Santiago Alsina al Post: "La plaza hotelera de Mendoza es excepcional"

El referente de hoteles 5 y 4 estrellas marca las fortalezas y los desafíos del turismo provincial.

Santiago Alsina al Post: "La plaza hotelera de Mendoza es excepcional"

Hace más de 20 años Mendoza convirtió a su viejo Plaza Hotel, frente a la plaza Independencia, en el primer hotel 5 estrellas de la provincia. Fue apenas pocos meses antes de que estallara la crisis del 2001.

De ahí en más, en sólo dos décadas, los 5 estrellas se multiplicaron y naturalizaron para los mendocinos como nadie hubiese imaginado, como si se trataran de viñedos que prenden rápido y fuerte, ahí donde hay agua.

Esta "normalidad" no es normal en la mayor parte del país, como tampoco el crecimiento que tuvo el sector en la provincia. En aquel primer año del siglo XXI la dirigencia política y empresaria se proponía transformar a Mendoza en un polo turístico..., una verdadera quimera en esos tiempos.

Hoy la hotelería 5 y 4 estrellas y de alta gama de Mendoza compite en algunos segmentos con Río de Janeiro y con las capitales sudamericanas, mientras aloja cotidianamente más turistas extranjeros que argentinos en sus instalaciones.

Así nos lo cuenta Santiago Alsina, presidente de la Filial Mendoza de la Asociación de Hoteles de Turismo de Argentina (AHT) y gerente general del Diplomatic Hotel, quien asegura que la hotelería mendocina de 1 a 5 estrellas es "excepcional" y "espectacular".

En diálogo con Mendoza Post, señala las fortalezas y las cosas que hay que mejorar en el turismo provincial, explica por qué no hay un 5 estrellas de montaña con semejante cordillera a una hora en automóvil, por qué los turistas extranjeros nos eligen, con qué puntaje califica al sector hotelero de alta gama, si ya llegó a su techo o hay para seguir creciendo.

¿Cómo está el sector de hotelería 5 y 4 estrellas y de alta gama en Mendoza en medio de la crisis? ¿La está sufriendo?

Está pasando por un punto intermedio. Está menos impactada que el turismo general dado que nuestros clientes, en su mayoría, suelen ser del mercado internacional. No estamos en el mejor escenario, como el 2023, pero tampoco como el resto del turismo que está viviendo la coyuntura de la recesión argentina.

¿Cuánto representa en Mendoza ese turismo de alta gama?

En términos de hotelería, facturación y generación de empleo representa más del 20%. Y como contribuyentes más del 32%

¿Ese porcentaje es alto o bajo en relación a otras plazas de otras ciudades importantes?

Es alto dada las características de la plaza de Mendoza, que en el interior del país es la que mayor oferta de habitaciones tiene en categoría 4 y 5 estrellas y alta gama.

Después de la Ciudad de Buenos Aires, la plaza más representativa del país en calidad y cantidad de habitaciones 5 estrellas en Mendoza.

De hecho, hace un tiempo me sorprendió saber que Córdoba no tiene hoteles cinco estrellas y me llamó mucho la atención.

Tiene el Quinto Centenario, que es el ex Sheraton y tiene otras propiedades de alta gama, pero tiene una oferta mucho más reducida que Mendoza.

¿Tener este tipo de hotelería 5 estrellas es una garantía para atraer mucho turismo o no?

No sé si es una garantía, pero sí es un incremento en las oportunidades de tener un destino fuerte. Los destinos fuertes se construyen desde varios ejes, uno de esos es la oferta hotelera, el otro es la conectividad terrestre y aérea, y el otro es la oferta turística del destino, tanto en lo cultural como en lo referente a turismo activo.

La oferta turística de actividad es tan importante como el volumen de hotelería. Si no se compensan todos esos elementos un destino turístico no puede emerger.

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¿Y de 1 a 10 como estamos en esos tres ejes claves en Mendoza?

Bueno, eso depende de con quién nos medimos. Si la comparación va a hacer con Sudamérica, que me parece una comparación bastante acorde, estamos bien, yo creo que estamos en 8.

¿Estamos en un 8 en la oferta hotelera?

Sí, en la combinación como destino turístico.

