ricos en nutrientes que sirven a la salud mental, como la fibra, vitamina B, vitamina C y los hidratos de carbono complejos.
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2. Incorporar cereales integrales a la dieta
Mientras más fibra, menos riesgo de depresión, ansiedad y malestar. Eso concluyó un estudio reciente. En ese sentido, los cereales integrales son ideales porque, al ser dejados intactos durante su procesamiento, contienen más fibras y nutrientes que los refinados.
La psiquiatría nutricional es la disciplina que estudia cómo los alimentos afectan nuestro bienestar emocional.
3. No comer solos
Compartir una comida con amigos, familiares o personas que nos caigan bien es excelente para la salud mental. Y va más allá del valor nutricional del alimento. Se relaciona con el placer de compartir, de charlar, de alegrarnos. Y eso nunca debe ser dejado de lado en el análisis.
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4. Consumir prebióticos y probióticos
Los alimentos probióticos tienen bacterias saludables, y los prebióticos proporcionan nutrición a las que viven en el intestino. Mantener la estabilidad -denominada homeostasis- en esta parte del cuerpo es muy beneficioso para el estado de ánimo. Los alimentos que tienen prebióticos o probióticos son el yogur, el kéfir, el suero de leche, el chucrut, el ajo, la cebolla, el puerro, los espárragos, las alcachofas, las manzanas, las naranjas, la cebada y la avena, entre otros.
5. Incorporar nutrientes clave
Los nutrientes que más se relacionan con la salud mental son los siguientes: ácidos grasos omega-3, hierro, magnesio, zinc, folato, vitaminas A, B y C.
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