¿Y en la conectividad aérea?

También estamos bien y tenemos oportunidades concretas de seguir progresando porque somos un destino atractivo, somos una ruta aérea con muy buena ocupación, con muy buena tarifa, una tarifa promedio, una tarifa atractiva para las compañías aéreas, somos una ruta con oportunidades de rentabilidad y por lo tanto somos un destino al que nos miran con cierta atracción.

Sin embargo, lo concreto es que en el mundo aeronáutico, luego de la pandemia, hay muy poca disponibilidad de aviones.

¿Por qué?

Porque se redujo mucho la cadena de producción y hay pocos inventarios de aviones para vender en el mundo comercial. Entonces, ese cuello de botella no les permite a las compañías adquirir nuevos aviones y abrir nuevas rutas por lo que están optimizando los aviones que tienen y van lentamente incorporando. Es un fenómeno mundial.

Esa actividad tiene un ciclo productivo, ese ciclo se redujo de modo significativo durante la pandemia y todavía no se reacomodó el ritmo de producción y entrega porque es un ciclo productivo bastante prolongado.

Algo parecido a lo que pasó con la industria naviera que traslada containers en barcos.

Exactamente lo mismo. Ahí hubo otro problema porque los barcos estuvieron mucho tiempo parados y perdieron posibilidades de retomar los servicios. En lo general es muy parecido a lo de la actividad aérea, en lo particular tiene algunas diferencias, pero ha sido motivado por lo mismo, que fue la pandemia.

¿La tarifa hotelera de los hoteles 5 y 4 estrellas y de alta gama de Mendoza, más allá de que se cotiza en dólares, es más barata que otros destinos de Sudamérica o están parejos?

Los destinos turísticos suelen tener equivalencias. Hay destinos que son equivalentes a los atractivos naturales que ofrecen y en función a la capacidad de recepción de turistas internacionales.

Entonces, cuando Mendoza es medida con plazas turísticas referentes a nivel Sudamérica, tenemos valores más competitivos; en cambio, cuando nos medimos con plazas que son muy de cabotaje, a lo mejor la gente nos considera como una plaza cara pero francamente no es así.

La plaza hotelera de Mendoza es excepcional. Tiene una franja de hoteles de 1 a 5 estrellas y productos de alta gama con una amplitud transversal espectacular. Ahora, cuando medís los topes de gama, lo que corresponde es medirlos con destinos con capacidad de recepción internacional.

Por ejemplo, si medís la hotelería 5 y 4 estrellas y de alta gama con San Juan o San Luis, parecemos caros, pero si nos medimos con Río de Janeiro, con Lima, con Santiago de Chile, con Atacama, con la Patagonia chilena o con Ushuaia, somos muy competitivos y muy atractivos en la relación precio y calidad de producto.

¿Por qué somos atractivos en esa relación?

Porque tenemos una línea de hoteles muy modernos, lo que ofrece una calidad distinta. No es lo mismo llegar a una plaza donde los hoteles tienen 60 años, como el caso de La Habana o algunos otros destinos que tienen hotelería envejecida, contra los destinos como el nuestro que tiene hoteles de 15 años.

¿Y si lo comparamos con la competencia de cabotaje, dónde hay otros hoteles 5 estrellas en la Argentina?

Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata que puede ser la más importante por su volumen de camas 4 y 5 estrellas, Iguazú, Calafate, Ushuaia.

¿Y cuando se compara ahí la tarifa de Mendoza con esas plazas, cómo estamos?

Es similar. Sin embargo, es muy probable que, comparado con estas plazas, la propuesta hotelera de Mendoza sea de mejor calidad. Cuando medís lo mejor de Argentina versus el interior del país, Mendoza tiene mejor calidad de producto.

Esto no es una apreciación personal, sino que se puede comprobar con datos. Cuando medís propuesta del interior del país contra propuestas de Mendoza, surge claramente que Mendoza tiene mejores comentarios y valoraciones más altas.

¿Qué tipo de clientes es mayoritario en hoteles 5 y 4 estrellas y de alta gama de Mendoza, los turistas extranjeros o los nacionales?

La mayoría tienen más ocupación extranjera que nacional. Varía en función al hotel en particular porque después también tiene que ver mucho qué franquicia tenga el hotel, si es de origen estadounidense o europea y como trabajan algunos mercados.

¿Hay una cifra?

Sí, en general, entre el 65% y el 80% de la ocupación de nuestra hotelería de este nivel en Mendoza está constituida por turistas extranjeros. Brasil en primer lugar, y luego se combina. Algunos trabajan muy bien Chile, otros Estados Unidos, otros una combinación de Europa Occidental.

Siempre hablando acá en Mendoza.

Sí, el principal mercado de extranjeros acá en Mendoza para nuestra hotelería es brasilero.

No deja de ser curioso ese dato, porque siendo Brasil un país tan turístico y con tanto atractivo natural y de otra índole, suena extraño que elijan venir a Mendoza.

Hay un comportamiento del mercado brasilero que tiene una personalidad marcada. Generalmente, diciembre, enero y febrero los brasileros consumen sus destinos de playas, y de marzo a noviembre consumen otros destinos.

En esa franja, Mendoza tiene una participación atractiva, importante, somos una plaza muy visitada por los brasileros en esa franja anual.

¿Por qué eligen los brasileros Mendoza?

Los principales atractivos o la propuesta de valor que más le atrae al mercado brasilero es la propuesta enológica, la gastronómica, paisajística y de clima, que es todo muy distinto a lo que ellos tienen allá, entonces, la disparidad marca la diferencia.

Mendoza es una ciudad de tamaño mediana a chica, con una espacialidad totalmente distinta, una oferta gastronómica totalmente distinta a la de Brasil y después, todo lo que aporta la enología y la enogastronomía, como las visitas a bodegas.

¿El vino marca el paso?

Sí, porque el posicionamiento que tiene el vino en Brasil es muy importante y la conexión con la moda del vino ha generado un impulso en la demanda turística de Brasil.

¿Y Estados Unidos y Europa?

Mendoza está posicionada principalmente por el turismo del vino. Después tiene otras grandes contribuciones como lo es la gastronomía, la ciudad, donde tenemos una oferta cultural muy importante, que en ese sentido es una de las más relevantes del interior del país.

Y luego tenemos recursos naturales. Pensemos que en la temporada de diciembre, enero y febrero hay un gran volumen de turismo internacional que viene al Parque Provincial Aconcagua, que se convierte en un hito receptivo internacional en la temporada.

¿Hablamos de andinistas que vienen a escalar el Aconcagua o de turistas que vienen a pasear al Parque provincial?

No, estamos hablando de andinistas que principalmente vienen en búsqueda de la cumbre y que es un caudal de gente importante.

Recién mencionaste que Mendoza es una ciudad de mediana a chica. ¿Ese es un punto favorable hoy para este tipo de turismo? Pensando en que quizá es más cómoda y amigable que moverse en una ciudad grande como Buenos Aires.

Sin duda. Esta en una ciudad donde los visitantes se pueden conectar en 15 minutos a los principales recursos turísticos, lo permite tener un paseo bien prolongado y agradable, más allá de que todos los turistas recorren el Valle de Uco.

¿Es la atracción principal?

La mayoría de nuestros turistas van al menos una vez al Valle de Uco y sabemos que es un viaje de más de una hora de ida y más de una hora de vuelta, pero sería como parte de los paseos más largos, al igual que algunos que hacen también alta montaña. Todo esto nos demuestra que Mendoza está con muchas oportunidades de seguir desarrollándose en turismo.

¿Y qué le está faltando?

Hay muchos factores donde Mendoza se puede seguir desarrollando en el turismo. Tenemos que seguir trabajando fuerte y con todas las posibilidades de incrementar todo lo que es la promoción turística de Mendoza y el posicionamiento en nuevos mercados.

Tenemos mercados para seguir desarrollando, como el caso puntual de Brasil, trabajar mercados de gran volumen de emisión como puede ser los casos de Estados Unidos, México y Colombia.

Hay todo un trabajo para recorrer, mejorar la promoción y posicionar la marca Mendoza. Hay que seguir haciéndolo porque posicionar un destino turístico implica un recorrido largo, es algo que no se hace rápidamente ni tampoco con bajos recursos, y bueno, Mendoza tiene ese desafío.

También es importante destacar que buena parte del posicionamiento que tenemos está hecho en gran medida por el sector privado. Muchas empresas de importante envergadura trabajan la promoción de forma individual y generan un aporte residual al destino.

Porque cuando vamos a vender nuestras propiedades, a hacer negocios, a buscar oportunidades de desarrollo económico posicionamos primero a Mendoza, y en segundo lugar a nuestras propiedades y ese recorrido le ha permitido a Mendoza un mayor posicionamiento en el tiempo o destacarse de otros destinos.

¿Cuándo hablamos de promoción no solo hablamos de publicidad?

Claro, se trata de un conjunto de acciones de mercadeo que permiten posicionarse como las ferias turísticas, acciones de destino en sectores corporativos y en sectores de agencia de viajes.

Hoy más que nunca, el posicionamiento de un destino está vinculado a la comunicación digital, la promoción a través de cartelería estática y el sponsoreo. La promoción es un conjunto interdisciplinario de la comunicación y la publicidad.

Mendoza es una ciudad que tiene todos tipos de servicios, incluso de los que más se demandan en las grandes ciudades. ¿Eso es una ventaja con otras ciudades de Sudamérica con las que compite o no?

Si comparamos con Sudamérica esto que mencionás también lo propone todo nuestro set competitivo, así que eso sería como lo básico y estamos bien y eso nos mantiene en el nivel para competir con los grandes destinos de Sudamérica.

Tenemos también que mejorar claramente en el tema de la seguridad de la provincia, mejorar la infraestructura de calles y rutas, porque si nosotros tuviéramos mejores rutas provinciales aportaría mayor valor.

También el tema de la limpieza. Las ciudades y los municipios no están todo lo limpio que debieran estar para ser una ciudad de vanguardia y desde ya el desarrollo socioeconómico de los habitantes, que están atravesando un momento difícil, algo que el turista lo observa y lo detecta.

¿Lo notan?

Sí, claramente, pero Mendoza aún tiene muchas oportunidades y desafíos para el futuro, más allá que ya tenemos un buen camino recorrido.

¿Cuáles son las ciudades con las que Mendoza compite en Sudamérica?

Tenemos un set competitivo primario y uno secundario. El primario son los destinos nacionales con turismo receptivo internacional fuerte como puede ser Bariloche, San Martín de Los Andes, Villa La Angostura, Ushuaia, Calafate, Iguazú y Salta.

Luego, tenemos una competencia un poco más asimétrica, porque la competencia de una ciudad de interior con la capital de un país tiene esta característica, que es el caso de Buenos Aires, Santiago de Chile, Montevideo y Lima.

Y después tenemos otro tipo de competencia que es por destino, que puede llegar a ser Río de Janeiro, Patagonia chilena.

¿¡Competimos con Río de Janeiro!?

Sí, en el destino con el mercado europeo, estadounidense y algún mercado sudamericano, en todo lo que es el turismo de reuniones que desarrolla los meeting, reuniones, congresos y exposiciones.

Río de Janeiro, en ese sentido, es una plaza que tiene muchos metros de salas para conferencias y centros empresariales y hotelería, y ahí Mendoza compite con Río de Janeiro.

¿Un ejemplo?

El tipo de turismo donde una empresa quiere premiar a sus vendedores y los puede llevar a en Río de Janeiro o en Mendoza, o hacer una convención internacional, o el lanzamiento del modelo de un auto, o la presentación de un producto, o los eventos organizados por laboratorios médicos, todo esto podés hacerlo en Río de Janeiro o en Mendoza, ahí tenemos un set de competencia.

¿Por qué no hay un hotel 5 estrellas en la zona de montaña de Mendoza, que es tan atractiva desde sus paisajes?

Porque no tiene la densidad turística necesaria. Es un corredor internacional y una ruta muy empleada por el corredor comercial. La alta montaña no es un destino receptivo como para una propiedad 5 estrellas porque sino el mercado ya lo hubiera aportado.

¿Qué le estaría faltando para serlo?

La ruta 7 y la alta montaña tienen muchos desafíos en términos de infraestructura. Creo que, si se trabaja en la infraestructura, que básicamente lo debe hacer el sector público haciendo una ruta de calidad internacional, seguramente aparecería inversión, no se si de hoteles 5 estrellas, pero sí de hotelería de alta gama.

¿No ayuda la ruta internacional 7 cómo está hoy?

Es que es un corredor muy empleado para uso comercial. Imaginemos que camiones, fletes internacionales y viajes corporativos no son muy habituales que ocupen hotelería 5 estrellas en el proceso de desplazamiento.

¿La lógica no es que si se construye un 5 estrellas en la montaña el turista va a empezar a llegar porque la zona es de por sí atractiva, o hay que esperar a que haya una clara demanda turística para que se instale este tipo de hoteles?

Creo que es una acción conjunta. Tiene que estar la infraestructura básica y primaria y luego se establece un hotel y el hotel va construyendo y generando el destino y desarrollando prestadores secundarios.

Pero tiene que haber una base de infraestructura. Yo no sé si en alta montaña hay tensión eléctrica como para abastecer a un hotel de 5 estrellas, no se si llega el volumen de agua necesario y que pasa con el gas.

¡Claro, la famosa factibilidad!

Hay desafíos primarios para resolver. Luego, está el concepto de hotel destino, que son esos hoteles que construyen el destino: el caso ejemplar de Mendoza es el Hotel Potrerillos, que, en 1942, cuando lo construyeron fue un hotel destino. O también el caso del Hotel Uspallata, que cuando se fundó tuvo el mismo rol.

Pero hoy hay claramente más interés y es más atractivo pernoctar en el Gran Mendoza que en las zonas alejadas.

Y aparte no podemos descontextualizar que tenemos un país sin crédito, muy volátil en términos económicos, donde eso también contrae muchísimo las inversiones en la actividad turística y en la economía en general.

¿Si el país estuviera económicamente estable habría más turismo extranjero o va por cuerda separa?

Creo que va por cuerda separada, pero de todas formas un país estable es un país más sano y más atractivo para emprender, producir y posicionar. Yo preferiría un país estable porque veo más condiciones para el desarrollo turístico, que en un país inestable, y aunque las inestabilidades producen oportunidades para algunas actividades, por lo general los países estables tienen más desarrollo turístico.

Lo podemos ver cuando evaluamos los 10 principales países por ciudades receptivas del mundo y vamos a observar que son todos países estables, desarrollados socioeconómicamente y tienen una serie de características más evolucionadas.

¿Es cierto que un hotel 5 estrellas en Mendoza tenga que tener un casino para cerrar su ecuación económica o es un mito de la actividad?

Es un mito.

Se dijo mucho esto cuando empezaron a aparecer los primeros hoteles 5 estrellas.

No, hoy la categorización hotelera está regulada por la resolución 568 del 2007 que regula los servicios turísticos para la provincia, y en esas regulaciones está contemplada la hotelería.

La hotelería 5 estrellas bajo ningún punto de vista genera la obligatoriedad de tener casino. Si, en cambio, hubo una ley de casinos que generó la obligatoriedad de tener un hotel 5 estrellas. Fue a la inversa. Para construir un casino a comienzos del 2000 hacía falta un hotel 5 estrellas, pero para un 5 estrellas no hacía falta un casino.

¿Es un mito entonces?

Sí, está el caso del Hotel Diplomatic que es muy exitoso en la plaza turística y no tiene casino, solo actividad hotelera.

¿Cuál es la temporada de los 5 estrellas en Mendoza?

Es muy similar a la del turismo en general. Una de las variables de éxito que tiene la plaza mendocina es que tiene muchos meses de trabajo lineal y algunos pocos meses de temporada media a baja, pero trabajamos casi todo el año.

Los tres o cuatro meses más bajos del año son diciembre, mayo y junio. Enero y febrero son medios.

Digo, porque arrancó flojo el año en el turismo en general con la ocupación de camas. ¿El sector de ustedes mantuvo los niveles o también bajaron?

Padecimos el mismo fenómeno, tuvimos una disminución frente a los años anteriores y frente al registro histórico de los últimos 5 años. Lo detectamos en el marco del proceso recesivo que hay en Argentina. Ha bajado el mercado nacional y en forma proporcional la ocupación.